jueves, 29 de septiembre de 2016

TEMPORADA 6 (SEMANA 1): ABRIENDO UNA "NUEVA TEMPORADA" CON ILUSIÓN

Sí, es cierto. Este año no ha habido ese mes de relax total de desconexión. Lo más parecido han sido esas 2 semanas de vacaciones a principios de agosto que parecían marcar el final de la temporada, pero la prueba de Riaño volvió a engancharme de tal manera que ya no paré más. De todas formas, la vuelta al trabajo, a la rutina y a bajar el ritmo de entrenos, sin objetivos claros y con ganas de "empezar desde el principio" me llevan a pensar en una nueva temporada, para variar, tremendamente ilusionante en la que mi idea inicial es seguir con el trail y volver, de vez en cuando, al triatlón.
En lo importante, todo seguirá como este año, entrenando de la misma forma aunque intentando subir un puntito más el nivel y en cuanto a pruebas trataré de no repetir demasiado, buscar nuevos retos, carreras que me llamen la atención, competiciones por etapas, triatlones por equipos, quizás el Ironman (dejo esa puerta abierta) y ya veremos lo que va surgiendo.
Por el momento, muchas ganas y una primera locura a la vuelta de la esquina, un trail en la Ribeira Sacra este domingo de nada más y nada menos que 50 km. Y es que me tenía tan buena pinta que no podía decir que no. Creo que mis piernas aún tienen memoria de la Riaño Trail Run, pero tampoco voy en plenas condiciones; objetivo, divertirme y llegar a meta con la ilusión de seguir mejorando... GO!

TEMPORADA 6 (SEMANA 1): HOJA DE RUTA

Lunes, 19/9/16: Ciclismo: 1h 50' - 46 km.
Martes, 20/9/16: Carrera (trail): 1h 15' - 13 km
Miércoles, 21/9/16: Abdogym 20' + Carrera: 45' - 10 km
Jueves, 22/9/16: Ciclismo: 1h 40' - 39 km
Sábado, 24/9/16: Carrera (trail): 3h - 28 km
Domingo, 25/9/16: Ciclismo: 2h 15' - 56 km

Ciclismo: 3 sesiones - 5h 45' - 141 km
Carrera: 3 sesiones - 5 h - 51 km
Gym: 1 sesión - 20'
TOTAL: 7 SESIONES - 11 HORAS


Ojo, primera semana del año. Ya, me he pasado, tendría que estar por las 5-6 horas como mucho. Pero tiene explicación. El domingo toca una prueba de más de 7 horas y no podía relajarme demasiado. Creo que ha sido una buena semana, con bastante intensidad entre semana para ser inicio de temporada y con un buen machaque el finde, en donde el cuerpo respondió bastante bien y me hace ir con bastante optimismo a la prueba en Orense.

TEMPORADA 6: AVANCE SEMANA 2: I TRAIL RIBEIRA SACRA
Y para empezar... un trail de 50 km con más de 6000 metros de desnivel; no está mal, no? La verdad es que llevaba un par de meses con ganas de participar, pero sabía que no me cuadraba muy bien. Al final pudieron más las ganas y estaré en la línea de salida en el mejor estado de forma que puedo tener en estos momentos. Me tomaré la semana con cierta calma, con entrenos cortos e intensos hasta el jueves y luego intentaré coger fuerzas y descansar para divertirme el domingo, una buena piedra de toque para iniciar mi 3ª temporada en las carreras de montaña. Obviamente, después bajaré el pistón y me centraré en ganar fuerza, técnica...
PD: ya, ya, estos días sin falta mando las crónicas de las últimas carreras para cerrar la 5ª temporada y hacer un resumen... buena semana, salud y kilómetros!!
También os dejo un enlace al vídeo oficial de la Riaño Trail Run, piel de gallina... ¡disfrutarlo!

VÍDEO OFICIAL RIAÑO TRAIL RUN

jueves, 22 de septiembre de 2016

TEMPORADA 5 (SEMANAS 50 y 51): RESETEO ON

Increíble. En el mes de agosto estaba deseando desconectar, olvidarme un poco de entrenos, carreras... hasta que llegó mi "invitación" a la Riaño Trail Run de principios de septiembre. Entonces, tocó ponerse el mono de trabajo y emplearse a fondo para disfrutar de la prueba. El resultado: lo pasé tan bien que ya estoy con un montón de ganas de volver a empezar, mirando carreras y programando la ¿siguiente temporada? o la continuación de esta misma. Eso sí, con cabeza, entrenando sin mucha intensidad y cogiendo ritmo poco a poco. La última semana antes de la cita traté de mantener el cuerpo activo pero sin mucha carga. Creo que acerté. Fue una experiencia espectacular (como bien pudisteis apreciar si leísteis la crónica), aunque acabé bastante cansado y decidí darme "la semana libre", únicamente interrumpida por acompañar a mi compi Pablo en su último entreno largo de cara a la Ultra Pirineu (a la que también estaba apuntado y no me tocó el sorteo). Las sensaciones, a pesar del parón, no fueron malas, así que digamos que ya estoy de vuelta al ruedo... El cuerpo es una máquina, pero la mente es increíble... GO!!

TEMPORADA 5 (SEMANA 50): HOJA DE RUTA

Lunes, 5/9/16: Natación: 25' - 1 km + Gym: 30' circuito
Martes, 6/9/16: Bike 45'
Miércoles, 7/9/16: Carrera (trail): 55' - 11 km
Viernes - Domingo, 9-11/9/16: RIAÑO TRAIL RUN: 17 h. - 100 km

Natación: 1 sesión - 25' - 1 km
Ciclismo: 1 sesión - 45' - 20 km
Carrera: 4 sesiones - 18 horas - 111 km
Gym: 1 sesión - 30'
TOTAL: 7 SESIONES - 19 h 40'

Semana tranquila y finde inolvidable, seguramente la mejor experiencia deportiva de mi vida (hasta el momento). Una buena muestra de lo que es la élite y un "amor a primera vista" de las carreras por etapas. Casi 20 horas de machaque, toca reposo.

TEMPORADA 5 (SEMANA 51): HOJA DE RUTA

Sábado, 17/9/16: Carrera (trail): 2h 50' - 27 km

No tenía pensado hacer nada, solamente recuperar para volver con más ganas, pero me apetecía acompañar a Pablo en su último entreno previo a su gran objetivo y las piernas respondieron. Motivación ON y ya tengo la rutina de entrenos metida en el cuerpo.


TEMPORADA 5: AVANCE SEMANA 52: COGIENDO IMPULSO
La verdad, no sé cuánto tiempo es necesario parar o desconectar para hablar de un "cambio de temporada". En mi caso, no sé si el parón fue ya en agosto o si sirve esta semana casi en blanco. Lo cierto es que mi cabeza, después de la Riaño, está motivada y con ganas de mejorar. Y así como quién no quiere la cosa, ya estoy apuntado a un trail de 50 km en la Ribeira Sacra dentro de 10 días, en vistas el de Montefaro, A Capela, Serra da Groba... que el ritmo no pare. Vamos a ver si esta semana el cuerpo sigue a la cabeza y responde para volver a coger esa rutina de entreno diario por semana y tirada larga el fin de semana. Esperemos que sí y que siga la progresión que mantuve este año... ¡buena semana, salud y kilómetros!

PD: no me olvido que aún me quedan 4 crónicas de carreras por contar, todas se merecen su "hueco" y por supuesto que tengo muchas ganas de escribirlas, a ver si encuentro el momento que se merecen para que os animéis a correrlas, merecen la pena!!


miércoles, 14 de septiembre de 2016

126ª COMPETICIÓN: RIAÑO TRAIL RUN: UNA AVENTURA INOLVIDABLE

RIAÑO TRAIL RUN (Edición 0)
Fecha: 9-11 SEPTIEMBRE 2016 (Viernes a Domingo)
Lugar: Riaño (León)
Formato: Carrera de montaña por etapas (3)
Distancia: 136 km (43 + 45 + 48 km)
Desnivel: 17000 m. (10000 + / 7000 -)
Dificultad: muy alta
Inscripción: gratuita
Tiempo: 17 horas (acumulado 3 etapas)
Avituallamientos: isotónico, frutos secos, agua..
Puntuación: 10/10
Repetiría: SI
PÁGINA WEB (INFO)

Espigüete, Leo Harlem, Gilbo, mousse de limón, Caín, campamento, Riaño, aventura, compañerismo, sufrimiento, paisajes, agujetas... FELICIDAD. Ya, que no entendéis la mitad de las palabras y no sabéis que significan la otra mitad. Realmente, hasta hace una semana yo tampoco, pero os voy a contar la historia de una de las mejores experiencias de mi vida y, si os gusta la montaña, otro año podrá ser la vuestra.

LA PREVIA
Después de una temporada eterna con un montón de pruebas de distinto tipo y con el punto y final en la durísima ultra de Somiedo, me encontré por el facebook con un cebo en forma de prueba difícil de resistirse, y aunque mis piernas pedían descanso empecé a salivar como los perros de Pavlov. La oferta era la siguiente: se buscan aventureros-locos-osados para compartir 4 días de convivencia con algunos de los mejores corredores del mundo por los Picos de Europa y su entorno en una carrera de 3 etapas con unos recorridos espectaculares y limitada a 35 corredores. Ojo, la guinda: todo pagado. No, no estoy de broma. Eso sí, pensé que no me tocaba ni de broma. Así que en vez de mandar un pergamino de "ironman" sacado del facebook, resumí en un par de frases mis ganas e ilusión por ser uno de los elegidos.
Y me tocó. Cuando vi mi nombre en el facebook parecía que me había tocado la lotería, hasta que 10 segundos más tarde me dí cuenta que llevaba 3 semanas sin hacer nada. ¿138 km con 17000 de desnivel? ¿Estamos locos o qué? No quedó otra que, como un niño con zapas nuevas, ponerme a recorrer los montes coruñeses de norte a sur y de este a oeste, sin dejarme ningún camino, senda o pista forestal. Y después de la paliza física, tocaba la mental, porque ni siquiera el Inspector Gadget tenía una lista como la mía de cosas que llevar a la expedición... ¡¡si me llevé hasta el spray antimosquitos y la manta invernal del sillón!! Con el maletero cargado hasta arriba y un montón de ganas de empezar, salí el jueves por la tarde rumbo a Riaño, zona 0 de la prueba, sin saber que lo que me iba a encontrar iba a ser infinitamente mejor que lo que me esperaba. Allá vamos.

FORMATO DE LA PRUEBA
3 etapas, de viernes a domingo, con salidas en distintos puntos y un campamento base, en el camping de Riaño. Desde allí, desplazamiento en buses a la salida y al terminar de nuevo a Riaño. Comidas, cenas y pernocta en tiendas de campaña con vistas espectaculares. Más voluntarios y organizadores que corredores. Simplemente espectacular. Además, el sábado de noche disfrutamos de un monólogo de Leo Harlem y un concierto de Juan Perro con la Orquesta Sinfónica. Y la recepción de corredores se abría el jueves por la mañana (día 8) hasta el lunes al mediodía (día 12). Repito, by the face (en mi caso, by the facebook).
JUEVES, 8/9/16 (Llegada al campamento)
Después de 4 horas de viaje llego anocheciendo al campamento base en torno a las 20:15 h., pensando que me perdía el briefing (previsto para las 20:00 h); pero Depa, "presentador" y cara visible de la organización, un tío de esos que, junto a Nadal, Noya, Gasol y compañía debería ser eterno porque haga lo que haga, lo hace bien (genio y figura), me da el dorsal y 15 minutos de margen para situarme y volver al restaurante para la cena. Perfecto, aparco el coche al lado de las tiendas, busco la mía, descargo medio maletero (colchón, saco, manta, bolsas, zapas... ni el decathlon) y sin tiempo para más al restaurante de nuevo, pegado a las tiendas, todo muy cerca. En el piso de arriba tenían preparadas unas mesas y nos fuimos sentando donde había hueco.
En mi camiseta, hecha para la ocasión con la bandera de mi tierra y los escudos de mis equipos (Club Atletismo Sada y Triatlón Coruña), ponía detrás mi nombre, Jose, aunque debería haber puesto Wally, porque allí estaba yo como un elefante en una cacharrería. Os pongo en situación: mi 2º año haciendo trail, popular, sólo me suenan Kilian y Hernando... Antes del 1º plato, saludo al de la derecha, "un tal" David López Castán, corredor internacional de La Sportiva, ganador de un montón de ultras; al lado, "otro desconocido", Miguel Caballero (a la postre "alma mater" del grupo, un corredor inmenso con alma de monologuista que destila buen rollo y claro ejemplo de los valores que debe tener un crack del deporte), otra bestia de la montaña y yo no sabía ni quiénes eran. Pero es que en pocos metros
cuadrados estaban las páginas finales del álbum, esas donde pone "cracks edición limitada": los hermanos Heras, Iker Karrera, Nerea Martínez, Javi Domínguez, Yeray Durán, Gerard Morales... y yo allí, plantado con mi camiseta de Wally intentando adaptarme al entorno. Pero en menos de 5 minutos ya estábamos todos hablando como si nos conociéramos de toda la vida, disfrutando de la pasta, el pollo y, por supuesto, una mousse de limón que se convirtió en el plato estrella de todo el fin de semana. Después de la cena tocó el briefing con una pequeña presentación de cada uno en donde ya se pudo adivinar uno de los puntos esenciales de la aventura: el buen rollo. Unas cuántas risas que desaparecieron en cuanto Depa, Miguel y Felipe nos empezaron a hablar de kilometros, desniveles y horarios.
Madrugón para empezar. Dejo más o menos todo preparado para el día siguiente y a dormir. 6 horas después escucho al gallo y las cremalleras de mis compañeros, me ahorro la alarma y en plena oscuridad me transformo en ultrero y repaso por 5ª vez la mochila con el móvil, comida, sales... El bus sale a las 7:45 h. y llegamos a Velilla del Río Carrión en torno a las 8:30 h., con un despliegue importante para los poquitos corredores participantes. Pasamos el chip, nos colocamos bajo la salida, suelto nervios con un par de fotos, busco un notario para hacer el testamento y tras una pequeña cuenta atrás y muchos aplausos, a las 9:00 h en punto... ¡comienza la carrera!

ETAPA 1 (43 km, 5400 m. desnivel): 8h 20'
Esta primera etapa constaba de 43 km desde Velilla del Río Carrión hasta Boca de Huérgano, con el plato fuerte de la subida al Pico Espigüete, 3 avituallamientos y 9h 30' más que suficientes (a priori) para terminar sin problemas. La idea de la organización, tras la reunión de ayer y como edición 0 "experimental", fue la de salir en grupo hasta el km 23 (refugio de Mazobre) y luego dar desde allí la "salida oficial" cronometrada hasta meta. Perfecto. Iba a compartir 23 km con la élite, como para decir que no.
Salimos del pueblo y entramos en un sendero llano sin mucha dificultad, que poco a poco se iba inclinando hacia arriba, pero los continuos reagrupamientos me llevaron a mirar el reloj sobre el km 4 y pensar que aquello iba a estar chupado (iluso, zasca en toda la boca). Los 2 grupos presentes en carrera (élite y populares) se rompieron en los kilómetros finales de subida al Peñón de Arbillos, una pista eterna con Lorenzo en todo lo alto que nos regaló las primeras vistas espectaculares. Pensando en lo que quedaba y en que nos íbamos a juntar más adelante, decido quedarme con Irene, una de mis compañeras de cena que va por atrás, pero veo que la cuerda se estira demasiado y dejándola en buena compañía aprieto un poco el ritmo, lo justo para unirme a Juanra (otro compañero de mesa) y Raúl (mi "vecino" de tienda).
A la postre, se convertirían en mis "hermanos" de aventura y con los que compartí más tiempo y confidencias, 2 grandes deportistas y mejores personas. Al coronar Arbillos vemos a todos parados esperando y unos minutos después reanudamos, esta vez en una bajada sin demasiada dificultad pero con mayor ritmo. La utopía de grupo unido con niveles tan dispares ya no existe y, al menos, conseguimos llegar al primer avituallamiento (km 15) cerca de los cracks, iniciando la subida al Pico Espigüete cerca de 30 corredores. ¿En serio vamos a subir por ahí? Después de llanear un rato por pista giramos a la izquierda y para arriba. Una subida bestial digna de Spiderman, con piedra suelta y tramos de agarrarse hasta con los dientes. Una vez arriba, el cresteo (que para mí duró siglos) no fue menos espectacular. Pobre el que tuviera vértigo. Y que voy a decir de la bajada, inventé el cangrejo invertido para no abrirme la crisma, mientras Juanra y Raúl se partían. Buff, lo que me quedaba por delante.
Viendo mi ritmo-tortuga, Juanra y Raúl deciden seguir su ritmo y yo simplemente sobrevivir. El último kilómetro en descenso hasta el refugio de Mazobre me pareció la 2ª parte de la historia interminable, con piedras sueltas y tojos por todas partes. Por fin!! Llego al refugio y allí nos esperan los primeros. 5 minutos justos para recuperar y dan la "salida cronometrada" a los 23 corredores que estábamos preparados. Mientras veo el polvo que levantan como si no hubieran hecho los km anteriores, analizo la situación (quedan 20 km y llevamos más de 4 horas) y salgo a velocidad de caracol, acompañado de Raúl que decide la misma opción. Última subida de la etapa, 5 km hasta los "Altos de Martín Vaquero", con alguna cascada donde aprovechamos para sacar fotos y tomárnoslo con relativa calma. Pero esa calma de subida por pistas corribles se convirtió en tempestad al ver la "bajada sorpresa" que nos esperaba.
Me despido de Raúl nada más empezar y busco otro compañero: David, otro corredor (patrocinado por la marca WAA) que bajaba por esos "acantilados" igual que yo, sentado. Qué barbaridad, me clavo tojos en "modo puercoespín" por todo el cuerpo pero solamente pienso en no abrirme la crisma. Sin duda la zona más técnica de toda la prueba. 500 metros después pasamos de rappelar a bajada difícil y David se me escapa, aún sigo recuperándome del susto. Último tramo corrible por pista y llego al último avituallamiento (km 34), justo cuando sale David a hacer los 8 km finales. Respiro mientras mi reloj marca más de 7 horas y mis piernas piden papas. "Va, Jose, 8 km de pista, un paseo". Automotivación ON. Salgo a todo lo que dan mis piernas y cojo a David a falta de 5, con el sol tostando de lo lindo. Pasamos un pueblo, otro, otro más y cuando el gps nos dice que ya llegamos... ¡nos dicen que faltan 4! ¿Pero lo de Leo Harlem no es mañana?
Toda la fuerza que le quedaban a mis piernas se disipa instantáneamente con el bajón mental de 4 km más. Por suerte, en buena compañía y con una fuente milagrosa en la que casi me hago unos largos, consigo atravesar el arco de meta junto a David en 8h 20', casi nada al aparato. Palizón para empezar. Fundido, consigo llegar al estilo Robocop al bus mientras pienso en todo el viaje de vuelta en no salir al día siguiente.
Ducha, cena reconstituyente (qué forma de comer) y briefing con opiniones de la etapa realizada. Hubo comentarios de todo tipo (dentro del ambiente happy), pero los organizadores viendo los tiempos (sólo acabamos 25) y lo que quedaba decidieron modificar las siguientes y para la 2ª etapa dieron 3 opciones: hacer los primeros 14 km (los más duros), los 31 siguientes (no tan técnicos) o toda. Buen regalo que me iluminó la cara y albergó un rayo de esperanza en mi cabeza para ser de la partida al día siguiente. A dormir!!
Entre ronquidos, visitas a Roca y cremalleras (por no hablar del gallo), me alimento de 5 horas de energía, suficientes para decidirme por la opción de los 31 km y no jugármela en la bajada inicial que avisaban aún más dura que la del viernes. Eso sí, el madrugón me lo como igual y a las 7:15 h. salimos hacia Caín (1h 20' de viaje) aún sin poder abrir los ojos del todo. Por suerte, el crack de Miguel Caballero nos ameniza el recorrido y me ayuda a despertar con una sonrisa.

ETAPA 2 (45 km, 7500 m. desnivel): 5h 20' (últimos 31 km)
Ya en Caín, les deseo suerte a Raúl y Juanra (que deciden hacerla entera) y confío en que lleguen a la meta en la Ermita del Pontón. Un grupo de 8 vemos salir a los valientes a las 9:00 h. en dirección al pico de Picón, 5 km en los que se salvan 1500 metros de desnivel positivo, mucha tela. Sin olvidar la posterior bajada, hacia el mirador del Tombo de más de 4 km y aún más complicada (en un principio, aunque al final no fue así) que las del día anterior. Según los organizadores, los primeros cubrirían los 14 km iniciales en 3h 30' y los populares entre 5 y 6 h... sin comentarios, no? Los 8 "vip" que decidimos saltarnos esos 14 km completamos el trazado (en bus) en apenas 20 minutos, por lo que tomamos la salida a las 10:10 h. desde el mirador del Tombo (km 14) (sólo los 6 populares, Yeray Durán y Gemma Arenas lo harían a las 10:30 h. desde ese mismo lugar) muy contentos pero sin tiempo a respirar, con las manos a los cuádriceps. Tocaba, como no, subir.
Prácticamente 11-12 km en ascenso (también de temperaturas) era lo que nos quedaba hasta coronar, así que nos lo tomamos con calma (a excepción de 2 que se van por delante: David, el chico de WAA y Adolfo, un "paisano" de Orense con el que sólo hago la 1ª subida) formando un cuarteto con Irene, Roberto y Raquel. Zonas de pista, tojos, bajadas corribles, más tojos, fuentes perfectamente ubicadas, vistas de los Picos, las vacas... qué diferencia el modo "ca-cos" en compañía, mejor grupeta imposible. Después de un tramo final de ascenso por un bosque increíble donde nos adelantan Yeray y Gemma corriendo en subida (creía que era imposible en aquella pendiente) y casi sin sudar, comenzamos a bajar hacia el Refugio de Vegabaño sin punto de comparación con el día anterior, prácticamente corremos todo el tiempo y llegamos al km 28 muy contentos en 2h 20'. Nos quedamos un rato de palique mientras mis compañeros se ponen las botas en el avituallamiento... ¿pero se puede seguir corriendo con todo eso en el estómago? Tiro por ellos para reanudar porque si nos quedamos 5 minutos más ya nos traen el menú del día. "The show must go on". Que siga la fiesta. Las sensaciones son tan buenas que los siguientes 8 km, la mayoría en
bajada, primero por una zona boscosa con raíces y algo de piedra (aunque corrible) y luego por pista ancha (de darle candela), los completamos en un santiamén, llegando antes de lo previsto al último avituallamiento en Oseja de Sajambre (km 37). Allí nos avisan que los primeros han completado los 14 km iniciales en 2h 20' y nos pisan los talones. "Debe ser una broma, ni las cabras van tan rápido". Aún sin salir de mi asombro y justo saliendo a por los últimos 8 km de etapa, vemos llegar a Miguel Caballero; de verdad que me parece imposible que se pueda correr tan rápido, pena no tener una pantallita para poder ver su carrera en directo. Vamos a por el final. Comparando con las sensaciones del día anterior, el inicio de los últimos km a nivel mental es similar, creyendo que ya estaba el trabajo hecho. Además, una de las voluntarias nos dice que es muy llevadero con sólo 600 positivos.
Nada más salir de Oseja, cuestón de asfalto y a partir de ahí... todo para arriba. Por suerte se acabó el terreno técnico y lo que queda es por pista, senda forestal y algo de asfalto, pero la carretera sigue inclinada para martirizar nuestros gemelos e isquios. Parece que el gel con cafeína, lo único que tomo en toda la etapa, me sentó bien y veo a Raquel e Irene empezando a pedir papas. Intento animar pero el calor aprieta y las cuestas se suceden una tras otra. Para colmo, vemos cómo nos pasan Miguel Caballero y Miguel Heras corriendo en una zona de manos a los cuadriceps... ¿pero estos no andan? TOPS. Llegamos a un pequeño tramo por asfalto donde nos animan varios ciclistas, nos reagrupamos y por mi gps parece que ya estamos cerca. Pero de nuevo entramos a una pista forestal y la última subida es eterna, al igual que los últimos 4 km de la etapa anterior. Como la unión hace la fuerza, Roberto y yo vamos marcando el ritmo y las chicas aguantan... son de otra pasta, qué fuerza.
Por fin "coronamos" y unos voluntarios nos indican que la meta está después de una pequeña bajada a la derecha. A disfrutar. Iniciamos el descenso esquivando (por poco) unos "detalles" que nos dejaron unas vacas, pasamos con dificultad una zona de tojos altos al estilo del laberinto del minotauro y sí, por fin, vemos la meta a unos 200 metros... ¡está hecho! Llegamos al llano con una sonrisa de oreja a oreja, cruzamos un río por un "puente-barra de equilibrio" estilo humor amarillo, porque si te despistabas un poco o ibas justo de fuerzas el chapuzón estaba asegurado y cuando me freno a esperarlos veo a una desbrozadora humana, "alias Iker Karrera", bajando a toda velocidad para llevarse el 3º puesto de la etapa. Buff, con lo que nos ha costado este último tramo como para quitarnos nuestro segundo de gloria al entrar.
Pero como demostraron todo el fin de semana, los cracks son aún mejores personas que deportistas e Iker baja un poco el ritmo para permitir nuestra "entrada triunfal" agarrados de las manos con el aplauso de todo el mundo, parando el crono en 5h 20' en estos 31 km finales de etapa. Y esta vez sí, con una sonrisa inmensa. Nos abrazamos, recuperamos un poco, charlamos con los compis y en breve al bus, de vuelta a Riaño. Después de la ducha nos sobra algo de tiempo, así que aprovechamos para comer y bajar al pueblo con la intención de meter las piernas en el embalse, mientras vemos el triatlón que se está celebrando y que corrí hace 3 años... ¡como cambió el cuento! Antes de bajar, vemos llegar a Juanra y Raúl, que consiguen completar la etapa, demostrando una fuerza física y mental de cracks.
El agua del embalse no está muy fría, pero a las piernas les sienta de maravilla. 15 minutos y vuelta, hoy el briefing se adelanta porque a partir de las 20:30 h. estamos invitados a las fiestas en el pueblo, así que a las 19:00 h. todo el mundo ya está en el camping comentando las buenas sensaciones en la etapa, tanto los que hicieron los primeros 14 km como los últimos. La organización ha hecho pleno y de regalo nos avisan que la última etapa se reduce a la mitad, quedándose en torno a 24 km, por lo que sólo faltan los fuegos artificiales para celebrarlo. Como no los tenemos, nos conformamos con ponernos las botas de nuevo y, por supuesto, tomar otra mousse de limón. Anocheciendo, toda la expedición, convertida ya en una pequeña familia, bajamos andando (en mi caso, con lo que llevaba comido, casi rodando) hasta Riaño (apenas 600 metros) y disfrutamos del monólogo de Leo Harlem y un concierto de Juan Perro con la banda sinfónica. Bueno, de mitad del concierto, porque quedaba otra etapa y algunos optamos por aprovechar las horas para descansar un poco más. De vuelta hacia el camping aprovecho para conocer a una pareja de portugueses con los que coincidí en carrera pero que no tenía el gusto de conocer, muy buena gente y, por supuesto, grandes corredores. Ya en el camping, no me creo que tenga más de 8 horas por delante para dormir, casi me emociono.
El único "pero" es que me tengo que levantar un par de veces al baño y escuchar "el ambiente" en Riaño, pero el cansancio acumulado hace que me duerma en un santiamén nada más apoyar la cabeza en la almohada.
7:45 h. Suena el despertador. Esto es otra cosa, ya es de día y voy a desayunar con tranquilidad, mientras dejo mi teléfono y el reloj a cargar en la "zona de carga habilitada", una mesa con varias regletas donde toda la expedición alimenta sus aparatos electrónicos... ¡no llegaban los enchufes! Las caras no tienen nada que ver con las del día anterior, el optimismo se ha apoderado de todo el mundo y estamos deseando completar la 3ª etapa. Última transformación en ultrero y a las 9:00 h. salimos en dirección a Salamón, un corto trayecto de 30 minutos amenizado por Miguel Caballero que nos sirve para acabar de despertar. En mi caso, para acabar de adaptar la lentilla diaria que tengo que poner después
de perder la lentilla mensual después de la cena de la noche anterior, debió escapar cuando le dije que aún quedaba otra etapa...
9:30 h. Llegamos a Salamón con 30 minutos de adelanto y la mayoría aprovechamos una zona de solete para broncearnos un poco más. Como no me voy a poner a calentar, me pongo a sacar fotos y consigo liar a buena parte de la expedición para una foto grupal, además de seguir aumentando mi "book personal" de la prueba. Ahora sí, 10:00 h., alea jacta est, última cuenta atrás y... "nobody said it was easy".
ETAPA 3 (24 km, 2500 m. desnivel): 3h 10'
Hasta otra Yordas, collado de Lois y primeros 25 km de las previsiones iniciales. La organización, sublime durante todo el evento, decide premiarnos con un lógico y apasionante último día, permitiéndonos tanto dormir bastantes horas como llegar a meta a una hora "decente" y con la sensación de haber terminado un reto apasionante sin morir en el intento. Si hubiéramos tenido que hacer los 48 km marcados en principio, yo aún estaría corriendo.
Aún así, tampoco iba a ser un paseo. Los 24 km de etapa tenían 3 subidas (con el plato fuerte del Gilbo) con sus respectivas bajadas.
Y nada más salir de Salamón, a los 200 metros, y sin tiempo para calentar, primera subida, más de 1 km de ascensión donde se parte el grupo en mil pedazos y los favoritos se escapan levantando el polvo a su paso. Al menos la pista es ancha y podemos pararnos sin miedo a despeñarnos. Después de la buena grupeta que hicimos en la etapa anterior tengo muchas ganas de repetir, pero el tiempo de corte para llegar
al único avituallamiento del día (km 14.5) son 2 horas y no queda más remedio que exprimirse para pasarlo. Aún así, me tomo la subida con relativa calma iniciando el posterior descenso por pista rápida con Raquel, la chica canaria con la que hice la etapa anterior. Pero poco después cruzamos una carretera y los siguientes km son por pista ancha, "mi terreno", así que decido aumentar el ritmo y voy pasando a algunos compañeros como Raúl, Juanra, los chicos portugueses... y me quedo con Aurelio, uno de los más veteranos, también gallego y que correr raids de aventura. Se nota, qué forma de correr. Hacemos juntos una subida dura por asfalto al trote (donde también pasamos a Pablo, representante de Hoka por el sur de España, otro chico que está haciendo un carrerón) y seguimos llaneando a buen ritmo los únicos 2 km de la etapa por asfalto.
Se acabó la tranquilidad. Giro a la derecha y a por la segunda subida, otra pista ancha pero mucho más inclinada que la primera y, por desgracia, también mucho más larga. Aquí Aurelio se me escapa nada más comenzar, y es que la sube corriendo como si fuera llano, me quedo flipando y resoplando. Un poco más adelante consigo hacer una mini-grupeta con la chica portuguesa y otro chico que solamente pudo venir a correr hoy, pero llevan los cascos puestos y tengo que conformarme con tararear la canción de "Sobreviviré" de Mónica Naranjo porque ya llevamos más de 3 km subiendo y no se ve el final. Ahora sí, km 10 y en un pequeño llaneo los dejo un poco atrás y cazo a David, el chico del equipo WAA con el que llegué a meta el 1º día. Iniciamos el descenso juntos y, como el primer día, montamos el show.
Y es que los primeros 500 metros de bajada son muy rotos y verticales, por pista muy estrecha. Bajamos con mucho cuidado, vamos bien de tiempo, y nos pasan mis 2 compañeros de subida y Juanra, que baja como una moto. Después de esta zona bastante técnica, cogemos una pista con ligero descenso y David se queda un poco atrás. Consigo unirme a los chicos portugueses y llegamos a Horcadas en 1h 40', con una pequeña subida por el pueblo hasta el avituallamiento al estilo "Alto Sil", campanas incluidas al paso de los corredores. Piel de gallina, sencillamente increíble. Quedan sólo 10 km, pero desde allí se inicia el último obstáculo del reto, la subida al pico Gilbo, al que ya le tengo ganas después de verlo desde el camping durante todo el fin de semana y tanto que he escuchado hablar de él. Allá vamos. Además, voy a disfrutar de la compañía de Juanra durante todo el ascenso, mejor imposible. Iniciamos la ascensión por una pista que se transforma rápido en campo a través y al levantar la cabeza allí está, esperándonos y haciéndonos infinitamente
pequeños ante su silueta. Nos pasamos gran parte de la subida hablando con la gente que nos vamos encontrando y sacando fotos. Casi en lo alto, vemos a Raúl que viene un poco más atrás, seguramente me coja bajando. Después de 30 minutos de subida sin demasiadas dificultades, sacamos entrada para el espectáculo, un cresteo de unos 500 metros de esos que te quitan el hipo, comparable al de los Bígaros en Somiedo. Obviamente, Juanra y yo nos hacemos un book bastante extenso y, casi con pena, iniciamos el último y peligroso descenso del Gilbo. Muy vertical, con zonas de piedra suelta, zigzagueo... Le digo a Juanra que no sea tonto y que se adelante pero, por si aún me quedaba alguna duda de lo grande que es, decide bajar conmigo y hacer que disfrutase de una bajada tan técnica. A mitad de la bajada, nos caza Raúl que va como un misil y casi nos quita las pegatinas, ahora nos tocaría intentar cazarle a nosotros. Por fin, después de un par de km complicados,
llegamos a una pista que nos conduce a los km finales, llanos y que nos acercan a la meta, que se veía durante buena parte del descenso. Queda poco y Juanra va extra motivado, tanto que el ritmo que marca me va sacando de punto. Le digo que afloje un poco o no llego, ya no me queda lactato y voy en la reserva. Vemos a Raúl a lo lejos y es inalcanzable. Se acaba la pista, último repecho, giro a la izquierda y llegamos al puente de entrada a Riaño. Inyección de adrenalina no, lo siguiente. Último regalo para la vista. El tramo del puente (que, por cierto, se me hizo eterno), con el embalse a los lados y el pueblo al fondo es para guardar en la retina. Fin del puente, entramos a Riaño, otra subidita y ahora sí, Juanra y yo llegamos a meta juntos en un tiempo de 3h 10', completando la "Riaño Trail Run" entre los aplausos de todo el mundo. Recuperamos un poco y nos llevan al camping para darnos una ducha rápida y, en mi caso, recoger todo porque al día siguiente toca trabajar.
No voy a negar que, a pesar de tener ganas de ver "a mi gente", mientras recogía el colchón y demás me recorrió el cuerpo un sentimiento de pena, que posteriormente se extendió durante todo el viaje de vuelta. Bajo con Raúl a Riaño, hacemos alguna compra de recuerdos para la familia y nos vamos con el resto de la expedición a la entrega de premios, donde nos fueron llamando uno a uno para recoger la medalla con la ovación de un montón de gente y fotógrafos. Otro de los momentazos del evento. Como colofón, nos fuimos a comer a un restaurante con un chuletón imposible de terminar y poco después tocó la despedida, con muy buen ambiente y el reparto de teléfonos correspondiente. Increíble que las 4 horas del viaje de vuelta se me hicieran hasta cortas recordando todos los momentos vividos durante los 4 días e intentando que no se me olvidara ninguno para poder plasmarlos en esta crónica y recordarlos para siempre.

 - ORGANIZACIÓN INSUPERABLE
- VOLUNTARIOS DE 10
- FORMATO ÚNICO
- SEÑALIZACIÓN PERFECTA
- RECORRIDO ESPECTACULAR
- EXPERIENCIA INOLVIDABLE
- MOUSSE DE LIMÓN
- QUE SE HAYA TERMINADO... ¿cuando repetimos?











En resumen, y sin querer repetirme mucho, me gustaría felicitar a los organizadores y agradecerles la oportunidad de vivir una experiencia inigualable e irrepetible. Y por supuesto, a todos los compañeros y voluntarios que hicieron posible que disfrutara cada segundo de lo vivido en esta Riaño Trail Run. Me llevo muchos momentos únicos y personas únicas de esta prueba (Juanra, Raúl, David, Irene, Miguel, Pablo, Aurelio, Raquel, Roberto...), seguramente imposible de repetir por los pocos elegidos que convivimos como una gran familia en ese pequeño reducto de galos que, como conejillos de indias, dimos sentido a un proyecto ambicioso y espectacular que seguramente será referencia nacional e internacional en los próximos años. Pero, al igual que todos los programas que triunfan, la 1ª edición siempre es la mejor y esta edición 0 quedará, sin duda, para el recuerdo de todos los afortunados que participamos en ella. Un honor conocer y correr al lado de tantos "cracks humanos", aprender de ellos y tener una excusa perfecta para recorrer la geografía española y visitar a todos los miembros de esta familia que formamos durante 4 días únicos en Riaño.
Por último, me gustaría avisar a los organizadores que si vuelven a liar una como esta en cualquier parte de España, Europa o el espacio exterior... ¡que me avisen! Aquí tenéis a un popular con alma de reportero aventurero dispuesto a repetir y contar una experiencia que, al menos, sea la mitad de enriquecedora que esta. O si dentro de 1, 3 o 10 años hacéis una "edición vintage" con los que participamos este año también me vale.
Y si las piernas y la cabeza me lo permiten, intentaré estar el año que viene de nuevo en la línea de salida de esta Riaño Trail Run, al igual que la mayoría de los que habéis llegado hasta esta línea leyendo, porque yo os animo a disfrutar de una aventura y un reto incomparable y, si no lo hacéis, perderéis una oportunidad increíble de ser un poquito más felices... ¡hasta la próxima aventura!




martes, 6 de septiembre de 2016

TEMPORADA 5 (SEMANAS 48 y 49): MOTOR A PUNTO PARA LA HORA DE LA VERDAD

Por fin. Adiós vacaciones, hola rutina. No, no estoy loco. Hablo desde mi punto de vista deportivo. Se va el descontrol, la falta de ganas y vuelve la planificación y la ilusión por "volver a empezar". Ya, también se va el tiempo libre, el calor, la playa... pero me suelo adaptar bastante bien y prefiero tener un horario fijo, con trabajo y entreno planificado, soy "animal de costumbres".
Por otro lado, ahora sí que se acaba la temporada, con el plato fuerte para el final, seguramente la carrera más dura y espectacular que he hecho hasta ahora. A falta de unos días para el pistoletazo de salida, empiezan los nervios, las dudas, los preparativos... a nivel físico y mental estoy con muchas ganas, a excepción de unas ampollas de última hora en las plantas de los pies, una pequeña sobrecarga en el piramidal y  ligeras molestias en el tobillo derecho, pero nada que me impida disfrutar al máximo durante los 3 días de competición. Confiemos en que el trabajo de toda la temporada sumado al de estas últimas semanas en las que he aumentado considerablemente el volumen me ayude a hacer una buena carrera y cruzar la meta con el objetivo conseguido... GO!

TEMPORADA 5 (SEMANA 48): HOJA DE RUTA

Lunes, 22/8/16: Circuito gym 40' + Natación: 25' - 800 m.
Martes, 23/8/16: Carrera (trail): 2h - 20.5 km + Ruta senderismo: 2h - 10 km
Miércoles, 24/8/16: Bike 45' + Carrera (cinta): 30' - 5 km
Jueves, 25/8/16: Ciclismo: 3h 20' - 77 km
Viernes, 26/8/16: Circuito gym 30' + Natación: 20' - 800 m. + Bike 40'
Sábado, 27/8/16: Carrera (trail): 2h 25' - 25 km
Domingo, 28/8/16: Ciclismo: 1h 15' - 29 km + Desafío Bomberos: 2h (15 km - 60 obstáculos)

Natación: 2 sesiones - 45' - 1.6 km
Ciclismo: 4 sesiones - 6h - 140 km
Carrera: 4 sesiones - 7h - 65.5 km (+ 2 horas senderismo)
Gym: 2 sesiones - 1h 10'
TOTAL: 10 SESIONES - 15 HORAS (+ 2 horas senderismo)

Sin margen para respirar, después de una semana de mucho volumen... tocaba otra, así que utilicé la natación para relajar un poco y el resto mucha bici y mucha carrera. Y a nivel mental, la prueba del domingo, en la que disfruté como un enano, me indicó que estoy en el buen camino con unas sensaciones muy buenas.

TEMPORADA 5 (SEMANA 49): HOJA DE RUTA

Lunes, 29/8/16: Bike 40' + Natación: 25' - 1 km (+ 10' bosu y sauna)
Martes, 30/8/16: Kayak (estreno): 45' + Carrera (trail): 1h 50' - 21 km
Miércoles, 31/8/16: Ciclismo: 3h  - 66 km
Jueves, 1/9/16: Ciclismo (pista): 1h - 25 km + Carrera: 40' - 8 km (series de 1 km)
Viernes, 2/9/16: Gym: 25' + Bike 45'
Sábado, 3/9/16: Carrera (trail): 2h 45' - 22 km
Domingo, 4/9/16: Ciclismo: 2h 10' - 52 km

Natación: 1 sesión: 25' - 1 km
Ciclismo: 5 sesiones - 7h 35' - 185 km
Carrera: 3 sesiones - 5h 15' - 61 km
Gym: 1 sesión - 25'
Kayak: 1 sesión - 45'
TOTAL: 10 SESIONES - 14 h 30'

Que el ritmo no pare. Sin querer "gripar el motor", aumenté el peso de la balanza hacia la bici buscando mayor volumen y "solamente" realicé 3 sesiones a pie, suficientes para terminar contento y estar listo para la Riaño Trail Run, o al menos lo mejor preparado que considero que puedo estar a estas alturas. Otras 14 horas a la saca y un montón de kilómetros. Además, estrené el kayak nuevo, otra motivación más, todo suma.

TEMPORADA 5: AVANCE SEMANA 50: CORRIENDO CON LOS MEJORES

Después de varias semanas machacando sin parar, llega la hora de la verdad. Descanso, buena alimentación, últimos entrenos de puesta a punto, preparación del material... todo enfocado a esa fiesta del trail que viviré el próximo fin de semana en la Riaño Trail Run, divirtiéndome por los Picos de Europa y aprendiendo de algunos de los mejores corredores del mundo. Aún no soy capaz de hacerme a la idea, pero en breve estaré allí viviéndolo y, por supuesto, contándolo. Sólo cruzo los dedos y toco madera para que todo salga bien y la experiencia se convierta en un recuerdo inolvidable. Aquí debajo os dejo el enlace a la página de la prueba por si queréis más info... ¡buena semana, salud y kilómetros!

RIAÑO TRAIL RUN



domingo, 4 de septiembre de 2016

121ª COMPETICIÓN: BABIA SHERPA TOUR: ALPINISTA POR UN DÍA

Sábado y Domingo, 18-19 Junio 2016
BABIA SHERPA TOUR (carrera por etapas)
Lugar: Babia (León)
Distancia: Sherpa (10 + 16 km) / Corredor (12 + 19 km)
Dificultad: Sherpa (media - alta) / Corredor (media)
Inscripción: 40 euros (80 por pareja)
Tiempo: 1h 06' 27" + 1h 05' 23": 2h 11' 50"
Puesto: 2º de 125
Avituallamientos: autosuficiencia en carrera. Al llegar: agua, fruta...
Puntuación: 8/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN
Zapatillas utilizadas: La Sportiva Ultra Raptor
Ropa utilizada: mallas, camisetas, calcetines hoko, cinta de la cabeza, cortavientos inov-8 150, mochila sherpa


Después de conseguir la 1ª victoria de mi corta vida trailera unos días antes en el trail de O Pino, tocaba volver a vivir una nueva aventura esta vez en compañía de mi compañero de entrenos, Domin. Hace unos meses, me encontré en el facebook por casualidad con esta prueba, me puse a investigar un poco en qué consistía y no me lo pensé ni un instante, liando a mi compi de trail Pablo para participar, puesto que la prueba era por parejas. Pero a última hora no pudo participar y conseguí convencer a Domin para que me acompañase. Además, también participaría otro compi del Tri Coruña, Monti, junto a su novia, así que quedamos los 4 en Betanzos para disfrutar juntos de la prueba. La previa pintaba bien, puesto que el sábado por la mañana, sin hablarlo previamente, aparecimos Domin y yo vestidos con la misma ropa... ¡y los mismos tenis! ¡Vaya cuadro! ¡Eso sí que es conexión! Llevábamos una semana preparando la prueba a conciencia, entrenando con mochila y a última hora decidimos cambiar los papeles, yo haría de sherpa y el de corredor. Ya, que no entendéis nada. Normal, me estoy liando. Voy a explicar la prueba y luego reanudo.

LA PRUEBA
La Babia Sherpa Tour es una carrera por parejas de 2 etapas en autosuficiencia. Un miembro de la pareja hace de corredor y el otro de sherpa. Ambos salen del mismo sitio en cada etapa y, por caminos distintos, con un par de km más por etapa para el corredor, llegan a la misma meta. La mayor diferencia es que el sherpa carga en una mochila con la tienda de campaña, los sacos, esterillas, comida, bebida, ropa... Como ya he dicho, la idea inicial, después de mi victoria el otro día en O Pino y pensando en luchar por un top-10, era que yo hiciese de corredor y Domin fuera "disfrutando" con la mochila. Pero después de los entrenos con mochila durante la semana vimos que quizás aguantaría yo mejor con el peso al estar más acostumbrado al monte. Así que, con la participación de 150 parejas, la idea era pasarlo bien y vivir la aventura. Y allí nos fuimos.
Llegamos a San Emiliano (zona 0 y meta de la 2ª etapa), recogimos dorsales, preparamos mochilas (buff, como pesa, más de 10 kg) y cogimos el último bus que nos llevó a Huergas de Babia, donde se daría la salida a la 1ª etapa. El peso adicional del agua, después de advertirnos que allí no tendríamos ni el preciado líquido, aumentaba significativamente el tormento de correr varios kilómetros en ascenso. Aún encima, las previsiones de lluvia nos obligaban a llevar ropa de abrigo para la noche. Vamos, el kit completo. Nos hacemos unas fotos para soltar nervios, divisamos los picos a los que nos íbamos a enfrentar y sin tiempo para más...

1ª ETAPA
Distancia para el sherpa: 8.5 km (que finalmente serían 10 y pico)
Distancia para el corredor: 10 (que serían 12)
Esta 1ª etapa era en ascenso, desde Huergas de Babia, hasta las faldas de Montihuero. Para el corredor, con alguna zona técnica (en especial una larga bajada hacia el final de la etapa) y para el sherpa bastante corrible por pistas y senderos de monte.
Los corredores salen a las 18:00 h. y Domin, como siempre, sale a darlo todo, se le va a hacer largo.
A Monti y a mi nos toca 15 minutos después, así que charlamos un poco hasta que nos avisan para salir. Casi sin querer, me coloco en 3ª fila, observando al resto de sherpas, no tengo ni idea del nivel. Pero dan la salida y mis piernas se activan. Los primeros 100 metros son bestiales. Parezco Robocop, creo que estoy "corriendo sentado" y me parece imposible aguantar más de 10 minutos. Aún así, imito a los primeros que salen como si no llevaran mochila y me apunto a la fiesta. El primer kilómetro es bastante llano por sendero y nos vamos colocando en fila india; el Sol aprieta y el sudor no tarda en hacer acto de presencia, los del tiempo han vuelto a acertar... Sigue el sendero en el segundo kilómetro y se escapan 2 por delante, quedándonos otro chico y yo en la 3ª posición. No me lo creo. La adrenalina me invita a seguir corriendo cuando el sendero se convierte en pista y se empieza a inclinar hacia arriba. Distraigo a mi cabeza hablando con el chico y presentándome,
pero los jadeos empiezan a hacer acto de presencia. y 1 km después no aguanta el ritmo y me voy en busca de los 2 escapados, que me sacarán unos 300 metros. Los siguientes kilómetros son una copia con subida continua, calor y  pista, aunque voy abriendo hueco con los de atrás y recortando a los de delante. Sobre el km 6 se acaba la pista y cogemos un sendero estrecho por la ladera de una montaña, por el que camino a ratos porque si tropiezo la caída es considerable. Cruzamos alguna zona de agua (no llevo otras zapas, así que al día siguiente tocará correr mojado) y me vengo arriba cuando veo que el 2º está más cerca. Por mi reloj quedan apenas 2 km y no sé de dónde saco las fuerzas pero aumento el ritmo sin pensar en que mañana hay que correr de nuevo. En una zona con mucho arbusto y matorral, nos hacen dar un extraño rodeo que hace que perdamos las señales y, por seguir al de delante en mis ganas de cogerlo, veo que se mete entre el matorral y me
parece imposible que la carrera siga por ahí. Así que me paro, vuelvo sobre mis pasos y le pregunto a los chicos que estaban un poco más atrás parados. ¡A la derecha! me gritan. Aviso al 2º y, después de 1 minuto perdido, encuentro la senda y me lanzo a toda velocidad, con el otro chico a unos 15 segundos por detrás... ¡qué rabia! Mi reloj ya marca 8 km y no se ve la meta, pero como no debe estar muy lejos no guardo nada y por un tramo llano y bastante estrecho intento recortar tiempo al 1º, que ni se ve. Por fin, última subida con bastante piedra que toca hacer andando y último sprint para cruzar la meta en 2ª posición, a 1'30" del 1º y sacándole finalmente 1' al 3º. Aún en una nube, puesto que los 3 primeros sherpas de la general llevarán premio, felicito a los otros 2 chicos y me voy con el 3º clasificado a buscar una buena zona para poner la tienda. No tenemos ni idea de acampada, así que decidimos un sitio más o menos llano y nos ayudamos mutuamente a
colocar las tiendas, los plásticos y demás; mientras esperamos a nuestros compañeros, aprovecho para cambiar los calcetines, quitar las zapas que están empapadas y comer algo, aunque toca racionar; casi 1 hora y media después llega Domin, con cara de susto después de la última bajada pero viendo que ya le tenía todo preparado se le transforma en sonrisa; también llegan Monti y su novia Li y hacemos grupo con las tiendas cerca, pero al irse el Sol llega el frío que nos obliga a meternos en la tienda sin poder disfrutar de las vistas tan espectaculares ni del momento. Y es que pasamos a estar bajo 0, así que comemos y bebemos algo; primer problema: Domin llegó seco y se bebe hasta los jarrones; no queda agua. Toca arriesgar, cogerla de lo alto de la montaña y Monti nos deja unas pastillas para depurarla. Crucemos los dedos. Con mucho frío y bastante cansados, no queda otra que cerrar los ojos e intentar dormir después
de contarnos las batallitas de la 1ª etapa y hacer un pequeño planning para la 2ª.
Buff, qué noche. Helados. Qué frío. Con térmicas, sudaderas, chaquetas, pasamontañas, bragas, sacos... imposible. La tienda "gotea" de la humedad y no podemos pegar ojo. Creo que dormimos 2 horas y tiritamos 6. Por fin se hace de día y el Sol empieza a aparecer, con deciros que ni salimos de la tienda para... me entendéis, no? Muy duro.

2ª ETAPA
Pero las ganas de seguir con la aventura pudieron más que la dureza de la noche (aunque algunos lo pasaron mejor con una "orquesta" que tenía montada la organización y nos estuvo "amenizando" hasta las 12 de la noche) y con los primeros rayos de Sol nos disfrazamos de nuevo de traileros, mochila al hombro y para la salida, escapando de unas vacas montunas con un humor de perros.
Distancia para el sherpa: 16 km (pisteo bastante llano, con alguna zona técnica al principio y al final, pero muy corrible)
Distancia para el corredor: 19 km (subida y técnico al principio y luego enlace con nuestro recorrido)
Como el día anterior, Domin sale antes, a las 9, y a Monti y a mi nos toca esperar disfrutando de las increíbles vistas de Babia. Mientras me despido de Domin y veo su silueta a lo lejos,  guardo en el disco duro el increíble paisaje y repaso mi estrategia de carrera, pelear por ese 2º puesto y cruzar los dedos para que lleguen las fuerzas. Preparados y... ¡acción! Salgo disparado en subida, tanto que justo antes de llegar al fotógrafo me dice que no es por allì, miro hacia la izquierda y allá van todos los corredores subiendo a unos 100 m., de los nervios ni miré para las señales, trágame tierra. Otro calentón y me coloco al final de la subida en torno al 6º-7º, por una zona de senderos con mucho sube y baja, zonas estrechas, prados...
En alguna zona ancha aprovecho para ganar posiciones y a los 2 km me coloco 3º, por detrás del 1º de ayer y del 4º (el 3º cambió su puesto con el compañero y ya no optaría a la clasificación individual de sherpa), así que no vamos mal, las piernas responden. Eso sí, el Sol pega de lo lindo y el calor aprieta. Pisamos pista y con algún sube y baja saludamos a unas cuántas vacas y caballos que nos ayudan a distraernos del peso de la mochila. Poco a poco, el 1º va abriendo hueco y decido arriesgar, paso al otro chico y me coloco 2º; sin pensármelo 2 veces, me lanzo a por el 1º por una zona de pista llana y ancha. El ritmo es rápido y poco a poco le recorto. Sobre el km 6 lo cazo, miro hacia atrás y vamos sólos. Subidón. Me pongo a hablar con él y los kilómetros van cayendo en buena compañía.
No era muy difícil ver, por su forma de correr, el material y el tamaño de su mochila, que estaba a otro nivel. Sé que el 1º puesto es casi imposible y tampoco tengo el cuerpo para alegrías, así que decido no atacar y nos vamos animando hasta llegar a un cruce de asfalto donde no vemos señal. Nos paramos un rato y no hay nadie, qué rabia. Le digo que sigamos y por suerte más adelante nos indican que vamos bien. Vamos bien por el camino, pero de fuerzas ya vamos justos, quedan alrededor de 5 km. Tirando un rato cada uno llegamos a una zona con hierba alta y piedra suelta, perfecta para mis tobillos... La salvo sin parte médico y a lo lejos ya se ve el pueblo. Aún sin creérmelo, llegamos a las casas, última subida larga, mucha gente aplaudiendo, giro a la derecha y entramos a la zona de meta con el speaker diciendo 
nuestros nombres (en mi caso el de Domin, porque él iba a ser el sherpa hasta el último momento) y cruzamos el arco de la mano con un tiempo de 1h 05' 20", aunque aún no sé por qué en la clasificación pone que me sacó 3", en fin... Todavía frotándome los ojos, dejo el mochilón en el suelo, bebo un poco, felicito a mi compañero de viaje y me voy a duchar antes de que llegue Domin, que se marca un carrerón en el puesto 40º con 1h 37', logrando por equipos la 16ª posición final con 150 parejas participantes... ¡espectacular! Monti y Li también lo hacen muy bien logrando la 15ª posición por equipos mixtos y todos muy contentos por el resultado. Como aún falta mucha gente por llegar, vamos a tomarnos un refrigerio esperando la entrega de premios y subir al podium como 2º clasificado en la categoría de sherpa, algo tan
inesperado como alucinante. Otro trofeo a la saca que vamos a celebrar en Ponferrada con una comilona top en la plaza central... ¡viva el 3º tiempo! De vuelta a casa, la adrenalina empieza a desaparecer viendo el mochilón que había que recolocar de nuevo y sobre todo con el bajón que me dio por el esfuerzo en los días posteriores, con fiebre incluida, y es que el cambio de temperatura y el peso de la mochila lo acabé pagando. Pero el fin de semana en Babia decantó la balanza finalmente a favor de una prueba tan novedosa como espectacular, en un entorno único y un formato difícil de mejorar, aún encima por parejas... ¿se puede pedir algo más? 

 - FORMATO DE CARRERA: por parejas, autosuficiencia, acampada... ¡imposible decir que no!
- Dormir en Babia... ¡no tiene precio!
- Buen marcaje, a excepción de un par de puntos dudosos.
- Parking y duchas cerca de la salida / meta.
- Gran ambiente, se nota que es una carrera distinta.
- Buena organización, no creo que sea nada fácil realizar una prueba de este tipo y con tan buen resultado.
- Está bien que la carrera sea en autosuficiencia, pero una botella de agua por pareja en el campamento base creo que hubiera sido bastante lógico y no jugarnos la diarrea cogiendo el agua en la montaña (ojo, no pido duchas, ni baños, ni barritas...). Al menos yo habría preferido agua antes que la orquesta de la noche, no iba a ser menos autosuficiencia por eso.
- Durante la acampada creo que faltó un poco de apoyo por parte de la organización; no había ni resultados, ni ayuda, ni consejos de dónde acampar o coger agua... nada. Modo "buscarse la vida" a pesar de las condiciones adversas de la noche y la nula experiencia de la mayoría.
Ojo: no es una carrera para "todo el mundo": si eres corredor, hay un par de zonas técnicas que no haría cualquiera y, si eres sherpa, cargar con una mochila de 12 kilos durante 2 etapas y con frío o calor durante tantos kilómetros... ¡hay que entrenarlo!


En definitiva, Babia es una de esas pruebas que archivas en la carpeta dentro de "categoría especial", de esas que recuerdas toda la vida por muchas carreras que hagas. Como todas, tiene sus fallos subsanables, pero poder participar en un fin de semana como este es algo que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Y siempre podrás decir que ya sabes lo que es "estar en babia"... ¡hasta la próxima aventura!