La prueba, de la que haré una crónica en breve, fue dura no, lo siguiente. El 1º día llegué segundo y casi no me lo creía. A partir de ahí fue pelear con todo lo que tenía (en una 2ª etapa que fue lo más técnico y duro que hice en mi vida) y contra el dolor de la planta del pie, que acabó destrozada. A día de hoy (2 semanas después) aún no he podido correr.
Sea como fuere, está claro que vamos por el buen camino. Simplemente variando entrenamientos y comiendo bastante sano (con algunas excepciones) parece que el cuerpo va respondiendo y puedo decir que estoy al nivel pre-pandemia, que para mi ya era muy alto.
Ahora, en 2 semanas, llega el gran reto (por ahora) del año y la prueba más larga (sin tener en cuenta la Spain Backyard de las vueltas) a la que me voy a enfrentar. Con estas 2 semanas en el "dique seco" a nivel carrera y con la planta del pie aún "sin arreglar" no las tengo todas conmigo. Será un poco cuestión de salir y a ver qué pasa, confiando en todo lo trabajado hasta ahora.
A ver si esta semana puedo correr un poco y coger sensaciones para afrontar un RETO con mayúsculas, la CDH en Vall d'Aran by UTMB (105 km). Al menos tengo que intentar acabar, porque si lo consigo tendré plaza asegurada para la UTMB y, por que no, habrá que ir a conocer de primera mano la "prueba reina" de las carreras por montaña (con permiso de Zegama).