jueves, 27 de agosto de 2015

TEMPORADA 4 (SEMANAS 41 y 42): DE NUEVO AL MONTE

Después de la experiencia "non demasiado grata" en el mar, decidí volver a la tierra, en la que estoy más seguro y me encuentro más a gusto. Lo bueno de una temporada tan larga es que te da tiempo a todo. Así que aprovechando que hay algunos trails interesantes por la zona pues... a seguir dando el callo en unas semanas complicadas, sin rutina y sin un objetivo claro en el horizonte. Pero bueno, las ganas de acabar bien la temporada siguen intactas y no me puedo quejar, porque mis compis de equipo van cayendo por lesiones, accidentes y algún atropello que nos tienen gafados en los últimos meses y "un servidor" sigue aguantando (toco madera). Espero que todo esto pase pronto y que podamos competir cada uno en lo que nos guste sin circunstancias externas que lo impidan. Además, ya se ha iniciado la cuenta atrás de esta larga temporada y queda 1 mes para acabar de exprimirse, darlo todo en los últimos objetivos del año y tomarse ese merecido descanso en una 4ª temporada que está siendo, al igual que las otras, inolvidable. Pero aún queda mucho por contar; por lo de pronto, cogiendo fuerzas y pasándolo pipa por el monte... Go!

TEMPORADA 4 (SEMANA 41): HOJA DE RUTA

Lunes, 10/8/15: Carrera (trail): 1h 17' - 16.5 km
Martes, 11/8/15: Ciclismo: 2h 10' - 57 km + Piragüismo: 1h 30' - 10 km
Jueves, 13/8/15: Gym: 30' circuito + Carrera: 1h 05' - 15 km (cambios de ritmo) + Natación: 55' - 2.2 km
Viernes, 14/8/15: Ciclismo: 2h 20' - 60 km + Natación: 40' - 1.8 km
Sábado, 15/8/15: Ciclismo: 2h 40' - 80 km + Carrera: 20' - 5 km
Domingo, 16/8/15: Carrera (trail): 5h - 38 km

Natación: 2 sesiones - 1h 35' - 4 km
Ciclismo: 3 sesiones - 7h 10' - 197 km
Carrera: 4 sesiones - 7h 40' - 75 km
Piragüismo: 1 sesión - 1h 30' - 10 km
Gym: 1 sesión - 30'
TOTAL: 10 SESIONES - 18 h 25'


No aprendo. Realmente lo que toca ahora es mantener lo conseguido y llegar con fuerza a las pruebas, pero no sé si será por el tiempo libre que sigo metiendo kilómetros y más kilómetros a las piernas que, incomprensiblemente, siguen aguantando. Y como me divierto pues... 18 horas y media más para el zurrón del volumen. Nadando simplemente cubrí el expediente, ya me llegó con la travesía del domingo anterior. Sobre las 2 ruedas hice 3 buenos entrenos que me vendrán bien para las 3 pruebas largas que me quedan y corriendo me metí bastante caña de cara a los trails de las próximas semanas. Sobre todo el domingo que me dio por seguir y seguir y seguir... hasta las 5 horas!! Nunca había corrido tanto y con más de 1000 metros de desnivel positivo. Fundido pero contento. Todo suma.

TEMPORADA 4 (SEMANA 42): HOJA DE RUTA

Lunes, 17/8/15: Natación (mar): 45' - 2.2 km
Martes, 18/8/15: Ciclismo: 3h 10' - 81 km
Miércoles, 19/8/15: Natación (mar): 50' - 2.4 km + Carrera: 45' - 10.5 km (cambios de ritmo)
Jueves, 20/8/15: Ciclismo: 1h 10' - 35 km
Viernes, 21/8/15: Carrera: 55' - 10.5 km
Domingo, 22/8/15: Trail de Ponteceso (12.5 km): 1h 07'. 

Natación: 2 sesiones - 1h 35' - 4.6 km
Ciclismo: 2 sesiones - 4h 20' - 116 km
Carrera: 3 sesiones - 2h 50' - 33 km
TOTAL: 7 SESIONES - 8 h 45'


En esta tocaba sentar la cabeza y tomarse las cosas con más calma si no quería llegar a la prueba del domingo ya en la reserva antes de empezar. Además, me fui 3 días de viaje a "despedir" el verano y desconecté un poco de toda la rutina de estas semanas aunque la cabeza sigue "on fire". Lo peor fue que para "celebrar" mis 100 competiciones desde que empecé me salió la peor prueba de todas... Y es que en el km 8, por no fijarme en las señales y mirar sólo a 2 que llevaba delante nos perdimos y llegamos a meta a la mitad del recorrido. Una pena porque estaba corriendo bien, espero poder desquitarme la semana que viene. Pero fue una buena semana, sin mucho volumen pero manteniendo intensidad. A ver si sigo así.

TEMPORADA 4 (SEMANAS 41 y 42): ENTRENO INVISIBLE

Aquí me he dado un pequeño toque de atención y estoy descansando más y mejor. Espero notarlo para aguantar bien el último mes competitivo. Y en cuanto al peso he decidido coger la aguja de la báscula e intentar frenarla a ver si deja de subir. Por días lo consigo, pero es complicado con cine, cenas, fiestas... qué os voy a contar. Aún así, parece que he vuelto a los 66 kg y bajando... a ver si lo noto en las carreras!!

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 43: TRAIL DE AS PONTES
Seguramente esta sea la última semana que meta algo de volumen (a pesar del trail) y a partir de la que viene trataré de mantener con 1 sesión al día. La vuelta al trabajo me ayudará a centrarme sólo en machacar el cuerpo y tomarme los entrenos como disfrute "de vez en cuando". Además, el domingo trataré de llegar con fuerzas para quitarme la espina de la semana pasada cuando me perdí en el trail de Ponteceso. Serán otros 25 km para acabar de coger esa fuerza que necesitaré en los Halfs de Riaño y Cascais y en el cuadriatlón de Santander... Queda mucho pero las ganas siguen intactas... Buena semana, salud y kilómetros!!



domingo, 23 de agosto de 2015

99ª COMPETICIÓN: VI TRAVESÍA A NADO ISLAS SISARGAS: NAUFRAGO

Domingo, 9/8/15, 11:00 h.
VI Travesía a Nado Sisargas
Lugar: Malpica (La Coruña)
Distancia: 4.2 km
Dificultad: media - alta (oleaje y corriente)
Inscripción: 35 euros
Tiempo: 2h 08' 59"
Tiempo del 1º: 1h 08' 23" (- 1h 00' 36")
Puesto: 95º de 150
Avituallamiento final: agua, isotónico, cerveza, paella
Trayecto desde Betanzos: 45' - 70 km
Puntuación: 8/10
Repetiría: Dudoso (en estas condiciones ni loco)
CLASIFICACIÓN

Y me las prometía felices. Después de participar la semana anterior en la travesía y el acuatlón de Cedeira y hacer muchos entrenos en mar disfrutando, me pensaba que esta prueba iba a ser un camino de rosas. Pues al final fue de espinas. Por suerte, puedo contarlo tranquilamente aunque el susto aún me dura en el cuerpo. Como ya he dicho, no se puede perder el respeto a pruebas duras (en condiciones adversas). Mensaje pillado. Ahí va la crónica
Qué guay, hoy mochila pequeña, solamente toca nadar, no tengo que complicarme mucho. Recojo a mi compi de aventuras Pablo y nos vamos dirección Malpica a cambiar el monte por el agua, a ver qué tal se nos da. Llegamos con tiempo, recogemos dorsales, el día pinta bien. Por allí andan varios del equipo, en total somos sobre 150 valientes dispuestos a desafiar a la famosa Costa da Morte. Nos ponemos los neoprenos en el puerto, hacemos la foto de rigor (¡ambientazo!) y nos reparten en varios barcos para llegar al punto de salida. Y es que esta es una prueba peculiar, de ahí su fama. Nos llevan en barco hasta las "Islas Sisargas", nos lanzamos al agua y desde allí tenemos que nadar hasta la playa de Malpica, 4.2 km "en línea recta". Y ya no empezamos bien. Por orden alfabético me toca en el primer barco... ¡sin ninguno de mi equipo! Es decir, que en el trayecto hasta la isla no puedo ir soltando presión...
¡Ya es mala suerte! Va, no pasa nada, me subo al barco pesquero y busco un hueco en un lateral mientras el patrón nos dice que nos agarremos bien que va a ser movidito. Me cago en... Por suerte se sube conmigo "Lucho", un argentino que conozco de los tris y que viene a intentar bajar de 1 hora (al final hizo 2...). Me cuenta cómo es el recorrido, dónde tomar referencias y lo que me espera. Buena ayuda hasta que arrancamos y el sube-baja del barco contra las olas hace que entre agua y nos mojemos antes de lanzarnos al mar. Buff, en qué lío me he metido. Claro, cuando te apuntas a una travesía como esta no piensas en "este viaje de ida". Nos cuenta el "patrón" que algún año hubo nadadores que se marearon en el trayecto y que ya no pudieron empezar a nadar. Dando ánimos. Los 15 minutos surcando las olas se me hicieron interminables. Por un lado pensaba en si me dejarían volver en el barco sin participar y por otro que no podía ser tan malo con tanta gente 
apuntada y tan buena fama. Así que decidí centrarme en las palabras de mi compañero Lucho y distraerme saludando a los de los otros barcos y rezando para que las olas disminuyeran a medida que nos acercábamos a la zona de salida. Por fin llegamos a las Islas, los barcos se paran y es el momento de lanzarse al agua. Parece que aquí está más tranquilo. Parece. Me pongo el gorro y las gafas y se masca la tensión, todos esperando para lanzarnos al agua. Dan la señal y allá vamos. Bueno, no está tan fría. O al menos no tanto como creía. El uso obligatorio del neopreno da cierta tranquilidad. Una vez todos en el agua, nadamos hacia uno de los barcos para estar todos juntos y sin tiempo para más... ¡acción! La verdad, no sé si fueron los nervios pero no tenía muy claro el recorrido, me pensaba que iba a ser como Cedeira, hay que ser pardillo. Toca seguir al grupo. El problema es que salen como foguetes.
Aún encima, me olvido de darle al reloj y me paro a activarlo. Busco a alguno del equipo pero aquello ya es un "sálvese quién pueda" e intento tirar hacia la 1ª boya. Los primeros 200 metros los hago tranquilo, cómodo, disfrutando. Pero cuando levanto la cabeza y no veo a casi nadie empiezo a preocuparme. Aún más al notar como el tamaño de las olas va creciendo y me impiden tomar referencias si no me paro. Nueva estrategia: pegarme a alguien y así ir más tranquilo. Sigo avanzando y se une otro problema: las olas vienen por la izquierda y yo respiro hacia ese lado así que tengo que sacar la cabeza más para no tragar agua continuamente. Respiro hondo y busco la siguiente boya, aunque veo que cada uno va por dónde quiere, así que intento engancharme a un grupillo de 3 que llevo a unos 50 metros. Miro hacia atrás y no veo ni barcos ni kayaks ni nada. Por delante hay alguno pero lejos. Pero me encuentro
con ganas, me han dicho que "lo peor" son los primeros 1500 metros, ese hueco que dejan las islas y la costa, que después se tranquiliza la cosa así que pienso en llegar "a la zona tranquila" cuanto antes. Braceo como puedo o más bien como me dejan las olas, intentando no perder la referencia de los que llevo cerca aunque para mí es casi imposible porque cada 3 brazadas los pierdo por la corriente y el oleaje. Miro el reloj y llevo 45 minutos, no debe quedar tanto aunque no tengo ni idea de a dónde hay que llegar. Me paro para tranquilizarme y encuentro a otro en la misma situación. No hace falta decir nada. Con mirarnos ya nos llega para ponernos a la par e intentar avanzar juntos dándonos apoyo en silencio. Cada 100 metros paramos a preguntarnos si todo está correcto, parece que él sabe hacia dónde hay que ir, menos mal. Seguimos así sobre 1 kilómetro hasta que nos pasa una chica y formamos un grupito de 3. Eso sí, las olas no
paran y yo diría que aún van a más. Miro el reloj y llevo hora y media. Buff, y lo que me queda. Lo peor es que no sé si de los nervios tengo que parar cada poco a "vaciar la vejiga" (nada menos que 6 veces, flipante) y cuando paro me entra el frío. Además, supongo que por culpa de las olas, de vez en cuando me mareo un poco pero en esos momentos me enfado conmigo mismo y pienso que no puedo rendirme tan fácil, a pesar de ver cómo algunos se suben a los barcos (hubo 30 abandonos o fuera del corte). No sé el momento pero levanto la cabeza y estoy sólo, he perdido a mis compañeros de viaje y al mirar hacia delante veo a un kayak a lo lejos. No sé si tendré que nadar hacia allí, pero me parece la única opción, así que lucho contra las olas para avanzar lo más rápido posible hacia esa zona. Repito la operación varias veces y mi único pensamiento es llegar, como sea. Por fin, igual que un espejismo de agua en pleno desierto, pero a la inversa, veo a lo lejos la playa y por primera vez creo que lo voy a conseguir. Aunque aún está lejos. Pero ya tengo referencia, después de 1h y 45' dando brazadas. Sigo sin compañía y las olas no cesan, ya voy justito pero me deben quedar unos 400 metros. Me pongo a pensar en la paella para olvidarme de la situación y del ritmo que debo llevar entre el cansancio y el oleaje. Me cuesta un mundo ver cada vez más cerca la playa y aflora un nuevo temor... las olas de la playa, recordando lo mal que lo pasé en el Tri de 
 Arteixo de hace 2 años. La verdad... casi me daba igual con lo que llevaba encima. Hasta igual llego más rápido si me centrifugan un poco. Izquierda, derecha, izquierda, derecha... no sé a qué zona de la playa tengo que llegar, la veo muy grande y no veo referencia. Es igual, sigo. Sin querer me desvío un poco hacia la izquierda y corrijo rápido para no seguir haciendo metros de más. Ahora sí, veo unas banderas, debe ser allí. 300 metros. Un mundo. Voy en reserva. Pienso en todos los entrenos que llevo y en añadir una muesca más al revólver. 200 metros. Veo a la gente... ¡y casi no hay olas! Casi se me escapa una sonrisa si no fuera porque voy muy cansado. A falta de 150 metros las olas de la playa me ayudan a avanzar y consigo surfear un par de ellas hasta llegar a una zona de algas que no me deja nadar, está plagado, lo que me faltaba. Pero ya estoy casi en la orilla y es el último esfuerzo, así que abro camino
entre ellas y sí, se obra el milagro, toco tierra y salgo del agua entre el aplauso de toda la gente que está allí esperando nuestra llegada. Me siento como el Papa cuando pisa tierra santa. Hasta me arrodillo en el suelo y hago el "gesto papal" de lo contento que estoy. Cruzo la alfombra en 2h 08' 59", sobre 40' por encima de mi tiempo previsto, una eternidad. Allí está mi compañero Pablo que me cuenta que le hicieron subir al barco porque no pasó el corte, qué rabia aunque se libró de una buena. Recupero fuerzas mientras le cuento mis aventuras y nos vamos al coche a cambiar. Volvemos a la playa ya más recuperados y nos encontramos al resto del equipo. Nos cuentan que ha sido la edición más dura y que se ha hecho entre 20 y 30' por encima del tiempo previsto. No me extraña. Mi cara empieza a pasar del 
susto a la alegría por haberla terminado, aún más cuando veo a mi compañero Alvaro con la cara desencajada por el esfuerzo tras más de 2h y media peleando contra el mar. Aún lo pasó peor que yo. Menos mal que somos una piña y descargamos tensión comiéndonos la paella post-carrera, que estaba muy rica y nos reanimó para pensar ya en nuevas aventuras... eso sí, en otra de esta no me pillan!!




 - Aparcamiento cerca de salida / meta.
- Muy buen ambiente, en las travesías hay muy buen rollo.
- La prueba en sí, el marco, el trayecto de ida... espectacular.
- Avituallamiento final de lujo.
- Sin colas para recoger dorsales.


- Aunque había bastantes kayaks, en algunos momentos pasé "cierto miedo" en medio del mar sin ver a ninguno cerca. Supongo que es falta de costumbre.
- ¿Duchas? No sé si las había, pero yo no las encontré.
- No sé si en este tipo de pruebas deberían exigir algún requisito mínimo, aunque supongo que eso irá en la responsabilidad y conciencia de cada uno.





En resumen, una gran prueba, distinta y hecha para nadadores, con un marco y unas características únicas y que, en condiciones adversas (como en este caso) necesita una buena preparación para terminarla. Aquí os dejo un vídeo resumen de la prueba... ¡que lo disfrutéis!

miércoles, 19 de agosto de 2015

97ª y 98ª COMPETICIÓN: TRAVESÍA A NADO Y ACUATLÓN DE CEDEIRA: FINDE ACUÁTICO


 Sábado, 1/8/15, 17:30 h.
19ª Travesía a Nado (Cedeira)
Distancia: 1.5 km 
Dificultad: baja
Inscripción: 3 euros
Tiempo: 30' (aproximadamente) 
Puesto: 24º
Avituallamientos: agua, bocadillo
Trayecto desde Betanzos: 1 h - 68 km
Puntuación: 9 / 10
Repetiría: SI

Domingo, 2/8/15, 17:00 h.
II Acuatlón Cedeira
Distancia: 1 km + 5 km (2 v.) + 1 km
Dificultad: baja
Inscripción: 8 euros
Tiempo: 1h 03' 18"
Puesto: 15º de 28
Avituallamientos: agua, pizza
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI


Pensando ya en la Travesía Sisargas de la semana siguiente, surgió la posibilidad de participar en estas 2 pruebas al lado de casa, pruebas a las que pensé que nunca iría porque se me da bastante mal nadar. Pero como en el mar disfruto un poco más y tengo un punto de masoquismo decidí aprovechar que te podías apuntar en el momento y que eran pruebas 100% populares y me lancé a la aventura. En un principio sólo iba a competir el sábado en la travesía, pero me lo pasé tan bien que repetí con el acuatlón del día siguiente. Me lo pasé muy bien y disfruté en algo novedoso para mí, no tenía pensado participar en un acuatlón. Muy recomendable. Vamos con la crónica.
Después de hacer un test bastante duro de bici y carrera el sábado, la mosca que lleva días zumbando detrás de la oreja me dice que vaya a probar por fin una travesía. Y con la oportunidad de inscribirme en el momento... pues agarro el neopreno y salgo con Patri para Cedeira, a comer el famoso "marraxo" y tomar un poco el sol en la playa antes de la batalla. Muchos nervios, sobre todo por el miedo a "quedar de último" y llegar cuando están recogiendo todo, eso lo odio. Pero la participación de mi compañero Pablo, que es de mi ritmo y me hace el favor de participar en mi distancia (a él le tocaría la de 800 metros) me relaja mucho y nos vamos al puerto con ganas de nadar. El agua está fría pero tranquila. Hay buen ambiente y mucho nadador y triatleta de nivel: las hermanas Alonso, Brais Canosa, Luismi Velázquez, Inés Santiago... Vamos, que me van a quitar las pegatinas nada más salir.
Calentamos un rato y vemos cómo salen las categorías de pequeños y los veteranos, que hacen 800 metros, en línea recta por la ría hasta el centro del pueblo. No sé por qué pero aún tardan un buen rato en "invitarnos al agua" y se palpa la tensión, aunque por las vistas y todo el público que anima desde la barandilla del puerto merece la pena la espera en la "rampa de salida". Y en un momento de charla entre colegas, un señor dice "preparados"... y ya no le da tiempo a decir nada más, porque los 20 primeros se lanzan al agua y los 30 siguientes los seguimos. El circuito es bastante sencillo, hay que hacer una V invertida, es decir, nado recto hasta una boya, giro a la izquierda y de nuevo recto (en V) hacia el centro del pueblo y meta subiendo unas escaleras. Mi plan inicial es ir con Pablo hasta el final, pero me entra agua en las gafas al saltar y al ponerlas bien ya no distingo cuál es, a pesar de que lleva gorro de diferente color (hay varios también). Además, en los primeros 200 
metros tenemos que esquivar algunas embarcaciones que decidieron no moverlas para la prueba y cada uno va por donde puede, esto es España. Levanto la cabeza para intentar ver la boya pero sólo veo a los cracks alejarse a velocidad de fueraborda. Poco a poco remonto algunos puestos desde la última posición y me voy soltando, intentando aguantar el ritmo de algunos que llevo a los lados. Casi sin darme cuenta llego a la boya, giro a la izquierda y toca nadar en diagonal hacia la playa y un puente que hay justo al lado, que hay que pasar por debajo. Lo veo lejísimos. Y lo está. Casi nadando en solitario, busco referencias pero sólo llevo una chica a unos 10 metros por detrás, el resto van lejos, o bien por delante o bien por detrás. Así que tomo la playa de referencia y sigo a todo lo que dan mis brazos, intentando normalizar en mi cabeza la situación que voy a vivir, salir del agua y no tener que hacer transición ni nada más. Con la sensación de no avanzar demasiado llego por fin al puente, recortando distancias con un grupito de 5 o 6 nadadores que llevaba lejos; me sube la moral y aún más con toda la gente animando por el puente y en las orillas de la ría; quedan 200 metros y hay que pasar por debajo del puente. Buff, qué medo, la marea está alta y casi lo tocas con los brazos, hay el espacio justo para pasar sin tener que bucear. Lo consigo y hago "una serie final", pero sólo me sirve para contactar con el grupo y salir de último. Al menos lo intenté. No hay tiempos oficiales, pero llegué sobre el 24º y quedarían 15 o 20 por detrás, entre ellos Pablo que llega unos 10 minutos después. Nos tomamos un agua y un bocata y vamos a recoger las cosas. Buena experiencia.
Me levanto el domingo con la paliza del día anterior, pero "mi religión" no me permite descansar, así que me hago 2 horas en bici, lo suficiente como para pensar inconscientemente y que me pique el gusanillo para convencer a Patri de volver a Cedeira y hacer el acuatlón de la tarde... ¡pero si mis piernas ya no dan para más! En fin... hacemos un "dejá vu" y nos plantamos en Cedeira con tiempo suficiente para acomodarnos en la playa y saludar a los compañeros del club que también participan. Me voy a cambiar, dejamos las cosas en la caja correspondiente y afloran los nervios. Y las dudas. ¿Uso calcetines para correr? ¿me pongo el neopreno en la T2? ¿Me congelaré en el agua? ¿Seré capaz de correr fuerte después de nadar? Y un largo etcétera que no se iba a solucionar hasta la salida, así que decidí no darle más vueltas.
Por si acaso dejé todo dentro de la cesta, luego decidiría sobre la marcha. La prueba consistía en 1 km a nado haciendo un triángulo desde la playa, después 5 km de carrera a pie (2 vueltas por el paseo llano pegado a la playa) y otra vez al agua para hacer el km de nuevo. Sobre 35-40 valientes dispuesto a desafiar al mar en la salida. Agua fría con neopreno y congelada sin él. Mejor no pensar en el 2º nado antes de vivirlo. Esperando el bocinazo estamos Pablo, Arturo, Diego y un servidor del Tri Coruña. En teoría, Arturo y Diego nos tienen que quitar las pegatinas en el agua, así que mi idea inicial era pelear el 3º puesto con Pablo, aunque si todo iba bien no sería complicado porque corre más lento. Aún así, tenía ganas de dar todo lo que me permitieran mis piernas después de lo del día anterior y la bici de por la mañana y buscar la sorpresa con Diego y Arturo. ¡¡Al agua!! Me tiro, como siempre, de los últimos e intentando no perder mucha distancia con el grupo. Difícil. Me voy quedando con los últimos y al girar la 1ª boya a la izquierda levanto la cabeza y ya se han escapado. Paciencia. Intento mantener el ritmo alto pero sólo consigo mantener "la guerra" con otro nadador. Giramos la 2ª boya y toca volver a la playa. Como el día anterior, lejos. Cada vez que respiro a la izquierda veo al otro chico. No quiero perder la referencia y voy tan concentrado que me como una boya pequeña; hay que ser burro. Pego un apretón y me vuelvo a poner a la par. 50 metros más adelante me vuelve a pasar y me como otra; esto ya es de inútil. Me cabreo y vuelvo a
 ponerme a la par. En unos eternos 200 metros finales piso la playa y corro hacia la zona de transición (a unos 100 metros por arena) y llego a mi caja. Me quito el neopreno y ya no están ni Diego ni Arturo, me habrán sacado más de 2 minutos en el agua. Así que, viendo la batalla perdida, decido no arriesgar y ponerme los calcetines para correr cómodo. Me cuesta ponerlos en mojado, pero 15" más ya no importan. O sí. Cojo las gafas que hace solete y a correr. Ya desde el inicio salgo a tope. Y voy cogiendo gente sin parar. El paseo es llano, ida y vuelta, con pequeños cambios de dirección y esquivando gente que corta un poco el ritmo, pero se le puede dar zapatilla. A los 200 metros de salir cojo un poco de agua en el avituallamiento y mientras bebo me cruzo con el 1º, que ya me saca 2 km, cómo debe nadar. Me propongo que no me cace en la 2ª vuelta y meto la marcha que me queda, a tumba abierta. A falta de 300 metros para el giro me cruzo a Diego y 100 metros más adelante a Arturo. Huelo la sangre. Giro y a por ellos. A 300 metros de completar la 1ª vuelta me dobla el primero, vaya zancada; intento seguirlo y lo consigo en la distancia pero va sobrado. Este pique personal me permite cazar a Arturo justo al final de la 1ª vuelta y seguir recortándole a Diego. Toca estrategia. Tengo que sacarle toda la ventaja que pueda a Arturo para pelear en el agua la posición. Giro de la 2ª vuelta y tengo a Diego a escasos 200 metros. Mientras, Arturo se va quedando y debe estar a 1 minuto. Por detrás, Pablo disfruta de la carrera aunque sufre corriendo.
Sin fuerzas para más, cazo a Diego justo entrando en la T2 y me quito los calcetines mientras él sale para el agua. Así que ni pienso en el neopreno. Cojo el gorro y las gafas y salgo disparado por la arena mientras me los pongo. Justo me lanzo al agua detrás de Diego pensando en qué momento me cazaría Arturo, al que le habré sacado más de 2 minutos de ventaja. Nada más lanzarme, el contraste del calor corriendo y lo fría que está el agua sin el neopreno me obligan a parar y respirar hondo, me cuesta respirar en las primeras brazadas hasta que el cuerpo se aclimata a la diferencia de temperatura. 100 metros después ya nado "cómodo", pero Diego se me ha escapado. Estaba claro. Así que me centro en apretar todo lo que puedo para que no me cace nadie. Giro la 1ª boya y enfilo la 2ª. Me pasan un par de nadadores y no sé si alguno será Arturo, no distingo a nadie. Aún así voy a full, sin dejarme nada. Increíblemente, nado igual de cómodo que con el neopreno y no tengo la sensación de ir más lento. Con la certeza de estar haciéndolo mucho mejor de lo que pensaba giro la 2ª boya y enfilo la larga recta hacia la playa. Me pasa otro y no consigo mantenerle la distancia. Ya hago bastante con acertar el camino hacia la playa y no nadar haciendo eses. Llego a los últimos 200 metros eternos. Levanto la cabeza y aún no estoy seguro de si voy en la dirección correcta o desviado. 50 metros después veo las banderas de la llegada. Todo en orden. Nadie por delante ni por detrás pero decido no aflojar por miedo a "quedarme varado" y 
a falta de 50 metros levanto la cabeza y veo a uno del triatlón coruña saliendo del agua. Bajón. Me ha adelantado Arturo y me va a ganar por segundos. Salgo del agua y me doy cuenta que no es Arturo... ¡es Diego! Veo que le cuesta hasta andar y troto por la arena para entrar justo detrás de él. Subidón. No he quedado 1º del club por segundos, sin querer apretar en la arena viendo cómo iba Diego. En la llegada me cuenta que la temperatura del agua le afectó y que le costó mucho llegar al final. Por eso iba así por la arena. Nos felicitamos y voy como un niño con zapatos nuevos. Puesto 15º, mitad de la tabla, a un mundo de los buenos nadadores pero defendiéndome y disputando a los que nadan mejor que yo. Como por ejemplo a Arturo, que entra a 3 minutos y ve mi sonrisa de oreja a oreja. Mientras hablamos en el box llega Pablo, que también lo ha pasado muy bien y ya estamos deseando repetir en una prueba que, aunque no esté hecha para nuestras características, si es tan popular y con tan buen ambiente como esta, estamos dispuestos a repetirla las veces que haga falta. Y así terminó mi finde acuático-deportivo, con 2 nuevas experiencias y muy feliz de haber participado en ellas. Con más confianza para el próximo reto... ¡a por las Sisargas!
 - Ambiente popular, de esos que aunque seas "malo" no te sientes fuera de lugar.
- Sin colas para recoger los dorsales.
- Aparcamiento cerca de salida/meta.
- Calidad/precio excelente. Difícil pedir más por menos.
- Avituallamientos suficientes para el tipo de prueba.
- Buena organización, recorridos claros y visibles.
- Inscripciones el mismo día de la prueba, lo que no te obliga a inscribirte sin saber si puedes participar o no.
- Gente poco respetuosa en el circuito a pie del acuatlón. Suele pasar cuando no cierras el circuito para la prueba.
- ¿Duchas? Ni idea, pero a mi me llegó con las de la playa.

sábado, 15 de agosto de 2015

TEMPORADA 4 (SEMANA 40): SIN RESPETO

Sin duda, uno de los valores más importantes en la vida. Y en este caso, no hablo hacia las personas. En esta ocasión me refiero a las pruebas que realizamos. Muchas veces no somos conscientes del riesgo o la magnitud de la carrera hasta que estamos en medio de ella y ya no hay vuelta atrás. Y, aunque erróneamente se pueda pensar, lo importante no es la distancia, es la preparación que tenemos para la misma. Me explico. Es tan complicado terminar una carrera popular de 10 km para alguien que no hace deporte como para mí hacer un maratón. Lo que hay que tener muy claro es que las pruebas se merecen un respeto. Ese respeto que nos lleva a prepararla para poder disfrutarla y que, pase lo que pase (en el 90% de los casos), sabremos salir airosos de cualquier dificultad que surja. En estos años he visto a mucha gente hacer un Ironman sin estar preparado, he corrido trails con gente que iba ahogada en los primeros kilómetros, etc. Después es cuando nos lamentamos pero realmente es porque nos hemos lanzado a la aventura sin paracaídas. Concretemos. Después de la travesía a nado y el Acuatlón en Cedeira de la semana pasada, mi confianza era total para hacer una Travesía en las Sisargas increíble, disfrutando a tope y cumpliendo ese reto. Vamos, que le perdí el respeto a nadar en mar abierto cuando a mí me da miedo nadar sólo a 20 metros de la orilla. El resultado... lo contaré en la crónica. Sólo adelantar que fue muy duro, que hubo 30 abandonos y que tardé más de 2 horas en completar los 4.2 km de la travesía. Sí, al final logré uno de los mayores retos conseguidos hasta ahora (aunque en principio parecía de los más fáciles), pero en algunos momentos lo pasé realmente mal y eso fue por culpa de perderle el respeto, en mi caso, a un medio con el que no tengo muy buen feeling: el agua. Confío en que no vuelva a pasar. Y si pasa, intentaré llegar lo mejor preparado posible para saber afrontar la situación de la mejor manera posible. Eso sí, con respeto.

TEMPORADA 4 (SEMANA 40): HOJA DE RUTA

Lunes, 3/8/15: Carrera (trail): 1h 25' - 16 km
Martes, 4/8/15: Ciclismo: 3h 10' - 82 km + Natación (mar): 30' - 1.2 km
Miércoles, 5/8/15: "Cacos": 50' - 6 km + Carrera: 50' - 10 km (series de 1 km) + Natación: 25' - 1.1 km
Jueves, 6/8/15: Ciclismo: 4h 25' - 120 km + Natación (mar): 42' - 2 km
Viernes, 7/8/15: Gym: 45' circuito + Natación (mar): 45' - 2.5 km
Domingo, 9/8/15: VI Travesía a Nado Islas Sisargas (4.2 km): 2h 08' 59". Puesto 95º (150).

Natación: 5 sesiones - 4h 30' - 11 km
Ciclismo: 2 sesiones - 7h 35' - 202 km
Carrera: 2 sesiones - 3h 05' - 32 km
Gym: 1 sesión - 45'
TOTAL: 10 SESIONES - 16 HORAS


Seguimos metiendo volumen de cara a la recta final de la temporada. Seguramente sea mejor meter más intensidad y bajar horas, pero es que no apetece. Y entrenar sin ganas... pues como que no. De esta manera salieron 2 etapas fuertes de ciclismo, de las que acabas bastante cansado, sobre todo el jueves y un par de entrenos a pie también durillos. Y nadando... 5 días con la guinda de la travesía... Pues no se puede pedir más, una semana muy completa y que espero que valga para sumar un puntito más de forma para las próximas semanas. Go!

TEMPORADA 4 (SEMANA 40): ENTRENO INVISIBLE

Aquí no voy a perder el tiempo. Como ya he dicho, es batalla perdida. Aún más ahora que estamos en fiestas y es comilona tras comilona, lo de comer en casa es una utopía. Y como soy de buen diente... pues la aguja no baja de 66 kg. Con respecto al descanso tampoco voy mucho mejor. Acostarse tarde y madrugar para entrenar (aún encima estos palizones) no creo que sea muy sano. Pero voy aguantando y por eso sigo al mismo ritmo. Espero aguantar hasta septiembre que vuelve la rutina.

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 41: SUMANDO DEPORTES
Como ya sabéis, soy de culo inquieto. Después de 2 años haciendo triatlones cortos me dio por los largos, después de los largos (que aún me siguen gustando mucho) este año me dio por los trails (que también me divierten un montón) y ya desde el verano pasado una mosca en mi cabeza no paraba de zumbar con el tema del cuadriatlón y el kayak. Y con la suerte que tengo de tener un sitio privilegiado para practicarlo y con lo bien que lo pasé en la prueba... me lancé a la piscina. No le dí muchas vueltas porque sino no lo hago. Y siempre es mejor arrepentirse de lo que haces (o al menos casi siempre). Así que hace unos días me compré un kayak para disfrutar de otro deporte y voy de vez en cuando con los del club de piragüismo de Betanzos a entrenar un poco de cara al cuadriatlón de este año que es en Octubre en Castro Urdiales. Aún no me lo han dado, pero ya tengo muchas ganas de estrenarlo. Así que parece que el año que viene tiraré hacia pruebas de fondo (trails, ultra, halfs...) y también hacia el kayak que parece que le voy cogiendo el gusto. Mientras, toca seguir sumando... ¡buena semana, salud y kilómetros!

miércoles, 12 de agosto de 2015

96ª COMPETICIÓN: II HÉRCULES XTRM: SENTIMIENTO AGRIDULCE

Domingo, 26/7/15, 8:00 h.
Prueba: II Hércules Xtrm (La Coruña)
Distancia: 1.9 km (2 v.) + 90 km (7 v.) + 21 km (3 v.)
Dificultad: media (lluvia, viento, circuito a pie mixto)
Inscripción: 80 euros
Tiempo: 5 h 00' 13"
Tiempo del 1º: 4h 16' 05" (- 44' 08")
Puesto: 27º de 350
Avituallamientos: agua, fruta. En meta: pizza, empanada...
Trayecto desde Betanzos: 25' - 25 km
Puntuación: 6/10
Repetiría: Dudoso (en estas condiciones no)
CLASIFICACIÓN

Al igual que el año pasado, los prolégomenos de la prueba no eran halagüeños. Pero a diferencia de la 1ª edición, en esta ocasión se cumplieron y lo que se preveía una gran mañana de triatlón se convirtió en una carrera de supervivencia en la que hubo muchos abandonos y en la que pocos disfrutaron de su deporte favorito. Aún así, llegar a meta con una sonrisa siempre compensa el esfuerzo realizado. Vamos allá.
Sábado por la tarde. Obligatorio dejar la bici para el día siguiente. Esto realmente no me gusta mucho porque pierdes el día para ir a dejar algo que puedes hacer al día siguiente. Aún encima tienes que madrugar igual. En fin, al menos sirvió para charlar con los compañeros e ir soltando nervios unas horas antes. Después de 15 minutos de cola me dieron una bolsa con 300 folletos y descuentos, dejé la bici en los boxes y nos juntamos los del CTC (cerca de 20) para hablar un rato y escuchar la reunión técnica. El ambiente estaba caldeado después de las críticas por el circuito de bici, pero la cosa no pasó a mayores.
Así que con todo más o menos claro nos despedimos y fuimos a velar armas para el día siguiente.
6:00 h. ¡Qué horror! ¡Qué vuelvan las pruebas de tarde! Repaso de bolsa, desayuno y después de 30 minutos de viaje llego al aparcamiento de la Torre. El cielo amenaza, confiemos en que aguante. Me encuentro a Pablo e Iñaki y nos vamos juntos al box. Coloco todo, me pongo el neopreno y nos vamos en manada para la playa. Nervios y ganas a partes iguales. Estoy tan nervioso que casi no hablo con nadie. Me doy un pequeño chapuzón pero ya mandan salir. No está tan fría para ser San Amaro, me he criado aquí y está a buena temperatura. Me coloco en mi habitual "al fondo a la derecha" y mientras visualizo un poco la prueba... ¡acción!
Más de 300 valientes al agua. Por delante, un circuito de 950 metros al que hay que dar 2 vueltas con salida del agua para completar los 1900 metros del sector de natación. Increíble. La salida no es muy ancha, puesto que hay que llegar a una boya de la derecha. Pensé que iba a recibir por todos lados pero hago la salida más limpia que yo recuerde. Ni siquiera me tocan los pies. Así que simplemente me concentro en dar bien la brazada y fijarme en las boyas para no hacer metros de más. El agua está perfecta y más no puedo pedir. Paso la 1ª boya "con cuidado" de no perder mi "zona de confort" y busco la siguiente. El "gran grupo" lo llevo a unos 100 metros por delante, todo en orden. Giro en la 2ª y vuelta hacia la playa. Tengo la sensación de no ir muy rápido pero no me agobio porque queda mucho y voy bastante cómodo, prefiero seguir así. Salgo del agua, no me acelero mucho, paso debajo del arco y me lanzo al agua para hacer la 2ª vuelta.
Al igual que la anterior, sigo nadando "a mi aire" sin pelearme con nadie, ni en mis mejores pensamientos. Aumento un poco la frecuencia pero no noto que vaya más rápido. Aún así, mantengo el ritmo y voy cogiendo a algún nadador que llevo por delante. Buen síntoma. Mientras giro en la 2ª boya e inicio la vuelta a la playa veo a algunos ya saliendo del agua. Qué forma de nadar. Por suerte es algo que no me preocupa y sigo a lo mío. Consigo poner pie a tierra entre el aplauso de Patri and friends (siempre se agradece) y paro el crono en 35'36"... ¿en serio? ¿Sólo 35'36"? Aún flipando, con lo poco que entreno este sector y menudo parcial... en ese momento no soy consciente de lo bien que lo he hecho (dentro de mi nivel) hasta que subo las escaleras de la playa, entro en el box y veo a unos cuantos compañeros de equipo que me sacan las pegatinas en los
entrenos en el agua. Con una sonrisa me quito el neopreno lo más rápido que puedo, pongo los calcetines, casco y demás y salgo disparado a dar caza a todos los que pueda, toca remontar y estoy listo para la batalla. Por ahora, todo en orden. Por ahora. Porque nada más subirme a la bici para exprimir las ruedas de perfil empiezan a caer gotas de agua. Una tras otra. El circuito ciclista, largamente comentado y cuestionado, consiste en 7 vueltas de unos 13 km por el paseo marítimo coruñés, con unas vistas increíbles pero con un tramo de más de 1 kilómetro de adoquinado (no del estilo de la Paris-Roubaix pero sí de los que te va vibrando la bici), muchos pasos de cebra, raíles, alcantarillas y rotondas varias. Es decir, un circuito en el que hacen falta los 5 sentidos pero que con lluvia también tienes que llevar la estampita del niño Jesús y cruzar los dedos. Porque sí, tuvieron mala suerte con el tiempo, pero aquello se convirtió en un campo de batalla. Menos mal que no traje la cabra. Aún así, salgo fuerte subiendo ese tramo de adoquin y comprobando que esto va para largo. Enlazo con el tramo del paseo y ya veo a uno que se cae al tocar la línea del paso de cebra. Mal rollo. Trato de borrarlo de la cabeza y sólo pienso en adelantar puestos. Así que mientras pedaleo desde la Torre de Hércules hacia el Millenium bajo un manto de agua voy pasando a algunos compañeros de equipo que nadan más rápido pero
pedalean más lento. Paso a Héctor, Juan, Diego... Después de 3 km de llaneo toca subir el único repecho duro, la cuesta del Millenium, unos 150 metros con más de un 10% y que luego sigue picando otros 100 metros. Como un poco más adelante se gira ya establezco referencias con mis compañeros de equipo, ese pique que da la salsa a la prueba y que la hace única. Por delante, Fady e Iñaki pelean por el top-10 y "dentro de mi área de influencia", la pelea por el top-3 del equipo, Diego y Sito empiezan a sacarme diferencias en la bici. Más cerca, en torno al minuto, llevo a varios que nadan bastante mejor que yo. Esto me da ánimos justo hasta que veo a otro caerse antes del giro en la rotonda antes de la bajada del Millenium, gran cagada porque es un giro sin sentido y peligroso, aún más con la lluvia. Vuelta por el paseo y el circuito es como un campo de minas. Raya que toques te vas al suelo. Así que no me canso de ver pinchazos, caídas... Llego de
nuevo al tramo de adoquin, ahora en bajada y decido jugármela, pedaleo a tope pasando a gente mientras rezo para que no se me desmonten ni la bici ni las muñecas. Completo la 1ª vuelta cazando a Iñaki y Julio con Álvaro y Carlos aún por delante, a menos de 1 minuto. Sigue lloviendo. No veo nada con las gafas y se las lanzo a Patri. Vaya día. Al menos no hace frío. Con las distancias más o menos controladas decido no arriesgar demasiado y paso las rotondas y pasos de cebra con mucho cuidado. Aún así, llevo unos cuántos sustos, alguno que casi me hace irme al suelo y darme un buen porrazo. Por suerte, consigo salvarlo y mantengo la distancia con el resto. Sé que en carrera soy más rápido, así que tomo una actitud conformista mientras veo a Sito y Diego sacarme cada vez más distancia, van volando. Paso de nuevo los adoquines de Adormideras y allí hay mucha gente animando, dan fuerzas para apretar en la subida
e intentar sacar distancia. Ahora ya es más difícil adelantar, hay que respetar el "no drafting" y vamos todos al mismo ritmo, variando dependiendo del momento y el desnivel de la carretera. Para adelantar hay que arriesgarse a una caída o machacar las piernas para que te vuelvan a pasar 200 metros después. Así que mantengo el ritmo y en el giro de la 3ª vuelta empiezo a distanciarme de Julio e Iñaki. Pero al pasar una rotonda me patina la rueda de atrás y se me cruza la bici. Solamente un milagro me salva del abandono. No sé cómo me mantengo en equilibrio pero del susto bajo el ritmo y vuelvo a hacer el trenecito con mis compañeros de equipo. No arriesgo más. De aquí al final del sector ciclista me conformo con no caerme, saludar a los colegas cuando me cruzo con ellos y pensar en la carrera. Bebo y como un poco, aunque es difícil coger agua en el único avituallamiento que hay en la bici, situado en
la subida de los adoquines. Con lo que me cuesta soltar las manos y aún encima temblando... De todas formas no me quejo, veo un par de ambulancias con caídas graves, hasta nos hacen casi parar en una en ambos sentidos del golpe que se llevó. Justo en la última vuelta veo a Carlos en el arcén (reventón de cubierta), qué mala suerte, estaba haciendo un carrerón, uno menos para la quiniela. Tampoco veo a Iñaki detrás, después me entero que lo han sancionado, increíble porque es super-legal, pero con este día y tanta gente es una lotería la sanción. Entro en boxes dando gracias por llegar de una pieza y analizo el momento. Voy 6º del club, con los 2 primeros "en otra liga", los 2 siguientes a un mundo (casi 10') y el 5º cerquita, con alguno pisándome los talones. Paro el crono en 2h 48' 36", un tiempo aceptable teniendo en cuenta el circuito y la lluvia, aunque tampoco sé si mis piernas habrían dado para mucho más. Dejo la bici y apelo a la épica para asaltar el top-3 del club. El año pasado fui 1º y el orgullo me dice que a por todas. Por delante, 21 km en un circuito a 3 vueltas, la primera un ida y vuelta hacia el Dique de Abrigo (zona del castillo de San Antón), sobre 5 kilómetros y medio, paso por meta y luego 2 vueltas bordeando la zona de la Torre de Hércules (alrededor de 7.5 km por vuelta) para cruzar la línea de meta en Adormideras. Nada más salir, premio. Cuestón de unos 200 metros para calmar
los ánimos. Duro. Aprieto los dientes. Giro a la izquierda y terreno favorable por el paseo hasta el dique. A quemar zapatilla. Pero las piernas no van. Literalmente. Llevo a Fran y a Álvaro delante pero no voy. Supongo que estaré pagando la dureza y la tensión de la bici pero no estoy acostumbrado a esto. Aún así, tiro de orgullo y los paso 500 metros después, con el subidón de beber un poco de agua en el avituallamiento. Me cruzo con Sito (a un mundo) y poco después con Diego; me sacan más de 2 km y se les ve bien, inalcanzables. Tocará mantener el 5º puesto. Giro en el dique e inicio la vuelta con mejores sensaciones, aunque me va costando adelantar. De nuevo en el avituallamiento decido tomarme un gel con cafeína y parece que me activa un poco, paso por meta y con los ánimos de la gente las piernas empiezan a responder. Aún así, la subida hacia la Torre se hace eterna y la posterior subida a la 
Torre durísima, a pesar de los ánimos de la gente. Pero me anima ver que voy mejor que el resto, algunos parados y otros andando. Busco mis pequeños objetivos y veo a Richi, del Nosportlimit, que va peleando por el podium, un poco más adelante. No guardo nada y decido ir a cogerle. Me saca más de 300 metros pero es un buen entretenimiento. Enlazo con el paseo hacia la Casa de los Peces y ahora sí recupero mi ritmo de carrera, aunque acumulo cansancio hasta en las orejas. Pero la idea de coger a Richi me obliga a no dormirme e inicio el tramo de trail por detrás de la Torre con muchas ganas. Tantas que aquí sí que paso a bastante gente que va tocada, con los ánimos de la gente que me avisan que llevo "buen ritmo". Menos mal, creí que me iba a dar una pájara en los primeros kilómetros. Cada vez veo a Richi más cerca y veo que mira hacia atrás. Seguimos fuerte y termino la vuelta quedándome a unos 50 metros de cogerle pero con velocidad de crucero teniendo en cuenta mi ritmo en los primeros kilómetros. Me quedan algo más de 7 y me noto con fuerzas. Me tomo el 2º gel con cafeína y rezo por no desfallecer antes de llegar al avituallamiento de la Torre, el ritmo me ha dejado seco y no hay ningún sitio más donde beber. Sufriendo llego hasta "la salvación" y bebo un par de vasos; ahora sí, a echar el resto. Subo la Torre a todo lo que dan mis piernas, enlazo con el paseo y en un pequeño tramo de ida y vuelta no me creo lo que ven mis ojos: un par de colegas que andan mucho más que yo sufriendo y a Sito del club en la misma situación. Me sacarán unos
500 metros pero huelo la sangre y me lanzo a tumba abierta. Antes de la zona de trail ya los cazo y pongo pies en polvorosa. Tanto que cazo a otro colega, Oscar, que está corriendo por relevos y sólo hace la carrera (en 1h 24'). Me ve tan fuerte que me dice que tire. Pero como no veo más objetivos por delante ni por detrás, animo a Fer y a Héctor (compañeros de entrenos) cuando los paso y decido seguir con Oscar hasta el final, en compañía siempre se lleva mejor. Nos vamos animando mientras, ahora sí, disfruto de las vistas espectaculares de la zona de los Menhires y me animo con el "ya no queda nada". Últimos 200 metros, decidimos adelantar a otro que llevamos delante y entramos en meta juntos, parando el crono en 5h 00' 13" en el puesto 27º. Una pena, si lo sé hubiera apretado un poco más para bajar esas 5 horas, pero no es más que una anécdota. Al final, 4º posición del club y creo que primeros por equipos, aunque no había clasificación oficial por clubes. El parcial de carrera fue de 1h 31' 37", nada mal teniendo en cuenta el inicio del sector. Eso sí, llegué roto, sin fuerzas, quizás el triatlón más duro que he hecho hasta ahora. Estaba tan cansado que en vez de quedarme con Patri, mi hermana y demás amigos fui directamente a la zona de fisios para que me revivieran un poco. Y vaya error. Había 6 camillas, un chico esperando y yo. Pues estuvieron más de 15 minutos (sí, sí, más de 15) masajeando y estirando a los que estaban. Y yo allí de pie empapado y sin fuerzas. No me fui porque necesitaba un poco de hielo, pero no me pareció normal. 
Después recuperé el aliento con bebida, pizza, barritas... había de todo. Mientras, comentaba con los colegas las dificultades del circuito y como el día seguía cruzado (no paró de llover) no quedó otra que recoger la bici y marchar para casa. A pesar de haber conseguido un resultado similar al del año pasado las sensaciones fueron muy distintas. Hace 12 meses disfruté como un enano pero en esta ocasión tocó sufrir muchísimo con un día muy malo para la bici. Eso sí, los entrenos sirvieron para llegar a meta con la satisfacción de haberlo dado todo y de conseguir un buen puesto en una carrera, que de una u otra manera, siempre será especial. Seguramente fui de los que mejor llegué, muy dura. Ojalá que se celebre en otras condiciones en próximos años, porque La Coruña se merece un triatlón como este y que, bien organizado y con unos circuitos similares a los del año pasado, puede llegar a ser un referente nacional. ¡A recuperar fuerzas y a por la siguiente!
- Compañerismo. Correr con los amigos siempre lo hace especial.
- Avituallamiento final muy bueno (al menos el tiempo que yo estuve).
- Duchas y aparcamiento cerca de boxes (a unos 500 metros).
- Voluntarios muy participativos que ayudaron a que nos lleváramos un mejor recuerdo, sin ellos hubiera sido imposible.


- Colas para recoger el dorsal.
- Circuito de bici peligroso y, bajo mi punto de vista, mal diseñado (con lluvia no digamos).
- Pocos avituallamientos, en especial en la carrera a pie, diría que peligroso a nivel físico.
- Mucho tiempo de espera en el fisio, parecía una sesión de pago (eso sí, a mí me dio 3 minutos y listo).
- Mala comunicación entre la organización y los corredores, con descalificativos antes y después de la prueba. Así es complicado que salga todo bien.
- Dejar la bici el día anterior. No entiendo lo de perder la tarde (o el día) para hacer algo que lleva 5 minutos. Prefiero madrugar más.

En resumen, la prueba del año pasado dejó el listón demasiado alto que hizo que el cambio de circuitos y el tiempo (amén de otras cosas) nos trasladaran a una prueba totalmente distinta. Aún así, confío en que el año que viene se hará todo mejor, habrá más apoyo por parte del Ayuntamiento y disfrutaremos de nuevo de una carrera única para los triatletas gallegos...

PD: no podían faltar las fotos más importantes, esas que hacen que una carrera se convierta en especial a pesar de las adversidades: la familia y los amigos!!


lunes, 3 de agosto de 2015

TEMPORADA 4 (SEMANAS 38 y 39): SUPERANDO BARRERAS

No sé si físicas o mentales, más bien diría lo segundo. 4 años metido en esto y todavía no me había atrevido a enfrentarme a pruebas enfocadas a nadadores, bien fuera una travesía, un acuatlón... o ambas. Y así, sin comerlo ni beberlo, aún con el sabor agridulce que me dejó el "Hércules Xtrm" el domingo pasado, surgió la posibilidad de participar en Cedeira en la travesía a nado, un buen test para ir algo más seguro a la Travesía de Sisargas de la semana que viene. El miedo a quedar de último se disipó cuando dí las primeras brazadas y acabé tan contento que me apunté al acuatlón al día siguiente, resultando también una experiencia increíble y haciéndolo mucho mejor de lo que yo pensaba. Así que, casi sin quererlo, 2 pequeños retos más superados y nuevas experiencias vividas. La verdad es que cada día estoy más contento de "abrir la mente" y participar en pruebas tan distintas como trails, travesías... ¡y lo que queda! Toca seguir disfrutando con todo esto y entrenar para las últimas pruebas de la temporada, 2 meses que serán muy intensos y en los que espero cruzar la meta con una amplia sonrisa. Por cierto, 100% recomendables tanto las travesías como los acuatlones para cualquier nivel y edad. Muy divertido.

TEMPORADA 4 (SEMANA 38): HOJA DE RUTA 

Lunes, 20/7/15: Natación (mar): 45' - 2.2 km
Martes, 21/7/15: Ciclismo: 1h 30' - 37 km + Carrera: 20' - 4.5 km (series de 1 km)
Miércoles, 22/7/15: "Cacos": 50' - 6 km + Ciclismo (pista): 1h - 29 km
Jueves, 23/7/15: Carrera: 40' - 8 km
Viernes, 24/7/15: Natación: 40' - 1.5 km + Gym: 20' circuito
Sábado, 25/7/15: Ciclismo: 50' - 20 km + Carrera: 10' - 2 km
Domingo, 26/7/15: HÉRCULES XTRM (1.9 + 90 + 21): 5h 00' 13". Puesto 27º.

Natación: 3 sesiones - 2h - 5.6 km
Ciclismo: 4 sesiones - 6 h - 175 km
Carrera: 5 sesiones - 3h 30' - 41 km
Gym: 1 sesión - 20'
TOTAL: 9 SESIONES - 11 h 50'


Semana pre-competición de prueba grande. Tocaba entrenar poco y prepararse para la batalla. Buen entreno el martes con unas series de 1000 después de la bici, de esas que te ayudan mentalmente para saber que estás preparado. El miércoles fui con Patri a caminar y correr (cacos), parece que se va animando a hacer algo y esa es una gran noticia. Y los 3 últimos días mantuve el cuerpo "en guardia" para llegar al 100% a una de las carreras de la temporada. Aunque el resultado fue bueno, bastante similar al del año pasado, no fue de esas pruebas para recordar por varios motivos, que explicaré en la crónica de los próximos días. Pero todo suma y al fin y al cabo pude llegar con una sonrisa a meta cumpliendo el objetivo. Otra muesca más y la alegría de haber competido entre amigos en mi ciudad.

TEMPORADA 4 (SEMANA 39): HOJA DE RUTA

Miércoles, 29/7/15: "Cacos": 1h 05' - 7.5 km + Natación: 35' - 1.5 km
Jueves, 30/7/15: Senderismo "Islas Cíes": 5h - 13.5 km
Viernes, 31/7/15: Ciclismo: 1h 30' - 40 km
Sábado, 1/8/15: Carrera: 37' - 7.5 km + Ciclismo: 1h 20' - 38 km + Travesía a Nado "Ría de Cedeira" (1.5 km): 30'.
Domingo, 2/8/15: Ciclismo: 2h - 57 km + 2º Acuatlón Cedeira (1 km + 5 km + 1 km): 1h 03' 18"

Natación: 3 sesiones - 1h 45' - 5 km
Ciclismo: 3 sesiones - 4h 50' - 135 km
Carrera: 3 sesiones - 2h - 19.5 km
TOTAL: 7 SESIONES - 8 h 35' (13 h 35' contando el Senderismo en Cíes)


En teoría, semana de descanso para desconectar, recuperar y seguir con fuerza. Pero es que 2 días sin hacer nada y me subo por las paredes. Sí, estoy enfermo. Así que, aunque suave, el miércoles volví a correr con Patri y poco a poco coger sensaciones y chequear el cuerpo, sin secuelas del tri de media distancia del domingo. Perfecto. Buena jornada de senderismo el jueves, soltando piernas el viernes en la bici y el finde fue una pasada con 2 entrenos duros por la mañana y pasándolo en grande en mi debut en una travesía (sábado) y en un acuatlón (domingo), aún encima cerca de casa y con varios compis del club. Una gozada. Si sumo la jornada de senderismo han sido más de 13 horas "en acción", pero con un fin de semana tan bueno las pilas están cargadas a tope para seguir divirtiéndome al ponerme el dorsal, da igual la disciplina. Go!

TEMPORADA 4 (SEMANAS 38 y 39): ENTRENO INVISIBLE
No todo va a ser cal. Aquí toca la de arena. Aunque las horas de sueño más o menos las voy respetando (mi "despertador hormonal" suena sobre las 8-9), un día me acuesto a la 1, otro a las 2... Las comidas fuera son habituales (pizza, helados, bollería, churrasco...) y el descanso puede decirse que brilla por su ausencia. Pero a pesar que la báscula sigue estando cerca de los 67 kg, 3 por encima del peso normal, mi cabeza está en mejor forma que nunca y no creo que varíe mucho la cosa en este mes "anti-rutina" de vacaciones. Así que nada, barra libre de comer, entrenar, competir y, al fin y al cabo, que es lo importante, disfrutar. Eso sí, con cabeza.

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 40: A POR UN NUEVO RETO
Y de nuevo toca ponerse un dorsal, en este caso en el gorro de natación para afrontar el mayor reto hasta la fecha dando brazadas. Y es que con la buena fama de esta travesía y sabiendo que volaban las inscripciones no me pude resistir y al fin ha llegado, una prueba a la que voy algo más confiado gracias a la travesía y al acuatlón del fin de semana. De todas formas, no es una "prueba objetivo", voy simplemente a pasarlo bien y a vivir la experiencia, por lo que la semana de entrenos no variará de una normal, con la salvedad que el domingo cambiaré la bici por superar otro gran reto y barrera mental en las aguas de la famosa e increíble "Costa da Morte"... ¡buena semana, salud y kilómetros!