lunes, 24 de septiembre de 2012

28ª COMPETICIÓN: XXXI C.P. SAN XOÁN DE PIÑEIRO: ROMPEPIERNAS

Sábado, 8/9/12, 18:30 h., XXXI C.P. San Xoán de Piñeiro (Mugardos)
Distancia: 10.3 km                     Inscripción: Gratuita
Trayecto desde Betanzos: 34 min. - 25 km
Dificultad: Media (rompepiernas)
Tiempo: 41'10"                         Tiempo del 1º: 35'05" (-6'05")
Puesto: 22 de 169                      Repetiría: Quizás
Avituallamiento: agua o aquarius




Que sí. Que no. Que por esta temporada ya está bien, acabando el domingo pasado con el triatlón olímpico de Coruña. Que no, que tengo que saber hasta dónde he mejorado corriendo en estos meses... Vamos, una duda constante durante toda la semana. Y es que después del tri de Coruña acabé tan bien que mi cuerpo pedía más. Sin fiarme demasiado de mis sensaciones, esperé hasta el último momento para disputar alguna prueba el fin de semana, todavía pensando si alargar un poco la temporada o parar unas semanas. En mi mente 2 carreras. Por preferencia, la de Oza, en Coruña, pero el plazo de inscripción acababa 2 días después del tri de Coruña y no confiaba demasiado en mi cuerpo. Así que decidí esperar al sábado, puesto que en Mugardos podías apuntarte hasta 1 hora antes de la carrera. Y como no tenía nada mejor que hacer (y además era por la tarde), pues convencí a mi novia y nos dimos un paseíto hasta San Xoán de Piñeiro, entre Pontedeume y Mugardos.
La verdad, nunca había oído hablar de esta carrera ni conocía el lugar, así que no sabía lo que me iba a encontrar. Puestos a sincerarse, pensé que seríamos 4 gatos y que la gente iría al día siguiente a Oza. Pero después, al llegar, (tras perderme, claro está) aluciné. En un pequeño pueblo alejado de la urbe había un montón de gente (niños y mayores) preparados para correr, además de un buen número de talentos populares, entre ellos Manute y Gustavo Rodríguez (uno de los mejores triatletas gallegos). Con razón van por la 31º edición. Además, todo muy bien organizado y con un montón de trofeos.
Gracias a que había un montón de carreras de menores antes, pude calentar sin dificultad. Y ya viendo la salida en cuesta supe que no iba a ser fácil. Pero ya que había ido, mi idea era dar el 100%, aún sabiendo que la semana había sido de regeneración. Tras un buen calentamiento (y posterior enfriamiento gracias a la tardanza de la guardia civil), me coloqué en las primeras filas en la salida confiando en hacer una buena salida. Y llegó. No sé cómo (quizás por ser cuesta arriba) pero salí muy bien. Tras los primeros 500 m. aún veía a las gacelas que lideraban la prueba.
Sin poder creérmelo mantuve el ritmo y aunque se me iban escapando poco a poco, tras el primer kilómetro me coloqué en torno al puesto 25. El recorrido era un continuo tobogán. Casi no había llanos. Un rato subías, otro bajabas. Eso sí, cuando digo subías no hablo del 2%. Esto, sumado a que ya desde el inicio salí a todo lo que daban mis piernas da idea de la sensación de sufrimiento: alto. Por suerte, el día acompañaba, aunque todavía hacía un poco de calor. Tras una fuerte pendiente nos juntamos un pequeño grupito de 4 corredores. Yo, sabiendo que no era mi sitio habitual, decidí "ir a rueda". Lo que quiero decir es que aguantaba a duras penas y apretaba los dientes por mantenerme con ellos. Del kilómetro 2 al 6 fue una continua pelea mental. Por un lado, pensaba en aflojar el ritmo sabiendo que no me jugaba nada, pero por otro tenía ganas de saber hasta dónde podía llegar y me decía "un poquito más" tras cada curva. Así hasta una larga recta a mitad de carrera en la que mi cuerpo se habituó al ritmo y me decidí a "reservar" un poquito pensando en lo que quedaba. Era lo único que sabía de esta carrera.
Que los 2 últimos kilómetros eran conocidos por su dureza, un pequeño Tourmalet popular. Así que confiando en mi capacidad de sufrimiento llegamos a final de recta los 4 fantásticos y ahí ya fue un "sálvese quién pueda". El más fuerte pegó un acelerón nada más empezar. Intenté engancharme, pero sabiendo lo que quedaba busqué tenerlo de referencia y que no se me escapara. Iba tan al límite que ya me olvidé de los de atrás. La cuesta era interminable y parecía que no avanzabas. El agua a mitad de carrera había surtido su efecto, pero ya iba en reserva.
En mitad de la subida había un pequeño llano donde adelantamos a otro corredor, para seguir con nuestro duelo particular (más bien el mío por cogerlo, estaba a una distancia de 20-30 metros). A falta de 1 km había otro avituallamiento (imaginaros cómo sería la prueba para poner 2 avituallamientos en 10.3 km...) pero ni me acerqué por miedo a que me diera un punto (aunque falta me hacía) y seguí intentando acortar distancias. Medio km después llegamos a un puente hasta el que había llegado calentando, por lo que conocía lo que quedaba (unos 500 m.)
La ventaja no había disminuído, pero con la paliza que me había dado por llegar hasta allí... ¿por qué no un poquito más? Así que apelé a mi espíritu competitivo y recorté la desventaja en el último tramo de subida. Después de la curva cerrada a izquierdas, quedaban unos 200 m. de ligera bajada hacia meta. Ahí aún me sacaba unos 5 metros. En mi cabeza, un único pensamiento: ataco y si me responde le dejo pasar, no puedo más. Ataqué y... aún iba peor que yo, ni respondió. Llegué a meta levantando la mano como "vencedor moral" de mi grupo, después de haber sufrido lo indecible y completamente roto, vacío, exhausto... pero feliz.
El tiempo final, 41'10", a 4'/km, no dice mucho. Pero la posición final, 22 de 169 que terminamos, para mí dice mucho. Y es que el nivel era alto. El ganador fue Gustavo Rodríguez, como me suponía (menudo tiempazo, 6 minutos menos que yo) y para que os hagáis una idea, Manute, habitual ganador de estas populares, acabó 4º. Eso sí, él al día siguiente compitió (y ganó) en Oza y yo estuve 4 días con unas agujetas que parecía Chiquito, hacía varios meses que no estaba tan destrozado después de una carrera, lo cuál me ayudó a tomar una decisión sobre si continuar unas semanas la temporada o descansar definitivamente. Antes de irnos, viendo la cantidad de trofeos (había un montón de categorías) convencí a mi novia para esperar por si tocaba alguno, pero después de esperar más de 90 minutos no hubo suerte, 6º en mi categoría (una pena, porque algunos de los que llegaron por detrás llevaron trofeo). En definitiva, una buena carrera si estás en forma y mala para debutar... con buenos pinchos al final (aunque yo no los disfruté...). ¡Hasta la próxima!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

58ª SEMANA DE ENTRENO: DESCANSO, REFLEXIÓN... Y SAN XOÁN DE PIÑEIRO

Después de un largo verano de competiciones triatléticas, con la guinda del olímpico el fin de semana pasado, esta semana tocaba descansar y reflexionar. Cualquier deportista de élite o aficionado que entrene y compita durante todo el año necesita, al menos, 1 mes de descanso para que el cuerpo asimile todo el trabajo realizado y tenga tiempo a recuperarse y empezar de nuevo, ésta vez en un nivel superior al del año anterior. Y en esta época que se acaban los triatlones, llegan las carreras populares. Las que a mi me gustan, en octubre (Coruña 10, Sada, Santiago...). La duda es la siguiente: o parar en septiembre y empezar suave en octubre (participando en las carreras por el ambiente, sin ir a competir) o bien continuar entrenando, competir en octubre y descansar el mes de noviembre. Así que lo consultaré con Emilio (y con mi cuerpo) y tomaré una decisión. Mientras, esta semana, entrené algunos días pero muy suave. El fallo estuvo el sábado, no fui capaz de aguantarme y me dio por participar en una carrera popular de las denominadas rompepiernas, en San Xoán de Piñeiro, entre Pontedeume y Mugardos. El resultado fue muy bueno, el problema vino después, con unas sobrecargas que aún no sé cuándo me van a pasar... La semana fue así:

Lunes, 3/9/12: Natación: 20' - 0.8 km (en la playa de Mera, con aletas y sin traje). Suave.
Miércoles, 5/9/12: Natación: 45' - 1.8 km (técnica, suave) + Ciclismo: 1h 15' - 29.5 km (i/v Miño).
Viernes, 7/9/12: Natación: 35' - 1.6 km (playa de Mera, con neopreno). Suave.
Sábado, 8/9/12: C.P. San Xoán de Piñeiro (10.3 km): 41'10". Puesto 22.

Semana muy rara. Primero, me encuentro perfectamente los días posteriores a mi primer triatlón olímpico, pensando que no iba a poder ni moverme. Segundo, estoy 2 días sin entrenar y no corro en toda la semana (hasta el sábado). Y tercero, pensando ya en el descanso me da por ir sobre la marcha a esta carrera popular. Pero bueno, una semana más que meter al zurrón. Todo suma. Después de estos días de reflexión ya tengo bastante claro lo que voy a hacer... pero eso os lo contaré la semana que viene... ¡buenos entrenos!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Y UN AÑO DESPUÉS... BIENVENIDOS AL NIVEL 2

Buf!! Un año ya, desde que me aburría en el sillón en vacaciones y me dio por probar esto del triatlón. Yo comparo "mi enfermedad" a la que puede tener una persona que le toca la lotería y se hace millonaria de repente. Porque lo mío este año ha sido de traca. De llevar meses sin hacer nada, cansado de jugar pachangas de fútbol sala con los amigos, a terminar mi primer triatlón olímpico (con nota) hace apenas unos días dista un mundo. Y eso lo sabe cualquier persona que se considere triatleta. Eso sí, no entré en el mundillo como un elefante en una cacharrería, no quise emular al gran (y para mí un crack) Roberto Palomar con su Ironman de Lanzarote en 9 meses. Y empecé la casa por abajo, por la base. Meses empapándome del mundillo triatleta, comprando los mejores materiales calidad-precio que me permitían mi bolsillo (y mi novia) y empezando a entrenar de menos a más. Bueno, miento, al principio me emocioné tanto que lo pagué con una tendinitis en el hombro y una rotura de fibras en el sóleo, amén de cientos de agujetas. Pero a día de hoy creo que puedo decir orgulloso (y enganchado) que soy triatleta. Con todas las letras. Y la verdad, estoy contento. Solamente los que practicamos este increíble deporte podemos saber los sacrificios que hay que hacer para estar en la línea de salida. Considero que la llegada al nivel 2 ya llegó hace unas semanas, pero quería "contároslo" al terminar mi primer verano triatlético.
Como ya dije, he creado mi propia y subjetiva escala dentro del triatlón del 0 al 10, considerando el 0 mi nivel inicial, tirado en el sillón sin querer seguir a mis colegas maduritos hacia el padel hasta el nivel 10 en el que compiten Gómez Noya and company. Vamos, un imposible. Pero por eso le doy tanta importancia a subir un piso en este edificio deportivo en el que entré hace poco más de un año. Y ya voy por el 2º. Para alguien que lo vea desde fuera, un 2º tiene poco valor; mejor el 10º, que tiene vistas y es más soleado. Pero mi 2º lo he construído yo, ladrillo a ladrillo, entreno tras entreno con mi sudor y mi esfuerzo, subiendo las escaleritas y olvidándome del ascensor. Y me encanta.
Bueno, y sin ganas de liarme más ni aburriros, a los 5 meses de empezar, en diciembre de 2011, conseguí juntar el material necesario para empezar a entrenar decentemente (sobre todo las bicis, nunca había montado en una de carretera), en febrero me recuperé de mis lesiones y conseguí contactar con Emilio, un punto de inflexión en mi progresión. Un auténtico crack. Es mi entrenador, me enseña a no parecer un pato en la piscina (algo casi imposible) y me hace un plan mensual de entrenamientos enseñándome todos los trucos de este mundillo gracias al montón de años de experiencia que lleva metido en esto, un lujo que me pueda ayudar a mejorar en este deporte. Lo conocí por casualidad y es la clave de que haya mejorado tanto, recomiendo a todos los deportistas que quieran empezar en esto que intenten buscar a un entrenador o a alguien conocido que les ayude a controlar y conocer todos los entresijos que rodean a este deporte. Que no es fácil.
A partir de febrero, cambio radical. Empecé a entrenar casi a diario. En la natación, pasé de ir a la piscina de vez en cuando y "pasar el rato" a realizar 3 sesiones por semana centradas única y exclusivamente en la técnica, empezando con 1 km y estando ahora más cerca de los 2 km por sesión. En la bici, la verdad, aún estoy en pañales. Pero también he pasado de montar por 1ª vez en una "flaca" en diciembre a disputar el sector ciclista en el olímpico a una media de 36 km/h a base de rodar, rodar y rodar (ésa es la clave). Y en la carrera, con las series saliéndome por las orejas he pasado de rodar a 4'10" el km a 3'50"/km en una competición de 10 km, consiguiendo realizar los 5 km del sector de carrera en los triatlones sprint con una media algo inferior a 4'/km.
Resumiendo, después de 13 meses triatléticos soy capaz de realizar en buenas condiciones un triatlón olímpico y quedar en mitad de tabla en un triatlón sprint. Siendo realistas, se puede decir que soy un "popular del triatlón": en natación y ciclismo me falta un mundo, en carrera ya me defiendo. Pero estoy dentro. Quiero decir que cuando voy a un triatlón, ya soy uno más, no ése al que le van a sacar las pegatinas y va a llegar de milagro con la cara de asustado que tiene (y olé por él, que viva el triatlón popular). Y ese es un gran paso (y varios meses de entreno).
Por el camino, eso sí, miles de experiencias gratificantes: de conocer a gente como Emilio, su grupo de entreno con gente fantástica, otros como Juan Sotomayor y su ánimo incansable, salidas en bici con un montón de amigos (Oscar, Josito, Juan José...), bajar más de 4 minutos en algunas carreras populares en pocos meses, realizar 4 triatlones en 4 semanas consecutivas y 2 en menos de 24 horas, nadar 45 minutos en el mar sin notarme cansado (esto sí que es un gran logro, os lo digo de verdad), conseguir que mi novia acepte mi nueva condición de "enfermo del triatlón" y lo vea como algo normal (este es el paso más difícil y más gratificante de conseguir), no tener sobrecargas después de una carrera, disfrutar con un buen entrenamiento...¡con lentillas!, conocer nuevas rutas increíbles por nuestra espectacular costa gallega (Galicia Calidade)... vamos, que no me puedo quejar, he llegado algo tarde pero he llegado muy bien... y para quedarme (toquemos madera).
El siguiente piso ya es más difícil de subir. Consiste, básicamente, en mantener el nivel de carrera o aumentarlo ligeramente. Hasta ahí bien. Ahora viene lo difícil: tengo que aprender a nadar, ese será mi objetivo principal este otoño e invierno (y primavera...), conseguir mejorar mis tiempos en natación; también aumentar mi nivel en la bici, aprender a rodar en grupo, y eso se consigue a base de kilómetros. Será un piso complicado, que tendré que subir por unas escaleras muy empinadas, porque el ascensor seguramente esté averiado. Para ello tengo por delante varios meses, para conseguir ser competitivo entre los populares. Sí, es complicado. Pero nadie dijo que fuera fácil. Eso sí... ¡que me quiten lo bailao... y las ganas e ilusión de intentarlo! ¡Bienvenidos al nivel 2!
 

sábado, 8 de septiembre de 2012

27ª COMPETICIÓN: WILD WOLF TRIATHLON SERIES BY POLAR LA CORUÑA: ¿QUIÉN DIJO MIEDO?




 
Domingo, 2/9/12, 8:15 h., Wild Wolf Triathlón Series by Polar, La Coruña         
Distancia: Olímpica: 1.5 km (1 vuelta) + 37.5 km (5 vueltas) + 10 km (4 vueltas)
Inscripción: 31 euros (federados)             Trayecto: 26 km - 26 min.                            
Dificultad: baja (dependiendo del estado del mar, sector ciclista y de carrera llanos).
Tiempo: 2h 13' 11"      Tiempo del 1º: 1h 55' 40" (-17'31")
Puesto: 56 de 199          Repetiría: SI (contando los días para hacerlo...)
Avituallamiento: agua, zumo, barrita, sandía (+ camiseta)
 
Voy o no voy. Me atrevo o no me atrevo. Camino o reviento. Por un lado, la cercanía y el perfil llano del recorrido me animan a probar; por otro, el posible estado del mar y la distancia me lo desaconsejan. Pero... ¿quién dijo miedo? Poco más de 3 meses después de debutar en el mismo escenario en el triatlón popular de Coruña, me encontraba en la línea de salida preparado para realizar mi primer triatlón olímpico. Pero empecemos, como debe ser, por el principio.
5:30 h. de la matinee. Sí, sí, habéis leído bien. Menos mal que me queda al lado de casa, porque si vienes de lejos ya no te vale la pena ni acostarte. Quiero pensar que este horario se debe a las mareas, porque el paseo marítimo se corta en Coruña cada 2 por 3 para otros eventos deportivos. En fin, desayuno sin escuchar las quejas de mi estómago, repaso la mochila y con mi fiel escudera Sancha Patri me voy más feliz que una perdiz (y nervioso) a debutar en la distancia. Llegamos a las 7:00 h. a la zona. La zona oscura, diría yo. Noche cerrada. Y sin cortes de tráfico. Bien. Cojo la bici y me voy a
intentar vislumbrar el circuito de bici sin que me atropelle ningún coche. Y me sentí Contador. Nada más empezar a pedalear hacia el Millenium, decenas de chavales salidos de la discoteca (a 50 m. de boxes) me empiezan a animar: "dále Perico", "vamos Indurain", mientras veo a otros cogiendo los primeros conos que habían puesto para señalizar el circuito... sin comentarios. Me centro en calentar. Después de 15 minutos y aún de noche cojo la bici y me voy para boxes. Mi intención era dejar todo y salir a calentar 5 o 10 minutos corriendo, pero la interminable cola para boxes me dice que va a estar complicado. Una única fila con todos los triatletas de las 2 distancias (que salían una hora más tarde) creo que no es una idea demasiado brillante. En fin, paciencia. 20 minutos después dejo la bici en boxes con el tiempo justo para ponerme el neopreno (imposible calentar) y completar mi primera transición, puesto que ya eran las 8:10 h. La salida, a unos 400 m. de boxes, así que... ¡a correr!

Para acompañar, gran desnivel y la arena que parecía gravilla. Imposible correr si no querías abandonar antes de empezar. Así que a apurar el paso. Casi 10 minutos después llego a la zona de salida con la lengua fuera y sin tiempo a calentar. Perfecto. Diez minutos de tensa espera y el juez nos dice que podemos calentar un poco que aún están señalizando el circuito (no me extraña, a saber dónde dejaran los conos los de la discoteca...). No me lo pienso y me lanzo al agua a bracear un poco. El agua, algo fresca pero tranquila. Eso sí, las boyas demasiado lejos.
Intento nadar un poco hacia ella, pero por más que lo intento no consigo acercarme. Buf, la que me espera. Paciencia. Salgo del agua y me coloco pegado a la derecha. Mi respiración en el agua es mirando a la izquierda, así podré ver al resto de nadadores sin dificultad. Con un poco de retraso, que permite que salgan los primeros rayos de sol, se da la salida. El recorrido, que en un principio iba a ser a 2 vueltas saliendo y volviendo a entrar, se modifica a última hora y pasa a ser a 1 sola vuelta, con las boyas a una distancia que mis lentillas me permiten adivinar.
Gracias a Neptuno, el mar está muy tranquilo (para ser Riazor) y no hay que preocuparse del oleaje. Sólo de darle a los brazos. Somos unos 230 valientes. Jose, tranquilo, no te aceleres. Mi "autoánimo" surte efecto e intento llevar un ritmo diésel. Con una salida increíblemente limpia, consigo mantenerme cerca de un buen grupo y llego a la 1ª boya sin cansarme demasiado, aunque veo que me estoy quedando un poco. Es igual. Si tengo fuerzas ya aceleraré al final. Cuando quedan unos 500 m. levanto la cabeza y veo ya a algunos corriendo hacia boxes.
Intento acelerar pero es inútil. Mi deficiente técnica lo único que va a permitirme es cansarme y agobiarme. Así que sigo a lo mío y en los últimos 200 m. nos juntamos 4 o 5 nadadores buscando llegar por delante. Yo no me escondo y peleo mi posición, consiguiendo llegar "dentro del pelotón", marcando 31'39" (parcial 124), a casi 10 minutos del 1º (mejor no decir nada, no?). Pero yo muy contento. Lo peor ya había pasado y el tiempo era el esperado. Los nervios no me recuerdan mirar hacia atrás para ver mi posición y sin perder tiempo llego a boxes. Con una transición increíblemente rápida (puesto que había que meter el traje, gorro y gafas en una bolsa) intento recuperar alguna posición ya desde el primer metro. El recorrido ciclista (llano) consistía en dar 5 vueltas de 7.5 km desde el Millenium hasta la Casa de los Peces por el paseo marítimo. Al poco de salir, me pasan 3 ciclistas como motos que van dándose relevos. Intento engancharme a ellos, pero 300 metros después me doy cuenta que no es mi ritmo y con mucha rabia me descuelgo pensando en lo que quedaba...
Por suerte, con tantos participantes había corredores por todos lados y poco después formamos un pequeño grupo. Faltos de experiencia, intentamos tirar cada uno con nuestras fuerzas mientras el resto se enganchan detrás. Viendo que el esfuerzo no ayuda a recortar diferencias, me relajo un poco intentando disfrutar de la carrera. Justo en ese momento nos pasa la moto de cabeza de carrera y nos enganchamos a ese grupo como si nos fuera la vida en ello. Poco a poco, el pelotón se va haciendo más grande, hasta llegar a unas 50
 unidades con el paso de las vueltas. En este grupo van los mejores (con una vuelta de más) y para mí es un orgullo mantenerme con ellos, así que mi objetivo de aquí al final del segmento ciclista es mantenerme en el grupo, tirar sería una locura. En la última vuelta, cuando el grupo de cabeza se mete a boxes, quedamos unos 35-40 y confiando en mi sector de carrera me mantengo protegido en el grupo. A pesar de tener que recuperar terreno tras cada rotonda, me mantengo sin muchas dificultades y en los últimos 300 m. hago un esfuerzo para 
colocarme de los primeros (ayudado por "la línea de transición", que algunos pensaron que era antes de la acera y quedaban unos 200 m. en la bici por el paseo). Completo los 37.5 km en 1h 02' 26" (parcial 72, 36 km/h) a sólo 3 minutos del mejor parcial, realizando el sector ciclista más cómodo en mi corta carrera como triatleta, a rueda en un grupo (ahora tengo que aprender a dar relevos...). Con una rápida T2 salgo de los primeros en el gran grupo animado por el speaker que avisa a "los espectadores" que llega el gran grupo. Es mi momento.
Después de 2 buenos sectores no puedo fallar en el que mejor se me da. Había nadado sin golpes entre más de 200 personas haciendo un buen tiempo y había sobrevivido a las rotondas en un grupo enorme durante más de 30 km. Tenía que darlo todo. El día, espectacular. El recorrido, 4 vueltas (llanas con un pequeño repecho de 30 m. al llegar al Millenium) de 2.5 km por un paseo lleno de gente. Nada más empezar, me adelanta Javichín (un triatleta conocido en este mundillo). Yo, sin saber que me llevaba una vuelta, me pego a él buscando un buen ritmo, pero a los 300 m. me veo un poco fuera de punto, saliendo tan fuerte de la transición, y le dejo ir unos metros confiando en recuperar en la última vuelta. Gracias a eso, el ritmo ya es bueno desde el principio. Mi objetivo, bajar de 40' en estos 10 km. Las piernas y, lo que es más importante, la cabeza, respondían. Al terminar la 1ª vuelta mi reloj marca 9'30" y me sorprendo, me parece demasiado rápido pero yo sigo a lo mío. Veo a mi hermana con su novio animándome sentados en un banco y me dan ganas de tirarles el agua. Al final, me la echo yo por la cabeza.
En la 2ª vuelta estamos corriendo más de 400 triatletas, puesto que nos juntamos los del sprint y los del olímpico, por lo que no sabías si adelantabas a uno del olímpico, si te adelantaban del sprint, si te sacaban 1 vuelta... Yo a lo mío. De repente me pasa Emilio, mi entrenador, que participa en el sprint. Intento pegarme a él pero esto no es la bici, va como una bala y me "saca las pegatinas". Intento mantener el ritmo y al terminar la 2ª vuelta me doy cuenta que lo consigo. En la bici sólo me había tomado un gel (en la 2ª vuelta) y un bote de agua y otro de aquarius. En esta 2ª vuelta de carrera tenía pensado tomarme el otro gel, pero las sensaciones eran tan buenas que no quise arriesgarme a que me sentara mal (nunca tomé ninguno en carrera) y decidí acabar la carrera sin tomar nada más. En las 2 últimas vueltas intento seguir mi ritual, aumentar el ritmo poco a poco marcándome pequeños objetivos. El repecho del Millenium se empieza a hacer duro, pero aún me quedan fuerzas. Consigo aumentar el ritmo en la última vuelta, algo sorprendido con el tiempo que marcaba el
reloj, lo que me ayudó a utilizar mis últimas fuerzas en un último arreón a falta de 200 m., con la única pega de tener que parar en seco en la línea de meta para enseñar el dorsal, acabando los 10 km en 37'26" (parcial 33), a 5 minutos del mejor parcial. A mi modesto entender, no creo que siendo mi debut en olímpico y después de 1h y media de esfuerzo pueda bajar mi mejor marca en 10 km en 1 minuto y medio, pero si estaba bien medido para mí es una marca increíble. El tiempo final, 2h 13' 11", puesto 56 (a 17'31" del ganador). Es decir, 15 minutos menos del mejor tiempo previsto... ¡Vaya subidón! Además, las sensaciones fueron buenísimas y no llegué nada asfixiado a meta. Sin querer pecar de prepotencia, se me hicieron más duros varios de los triatlones sprint realizados este verano. Así que todo salió redondo. Buen tiempo, buena participación, buen recorrido, gran tiempo. Mejor casi imposible. Para recuperar, había un stand con botellas de agua, una bebida de color naranja en vasos mezcla de zumo y aquarius, sandía (no me gusta) y barritas.
Con este gran resultado termina mi verano triatlético, mejor sabor de boca imposible. Ahora toca descansar, entrenar y marcarse nuevos objetivos (aún no sé en qué orden), buscando que las próximas carreras salgan al menos tan bien como ésta. Por último me gustaría destacar que mi entrenador Emilio, que participó en el Sprint, terminó 2º y estuvo a punto de llevarse la victoria... ¡enhorabuena, crack! Por mi parte, intentaré participar en algunas carreras populares que me motiven cerca de casa con la cabeza ya puesta en los triatlones del año que viene y en debutar en la distancia de medio ironman... pero para eso aún quedan muchas semanas de entreno, que por supuesto os iré contando desde aquí. Ahora, a disfrutar de los resultados y a entrenar con más ganas para intentar escalar posiciones el próximo año... Por último, os dejo aquí un par de fotos, con mi incansable escudera Patri y con mi hermana Almu y su novio Jose, animadores y fotógrafos por un día... ¡buenas carreras!

martes, 4 de septiembre de 2012

57ª SEMANA DE ENTRENO: YA SOY "OLÍMPICO"

Que más quisiera... Eso sí, este fin de semana me he sentido como Javi Gómez Noya, completando un triatlón de distancia olímpica por 1ª vez. Y es que no podía dejar pasar la oportunidad de disputarlo al lado de mi casa, en La Coruña. Por lo que esta semana y sus entrenos han estado enfocados única y exclusivamente en llegar en las mejores condiciones posibles a la prueba. Y creo que lo conseguí. La semana fue así:

Martes, 28/8/12: Carrera: 1h - 13 km (3 x 3000). Acabé roto.
Miércoles, 29/8/12: Natación: 48' - 1.8 km (en playa de Miño) + Ciclismo: 1h 17' - 33.5 km.
Jueves, 30/8/12: Carrera: 45' - 9 km (4 x 1000 a 3'45"). Bien.
Sábado, 1/9/12: Natación: 15' - 400 m. + Ciclismo: 20' - 7 km + Carrera: 7' - 1 km.
Domingo, 2/9/12: Wild Wolf Triathlon Series by Polar La Coruña, Olímpico (1500 + 37.5 + 10): 2h 13' 11". Puesto 56 de 199.

Después de un verano cargado de triatlones sprint, tocaba ponerle la guinda con este olímpico y ver si mi entrada en el triatlón va por buen camino. La ocasión, inmejorable. Y un montón de dudas: ¿cuánto entrenar para no pasarme y llegar perfecto? ¿qué comer durante la carrera? ¿y los días previos? Vamos, que me harté de preguntar y leer revistas y foros. Al final, dudas resueltas pero nervios a flor de piel. El martes se encendieron las alarmas. Me tocaban series de 3000 m., pero con el tri de Miño tan reciente (2 días antes) mi cuerpo no respondió y solamente pude hacer "bien" la segunda serie, todavía me cuesta hacer series de esta distancia. El resto de días fueron más suaves para que no se repitiera lo del martes y solamente hice natación el miércoles para llegar descansado y con ganas de bracear. El día de la prueba estuvo un tiempo genial, lo peor es que empezábamos a las 8 y cuando llegué al circuito no se veía nada, pero en cuanto dieron la salida me encontré genial. Pero esto ya lo contaré en la crónica. Sólo adelanto que fue una prueba espectacular, muy rápida, que me encontré genial y por dar un detalle hice mi mejor marca en 10 km después de hacer natación y bici... eso quiere decir que me viene bien calentar mucho antes de las carreras...jajaja Así que ahora toca descansar esta semana y pensar si desconecto ya (entre 3 semanas y 1 mes) o sigo un poco hasta octubre disputando algunas carreras populares que me apetece probar. Voy a meditarlo con mi novia, que es la que manda. ¡Buena semana!