sábado, 30 de mayo de 2015

4ª TEMPORADA (SEMANA 29): CUMPLIENDO SUEÑOS

Aunque ya hayan pasado 5 días desde que crucé la línea de meta en "El Soplao" (que por si no lo he dicho, al final me cambié e hice la combinada de montaña que eran 50 km trail + 70 km btt) y me siga costando bajar las escaleras (de correr ya ni hablamos), la ilusión y el recuerdo de lo que allí viví siguen muy presentes. Por eso ha merecido la pena todo el esfuerzo realizado para conseguirlo. Y esta semana estuvo enfocada casi exclusivamente a llegar en las mejores condiciones posibles a la disputa de la prueba. Por suerte, después de muchas horas, sudor y varios calambres pude cumplir otro de los sueños de la temporada. La semana fue muy buena, preparando cuerpo, mente y "equipaje" para "el día D" y todo salió casi tan bien como esperaba. Así que no puedo pedir más que seguir cumpliendo, pasito a pasito, todos los retos que me he propuesto este año. Sumo y sigo. Go!

TEMPORADA 4 (SEMANA 29): HOJA DE RUTA

Martes, 19/5/15: Gym: 30' circuito + Carrera: 1h 05' - 13 km (series de 1 km)
Miércoles, 20/5/15: Ciclismo (BTT): 1h 30' - 33 km
Jueves, 21/5/15: Natación: 30' - 1.3 km + Carrera: 30' - 6.5 km
Sábado, 23/5/15: EL SOPLAO (Combinada Montaña: 49 trail + 70 btt): 10 h 53' 04". Puesto 35º.

Natación: 1 sesión - 30' - 1.3 km
Ciclismo: 2 sesiones - 6h 45' - 103 km
Carrera: 3 sesiones - 6h 50' - 68.5 km
Gym: 1 sesión - 30'
TOTAL: 6 SESIONES - 14 h 35'

Resumiendo, poco entreno, suave y... "locura conseguida". Después de una puesta a punto semanal vigilando que todo estuviera en orden y tratando de no pasarme lo más mínimo, el sábado tuve mis mayores momentos de flaqueza desde que comencé a competir. Supongo que eso también se entrena y, aunque estuve cerca de abandonar en la transición, al final las ganas y la fuerza mental me hicieron continuar hasta cruzar la meta y ser finisher de la prueba más dura realizada hasta la fecha. Casi 11 horas de esfuerzo que me han servido también para hacerme más fuerte cuando dispute pruebas de fondo y por supuesto para esos momentos difíciles que se pasan en las carreras largas como un Ironman. Todo suma y estoy muy contento de haberlo superado. Eso sí, las piernas quedaron temblando. Que me quiten lo bailao.

TEMPORADA 4 (SEMANA 29): ENTRENO INVISIBLE
Peso semana anterior: 64.9 kg / Peso semana actual: 65.1 kg / Diferencia: + 200 gramos
Después de la prueba había bajado más de 4 kilos, quedándome cerca de los 61 kilos. Pero la recuperación, al menos en esta parte, fue la correcta y pronto recuperé el peso perdido para volver a sentirme a tope y con ganas de volver a dar guerra. Vamos por el buen camino.
En una semana como esta tuve que aparcar un poco el gym porque no quería llegar con ninguna sobrecarga, así que "cubrí" una sesión para mantener un poco y listo. No me preocupa, en breve vuelta a las pesas.
Y en cuanto al descanso debo decir que he pecado. Y mucho. Para poder participar en el Soplao y cumplir con mis obligaciones no pude salir antes de las 9, por lo que llegué a la zona a la 1:30, me levanté a las 5:30 y tras casi 11 horas dando el callo me volví con otras 4 horas de coche. Imaginaros como estaba al llegar... aún sigo recuperando, pero al menos ya no ando como Robocop.

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 30: RECUPERANDO
Está claro. No puedo tener más objetivos esta semana que recuperar como sea para poder llegar a los tris de El Bierzo y Aviaman en pocos días. La verdad, no las tengo todas conmigo. Creí que mi cuerpo me daría el alta en pocos días, pero ayer jueves comencé a andar con normalidad y hoy viernes aún no puedo ni trotar 1 minuto, tengo los cuadriceps off. El resto del cuerpo responde bien, pero me preocupa la sobrecarga en la parte delantera que no me permite ni agacharme. Se ve que el esfuerzo del sábado fue mayor de lo que pensaba. Toca seguir descansando e intentando recuperar las piernas, confío en que el lunes al menos pueda trotar suave y llegar al próximo sábado en las mejores condiciones posibles. Piano piano.


lunes, 25 de mayo de 2015

90ª COMPETICIÓN: I TRIATLÓN ATLÁNTICO DE BAIONA: CON GANAS DE MÁS


Sábado, 16/5/15, 16:00 h.
I Triatlón Atlántico de Baiona
Lugar: Baiona (Pontevedra)
Distancia Olímpica: 1.5 km (1 v.) + 40 km (2 v.) + 10 km (3 v.)
Dificultad: baja (viento en el agua y en bici)
Inscripción: 30 euros
Tiempo: 2h 25' 53"
Tiempo del 1º: 1h 55' 42" (- 30' 12")
Puesto: 73º de 319
Avituallamientos intermedios: agua en carrera a pie (1 por vuelta)
Avituallamiento final: bocata jamón, powerade, agua, fruta
Trayecto desde Betanzos: 1h 45' - 180 km (+ peajes)
Puntuación: 8.5/10
Repetiría: SI
CLASIFICACÍON
Preparados, listos... ¡comienza el tri! Y es que ya había ganas. Y no creo que mejor sitio para hacerlo. Campeonato gallego distancia olímpica sin drafting y en un sitio tan espectacular como Baiona. Buen día, gran ambiente... ¿qué más se puede pedir? Ah, sí, empezar por el principio.

PREVIA DE LA CARRERA
11:00 AM. Como la prueba se disputa a las 4, no hace falta madrugar y para ahorrarnos los 20 euros de peajes hasta Baiona decidimos ir por carretera. Mala elección. El camino se hace interminable y tardamos casi 3 horas en llegar, sin contar la parada para comer. Así que con lo que nos costó aparcar, con un día de escándalo y una boda al lado del Parador pues... casi llego tarde a la prueba!! Apuro y a las 15:30 h. estaba colocando los dorsales y dejando la bici en boxes, con la gente ya caminando hacia la playa. Por suerte, en mi cabeza tenía la idea de divertirme y no
estaba agobiado, menos mal. Aún así, Patri me metía prisa viendo que estaban casi todos en la playa. Ni me acordé de mirar dónde había dejado la bici en la T1 para cogerla después rápido. Bueno, es igual, ya la encontraría, "será de las pocas que queden", pensé. Me pongo el traje, las chanclas porque el suelo quema y llego a la playa 5 minutos antes de la salida. Perfecto, 5 brazadas y listo. Entro al agua. Perfecta. Miro hacia la orilla y la imagen es de postal, cielo azul, mar, parador de fondo y un montón de tricolegas preparados para tomar la salida. Una suerte estar ahí para vivirlo. Mandan salir, me despido de
Patri y me coloco "al fondo a la derecha", como siempre. Allí me encuentro a Pablo, de mi club (también estaba Jesús) y me quedó allí hablando un rato con él hasta que dan la salida. Ahí van, todos corriendo y yo... pues con calma, aún más cuando tengo que pararme después de 2 brazadas a recolocarme las gafas. Ahora sí... ¡a nadar!

SECTOR NATACIÓN (1.5 km - 1 vuelta)
El sector de natación no es el habitual; se sale desde una playa enfrente del Parador y después de hacer un rectángulo mar adentro se sale por otra playa más a la derecha, a 1 sola vuelta. Mis expectativas no eran demasiado altas, pero tenía ganas de comprobar en qué punto estaba nadando, puesto que llevo un par de meses "rascando la barriga" en el agua.
Así que con mi espacio encontrado salgo en línea recta buscando referencias entre los barcos amarrados. Después de 100 metros me encuentro cómodo, demasiado, voy pasando gente y me parece que estoy nadando en Miño, como si la carrera no fuera conmigo. Ni un golpe, ni agobios... se nota que salgo detrás de todo. Otros 100 metros y sigo igual, disfrutando. Pero al salir del abrigo del dique y los barcos todo cambia. Al llegar a Baiona la imagen no era muy halagüeña; el viento era bastante fuerte y había un oleaje curioso. La suerte es que la peor pinta estaba del otro lado del Parador, por el nuestro estaba más recogido. Pero a unos 300 metros de la playa entramos, sin pagar entrada, a la ya conocida como "piscina de olas" de Baiona. ¿Para qué ir al parque acuático de Cerceda? ¡Aquí es gratis! Para que os hagáis una idea, es como una lancha en alta mar que se mueve al son que marcan las olas, o así me sentía yo. Te llevaba para delante y de repente hacia atrás, otra vez para delante... aún encima, era muy difícil ver las boyas y tenías que estar continuamente levantando la cabeza. Menos mal que llevaba a unos cuántos delante y confiaba en que ellos no se equivocaran. De esta forma llegamos a la 2ª boya, en la que había que girar a la derecha e iniciar el retorno hacia la segunda playa. Aquí confiaba en que la diversión se calmara o al menos nos empujara a favor. Nada. A seguir "bailando".
Qué rabia, con lo cómodo que iba y las ganas que tenía de nadar. Ahora lo único que quería era salir de allí, porque aún encima nos daba el Sol de cara y no se veían las boyas. Buff, sálvese quién pueda. No me quedó otra que tratar de relajarme, pelear contra el agua y dejar que fueran pasando los minutos para irme acercando a la orilla. Eso sí, la sensación era de no avanzar. Después de sugerirle a uno que dejara de tocarme los... pies, me doy cuenta que el grupo al que sigo se ha equivocado y hemos ido demasiado recto, así que giramos de golpe a la derecha para encarar la recta a la playa, que se me hace interminable, creía que no llegaba nunca. Pero finalmente consigo poner pie a tierra con los ánimos de Patri y pisando la alfombra azul hacia boxes. El tiempo, 30' 28" (parcial 170), mejor de lo esperado después del baile que me había pegado. Eso sí, a casi 12 minutazos de Uxío Abuín (el gran favorito y ganador a la
postre), vaya joyita. Mientras corro hacia la T1 veo por delante a Pablo Franco, buena señal porque creo que el año pasado salía antes que yo del agua. Parece que al final no lo he hecho tan mal. Aún encima, encuentro la bici a la primera, estoy en racha. Claro que todo no puede salir tan bien, así que tardo una eternidad en quitar el neopreno, secar los pies, poner los calcetines, las zapas (llevé la cabra y no me subo muy seguro con las zapas en las calas), el casco, coger barrita... en fin, que me tiro cerca de 3 minutos "haciendo el ganso" para salir por fin a despedirme de mi "querida cabra", a la que no he conseguido acostumbrarme y sacarle todo el jugo que lleva guardado. Pero mientras, tocaba aprovechar sus
 cualidades para escalar posiciones sobre las 2 ruedas. No sé si con el viento que soplaba sería muy fácil, pero había que intentarlo.

SECTOR CICLISTA (40 km - 2 vueltas)
Por delante, 2 vueltas a un circuito prácticamente llano (con un par de repechos y, eso sí, con mucho viento) entre Baiona y A Guarda de los que me gustan a mí, sin drafting. Por eso en esta ocasión mi compañera de batallas sería mi cabra "Specialized Transition" con las ruedas de perfil 50, aquí el único que podía fallar era "el jinete". Así que cruzo la línea, doy unas cuantas pedaladas de pie y me acoplo. A todo gas. Los primeros minutos del sector ciclista suelen ser muy movidos. Adelantas a varios y otros cuántos te adelantan a ti, cada uno buscando su ritmo y su posición. Yo a lo mío, buscando la frecuencia perfecta para el trazado de la impresionante costa gallega que
se proyectaba ante mis ojos. Parece que la ida va a ser rápida, no sopla demasiado el viento y bajo piñones para aumentar la velocidad. Cuando llevo unos 3 km adelanto a mi compañero Pablo, nos damos ánimos y sigo buscando referencias y exprimiendo la cabra, las sensaciones son buenas dentro de mis posibilidades. La carretera es muy buena, pocas curvas cerradas y perfecta para dar el 100% sin peligro. Cuando llego a la mitad de la vuelta me cruzo con Uxío, que ya le saca más de 5 minutos al segundo, va sobrao. Desde aquí hasta el final de la vuelta me entretengo contando a los que llevo por delante, más de 160 antes de llegar al giro. Entre ellos Jesús de mi equipo, que me saca 3 o 4 minutos y varios tricolegas más. Toca echar el resto. Pero nada más dar el giro me doy cuenta que la vuelta no va a ser tan plácida. De repente la carretera se inclina lo justo para no ir cómodo y el viento hace acto de
presencia. Estaba claro, no iba a ser tan fácil. Además, a estas alturas cada uno hemos encontrado nuestro hueco y es bastante complicado adelantar, a no ser que pegues un arreón de los que te dejan las piernas calentitas. No me queda más remedio que mantener las distancias, pelear contra el viento y, de vez en cuando, apretar los dientes y pasar a alguno. Llego al final de la 1ª vuelta y las sensaciones son algo contradictorias. Creo que no lo estoy haciendo mal pero sé que lo podría estar haciendo mejor. Pero mi cabeza está en "modo disfrute" y no encuentro el cartucho de "modo competición", así que sigo igual. Ahora ya me conozco lo que queda, por lo que decido apretar un poco más en la ida y cazo a Jesús, que me avisa que la vuelta va a ser dura. Decido no hacerle mucho caso (error) y sigo a tope. Giro en el cono y... ¡plas, en toda la cara! Como si hubiera cambiado de escenario, el viento es más fuerte que antes y en los repechos casi no avanzo; por no decir que en las bajadas no paso de 25 km/h. Casi imposible adelantar, no me arriesgo a una sanción por tirarme 1 minuto adelantando para llegar con las piernas asfixiadas a correr, así que agacho la cabeza y a intentar mantener el ritmo y no perder mucho tiempo, pensando ya en el último sector. Voy tan concentrado y con ganas de llegar que únicamente le doy 2 sorbos al bidón de agua y no tomo ni gel ni barrita. Espero
que no me pasen factura en mi segmento favorito. Y después de completar las 2 vueltas bajo de la cabra parando el crono en 1h 16' (parcial 120, a 12 minutos de los cracks). A ver, mirándolo por el lado bueno "sólo" me han sacado 12 minutos algunos de los mejores triatletas gallegos, pero por el lado malo es que sólo han sido 40 km. En fin, el que no se contenta es porque no quiere. El bajón me vino al llegar a boxes y ver que había un montón de bicis, muchas más de las que yo pensaba. Buff, creía que no lo había hecho tan mal. Dejo la bici, quito el casco, pongo las zapas, cojo un gel, la visera, giro el portadorsal y... ¡a remontar!

SECTOR CARRERA (10 km - 3 vueltas)
El objetivo estaba claro, demostrarme a mi mismo que los meses de entreno han servido, al menos, para mantener la progresión de menos a más en los tris. Por delante, 3 vueltas a un circuito a pie espectacular, dando primero una vuelta al Parador y luego callejeando por el Casco Histórico de Baiona con un repecho de los que hacen daño si vas "algo cascao". Por lo demás, prácticamente llano salvo otro pequeño repechín nada más salir de los boxes (y al iniciar cada vuelta). Nada más salir, acumulo ácido láctico en el repecho y paso a 3, por lo que me gano los aplausos de la gente que me anima diciendo que llevo muy buen ritmo.
Esto hace que me venga arriba y por fin consigo encontrar el cable que conecta el "modo ataque sin piedad" y entro de lleno en la partida, visualizando objetivos sin parar. Algo no muy complicado, puesto que iría en torno al 150 o así. Aquí, al contrario que en la natación, llevo un puntito más que el resto y voy demasiado cómodo, tanto que me parece que estoy volando (cuando en realidad no era así). Es lo que tiene pasar a gente que va mucho más despacio, pero es lo que toca, mi sitio en estas pruebas de triatlón. Volvamos a la carrera. Después de la subida tengo que sujetar la gorra durante unos 200 metros para que no me la lleve el viento, ya me arrepiento de haberla cogido. Total, el calor aprieta y no me ayuda demasiado, con las gafas ya iba servido. Pero la aprieto bien y paso a otro, otro... casi ni me paro a ver las increíbles vistas del mar por la zona del Parador, Galicia Calidade. Termino la vuelta, pequeño repecho frente a la playa en la que se dio la salida a la natación y salgo del Parador viendo a gente muy cascada, supongo que por exprimirse demasiado contra el viento en el sector ciclista. Por lo que se ve yo no lo he hecho y me encuentro "a tope de power". Así que aprovecho para coger un agua (el único avituallamiento de toda la carrera, para mí un error de los organizadores), me la echo por la cabeza, le doy un sorbo y a seguir. Después de una pequeña recta por el
paseo llena de gente animando, giro a la derecha y entro al casco histórico, toca callejear también con mucho ambiente, me lo estoy pasando pipa. Otro pequeño repecho que salvo con fuerza (alguno casi va andando) y enfilo unas rectas que pican hacia abajo aumentando zancada y frecuencia. Llego de nuevo a la zona de boxes y hay mucho ambiente; escucho los ánimos de Patri (aunque no la veo) y encaro de nuevo el repecho de inicio de la 2ª vuelta a tope. Para animarme más, paso a Juan, de Esteiro, con el que suelo llegar a meta, pero va fundido y no me cuesta mucho pasarle. Le doy ánimos y sigo a buen ritmo. Quizás es uno de los problemas de no llevar reloj, viendo el tiempo final a lo mejor podría haberme exprimido un poco más. Vuelta al Parador, entro en el casco histórico y... ¡me adelanta uno! Me toca el orgullo, al salir tan atrás no suelen pasarme e intento seguirle, pero lleva una marcha más y a los 200 metros veo que es perder el tiempo (después vi en la clasificación que hizo el 7º parcial, animaliño). Aún así, no bajo la frecuencia e inicio la 3ª vuelta con muchas ganas y preguntándole a los voluntarios que por dónde se iba a meta, porque no tenía ni idea. La respuesta de uno fue: "por aquí no". Vale, me lo has aclarao. Así que doy última vuelta al Parador sin tener ni idea de dónde está la meta. Con lo bien que iba y los nervios por no saber "a dónde tengo que ir"
me olvido de tomar el gel, así que me casco toda la prueba sin comer nada y con 3 sorbos de agua, entreno para futuras pruebas de fondo. En la 3ª vuelta ya me cuesta más adelantar, vamos más espaciados y la gente no va tan despacio. Aún así, no me guardo nada y adelanto a varios hasta que encaro la recta del paseo y uno de los voluntarios consigue decirme por fin que la meta está a 200 metros todo recto. Miro hacia atrás pero el cambio de ritmo de la recta anterior me ha dejado "sin rival al sprint", así que puedo tomarme con calma la entrada en meta. Muy contento y con fuerzas decido brindar un último apretón a la gente, que lo agradece con aplausos y paro el crono en 2h 25' 53", puesto 73º de 292 finalizados y parcial 18º en carrera con un tiempo de 39' 24" en el 10000. Vamos, que no está mal, pero así como en la natación me doy con un canto en los dientes, sé que en la bici y la carrera a pie podía haberlo hecho mejor. Además, otros tricolegas con los que suelo llegar lo han hecho bastante mejor que yo sacándome entre 5 y 7 minutos y esa es la espina que me queda. De todas formas, buenas sensaciones, buen estreno, con ganas de más y, mientras me como el riquísimo bocata de jamón serrano que daban con el avituallamiento final y disfruto del fantástico día en un marco incomparable, pienso ya en el siguiente reto, dentro de 7 días en "El Soplao"... ¡hasta la próxima!

 - No creo que haya un sitio ni circuitos más espectaculares para hacer un triatlón (salvando el Xtrm coruñés o el Half de Riaño).
- Sin colas para recoger el dorsal
- Ambientazo, de campeonato gallego
- Avituallamiento final: powerade, bocata de jamón, fruta...
- Sin drafting: además, se respetó bastante, no vi ningún jeta chupando rueda.
- Duchas a 300 metros (aunque no las utilicé).
- Página web bien estructurada (aunque con escasa oferta hotelera, otro punto importante a mejorar)
- Solamente un avituallamiento en el sector de carrera (botella de agua, ni aquarius, ni fruta ni nada). En la bici nada.
- Meta no indicada, me consta que no fui el único que no sabía dónde estaba y algunos se equivocaron e hicieron metros de más.
- Última boya en el agua... ¿desaparecida? Yo no la vi, o estaba mal colocada o el Sol impedía verla, pero hizo que nadáramos un rato más de lo deseado.
- Dificultades para aparcar, casi 30' buscando sitio (punto importante que no se suele tener en cuenta en pruebas de estas características).
- ¿La hora? Es que te obliga a comer a la 1 y a los que tenemos que viajar... ¿no podría ser a las 5?


En resumen, y a pesar de tantos "peros", está claro que este triatlón tiene que ser un "fijo" cada año para todo el que le guste este deporte y que, limando algunos pequeños detalles, podría ser una cita de las series mundiales sin ninguna duda. Ahí lo dejo, espero repetir el año que viene. 

jueves, 21 de mayo de 2015

4ª TEMPORADA (SEMANA 28): EN MODO "ILUSIÓN"

En pleno "descontrol controlado" de la temporada me he dado cuenta que he acertado en las pruebas elegidas y tengo la sensación de estar haciendo justamente lo que me apetece y en la forma correcta. Lo que no quita que siga siendo una locura y que veremos hasta dónde llega la gasolina. Así que después de sufrir en los 101 peregrinos en btt tocó bajar un poco el volumen y completar otra buena semana llegando con ganas de diversión al I Triatlón Atlántico de Baiona. Objetivo conseguido. La semana fue buena y la carrera aún mejor. Y eso que tenía la cabeza ya puesta en El Soplao. Pero las cosas salieron "sobre ruedas" y la prueba fue espectacular, terminando con chispa y después de un buen sector de carrera a pie. Así que creo que el camino que marca la hoja de ruta es el correcto e intentaré no desviarme mucho y tocar madera a ver si todo sigue como hasta ahora, porque el carrusel de pruebas del próximo mes y medio es importante. Go!

TEMPORADA 4 (SEMANA 28): HOJA DE RUTA

Lunes, 11/5/15: Gym: 30' circuito + Natación (mar): 41' - 2.2 km.
Martes, 12/5/15: Carrera: 1h - 12 km (series de 1 km).
Miércoles, 13/5/15: Ciclismo (cabra): 1h 20' - 41 km + Natación: 40' - 1.6 km
Jueves, 14/5/15: Gym: 30' circuito + Carrera: 55' - 11.5 km
Viernes, 15/5/15: Natación: 45' - 1.5 km
Sábado, 16/5/15: I Triatlón Atlántico Baiona (1.5 + 40 + 10): 2h 25' 53". Puesto 73º.
Domingo, 17/5/15: "Tripachanga" (1.3 + 22 + 7.5): 2 h

Natación: 5 sesiones - 3 h - 8.1 km
Ciclismo: 3 sesiones - 3h 35' - 103 km
Carrera: 4 sesiones - 3h 15' - 41 km
Gym: 2 sesiones - 1 h
TOTAL: 9 SESIONES - 10 h 50'

Tocaba semana de puesta a punto y decidí no meter mucho volumen para llegar fresco al sábado. Así que simplemente me dediqué a cubrir el expediente (ya sé que no es lo correcto) y me salió bien. O por lo menos acabé pasándolo bien y brindando una llegada al sprint a la gente que lo agradeció. Así que para mí es suficiente. Y después de la prueba he reafirmado mi idea de que la bici es muy importante y no he conseguido mejorar lo que esperaba. De todas formas nadando creo que estoy al menos al nivel del año pasado y corriendo también. Intentaré meter más sesiones de bici con calzador y, eso sí, con más intensidad.


TEMPORADA 4 (SEMANA 28): ENTRENO INVISIBLE
Peso semana anterior: 66.3 kg / Peso semana actual: 64.9 kg / Diferencia: -1.4 kg
Y las aguas volvieron a su cauce. Los homenajes que me pegué después del 101 fueron importantes y en cuanto cerré la presa la báscula se niveló hacia su peso habitual, los 65 kg, lo que me permitió correr cómodo en el tri del fin de semana. Estos días toca mantener, sin bajar demasiado, para llegar con fuerzas al Soplao, donde estoy seguro que perderé unos cuantos kilos, aunque trataré de recuperar algo en los avituallamientos.
En cuanto al gym he recuperado esas 2 sesiones de 30' que, la verdad, me animan psicológicamente a creer que mis músculos estarán más protegidos y soportarán mejor las horas de esfuerzo. Así que no sólo son buenas a nivel físico. Espero poder sacar tiempo para seguir con ellas.
Y una de las "faltas graves" de estas semanas está siendo las horas de sueño. No sé la razón exacta, supongo que hay varias, pero estoy debiendo mucho descanso a mi cuerpo. Y a punto de tomar la salida en una prueba de muchas horas quizás no es la mejor opción. Intentaré echar un par de siestas para llegar a tope y que todas las horas que me faltan por dormir no me pasen factura en "el infierno cántabro".

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 29: OTRO RETO... ¡Y DE LOS GORDOS!
Novedades. Cambio de última hora. Después de la decepción del duatlón en los 101 peregrinos y echándole el ojo a la web del soplao esta semana, me fijé que había una modalidad llamada "Combinada de montaña", en la que primero corres la maratón (48 km) y después haces la bici (70 km). La mosca empezó a zumbar detrás de la oreja, hasta que el último día de inscripciones me atreví a consultar por correo si podía cambiarme de modalidad y... ¡¡premio!! En unas horas pasé de "ruta btt" a "combinada de montaña". Sí, sé que será más duro y que estaré más horas sufriendo (o disfrutando), pero la verdad es que me apetece mucho más y no me pasaré los primeros 30 o 40 km en caravana ciclista (más de 4000 participantes). De los 10000 que somos solamente 200 haremos la combinada, lo que refleja bastante bien la dureza de la prueba, con cerca de 2000 metros de desnivel positivo tanto corriendo como en bici. No sé si estoy preparado, si acabaré o si me lo pasaré como un enano, pero "alea jacta est" y el sábado estaré en la línea de salida preparado para escuchar esa mítica canción de ACDC en la salida, los cencerros de Cabezón, subir el mítico Negreo y cruzar la meta con la sonrisa de haber cumplido otro reto y, sobre todo, de haberlo disfrutado. Y por supuesto, os contaré todo al detalle para que podáis vivirlo en cierta manera... ¡buena semana, salud y kilómetros!

lunes, 18 de mayo de 2015

89ª COMPETICIÓN: 101 PEREGRINOS (BTT): UNA Y NO MÁS, SANTO TOMÁS

Sábado, 2/5/15, 8:30 h.
101 PEREGRINOS
Lugar: Ponferrada (Polideportivo El Toralín)
Distancia: 101 km (en BTT)
Dificultad: media - alta
Desnivel positivo: 3500 metros
Inscripción: 40 euros
Tiempo: 8h 24' 28"
Tiempo del 1º: 4h 49' 17" (- 3h 35' 11")
Puesto: 500 de 1500
Avituallamientos intermedios: agua, aquarius, barritas, sandwiches, jamón...
Avituallamiento final: cerveza, pizza (con suerte)
Trayecto desde Betanzos: 1h 45' - 187 km
Puntuación: 7/10
Repetiría: NO (quizás en la modalidad de Carrera a pie)
CLASIFICACIÓN
Sí, sí, habéis leído bien. Todas las referencias que hago son a la modalidad de BTT, no de duatlón que es a la que iba a participar. Y es que la que se montó este año con el du es para flipar.Yo, que fui a "pasarlo bien" y a disfrutar del ambiente, no me lo tomé tan mal. Pero la gente que gastó su tiempo, esfuerzo y dinero (amén de planificaciones de temporada) en competir en la prueba fue un verdadero marrón. Sin querer hacer leña del árbol caído... el resumen es que unos vecinos que no querían que la carrera pasase por allí pintaron otras flechas en el suelo y los primeros clasificados del duatlón se perdieron en la carrera a pie, volviendo a la transición y suspendiéndose la carrera; eso sí, el circo que allí se montó con la total desinformación fue tremendo. Para mí, además de un sabotaje, fue un poco chapuza de la organización, porque ni los voluntarios sabían cuáles eran las flechas, en la T1 no había nadie, ni control de chip (que sí había en muchos otros puntos) ni nada. Pero bueno, empecemos por el principio y enlacemos con esta situación.
2 de Mayo de 2015. 6:30 h. Buena señal. Me despierto antes de que suene la alarma y me ha costado dormir. Síntomas inequívocos de que estoy en uno de esos que denomino "día grande". Muchos meses esperando para participar en una de esas carreras de las que te acuerdas para siempre.
Además, la modalidad de duatlón (mezcla de btt + trail) iba a ser una pasada, seguro. Desayuno rápido, repaso todo y doy un paseo en bici hasta el pabellón para calentar, a 5 minutos del hotel. No llueve, empezamos bien, pues las previsiones no son muy halagüeñas. Mientras Patri aparca me preparo, dejo la mochila del duatlón para que me la lleven a la zona de transición y nos vamos para la salida junto a Roberto Cid, un compi del club que también participaba en duatlón. También estaba Juan (el de la foto), otro del club y también participante en el duatlón, con el que estuve el día anterior recogiendo los dorsales y comprobando los chips, lo que ya te metía en el ambiente al escuchar en el ordenador tu nombre y categoría. Entramos al campo de fútbol y ya había unas 1000 personas por delante, ambientazo. Pena del cielo que amenazaba lluvia, aunque finalmente sólo cayeron unas gotas al principio. Un par de fotos, me despido de Patri hasta quién sabe cuándo y me quedo con Rober esperando la salida. Unos 15 minutos más tarde salen los primeros y 5 minutos después nosotros. Comienza el reto. Como no tengo pensado ir "a fuego" me acoplo a Rober y vamos de charleta los 2 primeros kilómetros por el centro de Ponferrada. La salida, para mí, es uno de los fallos graves de la organización. No es normal que en una prueba con distintas modalidades no haya salidas por

tiempos, modalidad o por lo que se quieran inventar. No sería complicado y se evitarían muchos riesgos. Como por ejemplo ver a ciclistas por las aceras llenas de gente o adelantando como locos por recuperar posiciones. Y es que si querías salir de los primeros tenías que estar 1 hora antes en la salida. En fin, creo que es un aspecto a mejorar. Ya en el km 3 cambiamos el asfalto y pisamos zona de tierra. Eso sí, rodeados de gente, aquello parece una manifestación. Y yo, el más listo de la clase. Hay un charco, intento esquivarlo por el lado que no es, me patina la rueda y... 1ª caída. Empiezo bien. Por suerte no me hago daño y sigo sin mayores complicaciones. Eso sí, con el sexto sentido ya activado. Vamos en dos filas en paralelo, imposible adelantar ni ser 
adelantado. De esta forma llegamos a los primeros repechos que salvamos sin demasiadas dificultades, aunque con un ritmo de paseo matutino. Imposible que alguien que quiera competir esté por estos lares, los primeros ya nos deben sacar más de 15 minutos. Sobre el km. 7 primera parada. Llegamos a una cuesta con algo de barro, meto plato pequeño pero si se para uno... paramos todos. Así que en fila "de a 1" y a tirar de la bici, que mi querida Rockrider (la única que vi, rodeada de Specialized, Scott...) pesa poco... Llegamos arriba y vuelta a montar. Y claro, después de una subidita llega lo divertido (activado modo irónico), la bajada. La gente dando pedales y yo frenando y mirando hacia atrás para que no me comiera ninguno. Y esto a cola de pelotón. Termina la bajada, llaneo y otra vez a pasear con la bici porque alguien se ha bajado en la cuesta. En estos primeros kilómetros estoy más pendiente de no tropezar con la 
gente que de pedalear. Por culpa de esto me caigo 2 o 3 veces más pero sin consecuencias. Miro el reloj al paso por el avituallamiento de San Juan (km. 21) y llevo casi 2 horas... ¡esto va a ser eterno! La fila india, aunque parezca increíble, sigue desde el principio y estoy deseando ponerme a correr. Casi me duelen más los brazos que las piernas de empujar la bici en cada cuesta. Algún loco intenta adelantar entre tojos o por los surcos del medio, pero acaba cayendo y dándonos la razón a los que caminamos "porque no queda otra". Este creo que es otro fallo de la organización, demasiada gente para unos caminos por los que difícilmente caben más de 2 bicis. Así que tienes 2 opciones: o arriesgar y volar en la salida (poniéndote bajo el arco 1 hora antes) o ir en procesión cerca de 30 km intentando no chocar con nadie. En el km. 20, más o menos, me despido de Rober porque hay alguna subidilla y se va quedando. Me imagino que nos encontraremos en la transición de carrera, así que tiro. Sobre el km. 26, en una bajada rápida me abro a la izquierda para dejar pasar y no me da tiempo a esquivar el surco que había delante... ¡tortazo! Este sí que fue bueno, hasta me cayó la bolsa con los recambios y... ¡se me torció el sillín! Le digo a la gente que estoy bien e intento moverlo. Nada. Decido probar a sentarme y es imposible, está en horizontal. Como soy un negado del 
"bricolaje ciclista" intento seguir pedaleando de pie hasta un avituallamiento donde me lo puedan arreglar, pero ni de broma. Así que me paro, pienso y con un simple giro de tuerca vuelvo a colocar el sillín en su sitio. Aprendiendo a base de golpes. Todo contento como si hubiera hecho una hazaña, pongo el intermitente para incorporarme al carril de la autopista detrás de un grupo de 10 o 12 que bajan como balas. Y después de casi 3 horas de suplicio en pelotón, con 4 o 5 caídas, subidas con la bici a cuestas, bajadas normalitas pero para mí técnicas y peligrosas con tanta gente y deseando dejar la bici llego a las médulas (km 32), zona de transición. Al llegar, veo bastante gente parada, qué raro. Dejo la bici en mi sitio y uno me dice que se suspendió la prueba. Sonrío pensando que es una broma y otro me dice que es verdad. Ya no sonrío y me encuentro a David, un chico que conocí en un trail, de los que se 
juegan el podium y está allí parado con cara de pocos amigos, diciendo que el recorrido del trail está mal marcado y que abandona la prueba. Flipando en colores, busco a alguien de la organización pero allí sólo están los del avituallamiento que no tienen ni idea. Sigo hablando con la gente y unos abandonan, otros intentan hacer el duatlón (a pesar que los primeros se han perdido después de varios kilómetros corriendo), otros siguen con la bici... mientras recopilo información y decido qué hacer, llamo a Patri para contarle la aventura, hago un vídeo con la cámara, me saco unas fotos, saco las zapas, las vuelvo a meter... hasta que después de 20-25 minutos vuelvo a colocar todo, dejo allí la mochila (rezando para que me la lleven a meta cuando termine) y me subo a la bici con la idea de hacer los 101 km a pedales. Ya que estoy aquí, por lo menos vivir la experiencia, aunque prefería seguir corriendo. Como Rober no da llegado pongo "modo autista" y, un poco fastidiado y sin entender nada (ni organización, ni control de chip, sin saber qué hacer con la mochila...) salgo dando pedales de la zona de transición y rezando para que a partir de ahora no haya tanta gente. Por ahora, a pesar de las caídas, me encuentro bastante entero y aunque el recorrido es bastante rompepiernas voy animado. La bici responde y los siguientes kilómetros son un calco de los anteriores pero con menos gente. Subidas a ritmo o a pie, dependiendo de si se paran delante o no y bajadas con la cabeza mirando hacia atrás y las manos doliéndome de frenar. Y es que tardo casi 40 
kilómetros en confirmar que la bici de montaña no es (ni será) lo mío. Soy incapaz de bajar a esas velocidades por zonas embarradas, con piedras y jugándome un buen trastazo a cada segundo. De todas formas, intento disfrutar lo que puedo y me lo tomo como "un buen entreno". De vez en cuando me pongo a hablar con alguno que lleva el maillot de un club conocido, como el Nosportlimit o los Caimanes de Betanzos. Pero la carrera es muy larga y hay momentos en los que me encuentro muy sólo. Al principio lo agradeces, después de muchos kilómetros "a rueda", pero yo soy más de hablar e ir en equipo que sufriendo en soledad. Y 3 horas y media después de la salida llego al Puente de Domingo Flórez (sobre el km. 45), a una especie de macrobotellón. No sé si me he equivocado pero aquello no parece una prueba ciclista. Gente de charla, tomando sandwich, sentados... ¡pero más de 100! Y como soy novato en esto, y a pesar de haberme tomado un gel unos minutos antes, pues decido comerme un sandwich para lo que se me viene encima. Bebo un poco y arranco, echando la vista atrás y dándome cuenta que estoy en algo más que una carrera. Sigo por caminos de tierra, pistas con buen piso aunque hay unas cuántas zonas con barro, algunas bajadas largas y con mucha piedra y subidas de meter platillo e ir a ritmo. Veo unas cuántas caídas pero es que la gente está muy loca, o no ven el peligro o les da igual. Entreteniéndome con los datos del gps, levanto la 
vista y veo una pared cerca del km. 50. Buff, ni de broma. Así que nada más empezarla echo el pie a tierra y a remolcar la bici. Más de 500 metros pasito a pasito al menos, eso sí, en compañía. Aquí empiezan a temblarme las piernas, pero responden. Llego a Yeres (km 53) después de 4h 40' y también hay bastante gente. Tienen problemas con la lectura de chips así que aprovecho para beber y tomarme medio plátano, me va a hacer falta. Arranco otra vez dudando si llegaré con la luz del día. Porque en este momento inicio la ascensión hasta el Ferradillo, más de 20 km según el perfil hasta llegar a coronar la cima. Y, por desgracia, no se equivocaba. La pista, en la mayoría de las zonas, es bastante ancha con sitio para adelantar, pero es que la subida no termina nunca. Las vistas, eso sí, son impresionantes y a 8 km/h te da tiempo hasta a dibujarlas. Durante los 90 minutos que me paso subiendo a ritmo e intentando llegar a la antena que parece más lejos después de cada 
curva, adelanto a más de 200 ciclistas, los kilómetros van pasando facturas y se nota que soy más de subidas que de bajadas. Con todo metido, sin bebidas y hasta las narices de subir, llego al avituallamiento de Ferradillo (km 71) después de 6h y media cansado de subir, vaya suplicio. Allí me encuentro a un par de conocidos que me dicen que aún quedan 8 o 9 km de subida. Pienso en hacerme un hara-kiri pero cojo la opción de comerme otro medio plátano y seguir. Aún encima, la pista se estrecha y aumenta el desnivel, por si no nos llegaba el que había. Las piernas ya no responden tan bien y en algunos momentos tengo que pedalear de pie, aunque me patina la rueda. Eso sí, ya no hay aglomeraciones y, aunque siempre vas con alguien cerca, vamos sufriendo en silencio porque es imposible que después de 2 horas subiendo (y lo que queda) tengas ganas de hablar. No tengo ni idea de dónde irán Rober y Juan, pero lo único que quiero es llegar, la diversión acabó hace rato y lo que queda es un reto en toda regla. Acaba la subida e inicio la bajada, de las que me gustan a mí, con zonas rápidas para abrirse la cabeza y otras más lentas con piedras gigantes, zonas de barro, zanjas... vamos, en mi salsa. Y después de varios km bajando aún más lento que subiendo, poniendo el pie a tierra más de 100 veces y con los intermitentes puestos durante todo el tramo, como si fuese un espejismo, las ruedas me conducen hasta el imponente "castillo de Cornatel", se acabó la 
etapa de montaña. Pero, iluso de mí, aunque creía que había dejado ya atrás los 3500 metros de desnivel positivo y que los poco más de 20 km que quedaban serían un paseo, me encontré todo lo contrario. Creo que no hubo más de 300 metros llanos hasta Ponferrada. Desde el castillo el recorrido transcurre por pueblos y pistas, pero con subidas duras, repechos y bajadas rápidas, con pista ancha, pero que cualquier despiste te "alegra el día". Además, entra en escena el calorcito con unos rayos de sol asomando y no me quiero ni imaginar cómo sería la prueba con calor o lluvia... ¡no llego de día ni de broma! Felicitándome por la buena suerte en cuánto al tiempo, vuelvo a levantarme para salvar otra cuesta y adelantar de nuevo a los que me pasaron en la bajada, una constante en toda la ruta. A falta de 10 km llamo a Patri y le digo que me quedará sobre una hora (al final fue hora y media) y, aunque voy sin líquidos, no tengo ni ganas de parar en los avituallamientos 
a rellenar. Bebo un poco de agua, me como un pastelito de un bocado y sigo. Otra cuesta. Llaneo por el monte, bajada a 50 km/h y... otra cuesta. De repente la bici empieza a hacer ruido. Un milagro lo que había aguantado sin quejarse. La sensación que me da es que se va a romper la cadena. Lo que me faltaba con todo lo que llevo. Aunque no sería raro con todo el barro y suciedad que lleva encima. Cruzo los dedos y voy con tantas ganas de llegar que me salto uno de los últimos avituallamientos que tenía unas bandejas de jamón serrano que quitaban el sentido. Pero ya no voy de humor y prefiero cruzar la meta y bajarme de la bici... ¿de verdad hay gente que hace esto en 5 horas? ¡Vaya cracks! Los últimos 10 km han sido interminables, no acababan nunca y en algunas subidas tuve que poner el pie a tierra con las piernas pidiendo papas. Pero como "todo lo bueno se acaba", y después de una bajada rapidísima 
en dónde salvo una caída de las de abrirme la cabeza con un derrape (que no había hecho en mi vida) clavando los frenos, veo a lo lejos uno de los edificios altos de Ponferrada y casi me cae una lágrima de la emoción. Hasta aumento el ritmo pensando que voy a llegar antes. Me dura 10 segundos. Vuelvo a relajarme y a pensar ya en la ducha (aunque sea con agua fría), en una buena cena, en la medalla... pero el ruido que hace la cadena no me permite relajarme e intento pedalear suave para que el sueño no se convierta en pesadilla. Entro en Ponferrada, último kilómetro al borde del río por un tramo llano de tierra en el que me encuentro a Jose Ramón, un compi del Nosportlimit que también participó y charlamos un rato hasta que a falta de 500 metros decido coger un poco de ventaja para grabar los últimos instantes con la GoPro. Con una alegría inmensa y mucho sufrimiento cruzo el arco de meta con el reloj eh 8h 24' 28", alrededor del puesto 500, aunque no lo sé seguro porque los del duatlón no estamos incluidos en ninguna clasificación (mi compi Juan la hizo en 6 horas, aunque él hizo los 80 km del duatlón y 5 o 6 km del trail que se suspendió y Rober hizo lo mismo que yo en 11 h 30'). Para mi asombro el único avituallamiento final que veo es cerveza (no me gusta); ni agua, ni barritas, ni nada; también había pizzas, pero no quedan hasta que traigan más. Sin más comentarios. Me bajo de la bici, busco a Patri y no la veo. Qué raro. La llamo y está 
de compras, no pensaba que iba a llegar "tan rápido"... ¡si para mí fue eterno! Así que mientras no viene aprovecho para grabar unos vídeos, fotos 
y... ponerme a la cola para lavar la bici, que también se lo merece. Mientras espero llega y tardamos más de 30 minutos en dejar limpia la montura. Después, eso sí, llegó la recompensa. Pizza y ducha... ¡caliente! Recojo la medalla con el tiempo realizado, hablo un rato con algunos compis y de vuelta para casa pensando ya en lo que me espera el día 23 en "El Soplao". Pero antes toca estrenarse en el tri de Baiona... ¡esto no para! ¡nos vemos en la próxima!
 - El ambiente: con tanta gente es, sencillamente, espectacular
- El recorrido: duro pero la zona de las Médulas es impresionante
- Aparcamiento y duchas (¡con agua caliente!) pegados a la salida / meta
- Sin muchas colas para recoger el dorsal (te lo envían unos días antes a casa pagando un poco más)
- Avituallamientos intermedios de 10
- Descontrol total con la prueba de duatlón (sin organización, control de chip...)
- Sin cajones en la salida (muy peligroso y algo estresante)
- Avituallamiento final muy pobre, sobre todo comparado con el resto
- Página web muy pobre y complicada (al igual que la oferta hotelera)
- Sin programa para acompañantes (a pesar de estar anunciado)
- Sin bridas para poner el dorsal en la bici (si no me la deja un chico tengo que salir sin él, los de la organización "no tenían", sin comentarios).


En resumen: una gran prueba pero que, a mi modesto entender, con la ilusión de hacerla "a lo grande" para mucha gente, pierde su encanto, orden y control de la misma. La prueba en sí, la zona, el ambiente... en general todo está muy bien. Pero cuando quieres meter a miles de personas, con muchas modalidades y demás se te puede escapar de las manos; esa fue la sensación que me dio, con los organizadores de un lado para otro y que cuando les pedí una brida que no me habían dado con el dorsal me dijeron que no tenían; es un detalle insignificante, pero a la hora de dejar las mochilas del duatlón también a carreras, en la transición de la bici mejor ni os cuento, en el avituallamiento final con las pizzas fue un descontrol con todo el mundo cogiendo trozos, sin hablar de la tensión en la salida por ganar posiciones y los más de 20 kilómetros que haces "en caravana" si sales de la mitad hacia atrás. Así que yo creo que es una gran prueba con 1000 participantes como máximo; creo que más ni la disfrutan ellos ni nosotros. Espero volver otro año para participar en la modalidad de carrera a pie y llevarme una mejor impresión.


 VÍDEO DE LA PRUEBA:

lunes, 11 de mayo de 2015

4ª TEMPORADA (SEMANAS 26 y 27): DISFRUTANDO

La fiesta ha empezado. El pistoletazo de salida de los 101 peregrinos ha abierto el carrusel de pruebas hasta el mes de julio y ya no hay marcha atrás ni descanso posible. Pero, como a todos, es lo que me gusta y donde de verdad disfruto, pensando ya en la próxima prueba, entrenando para ello y organizando todo para ese "día D". Aunque creáis que he estado un poco vago, un cambio de compañía telefónica me ha tenido "desconectado" durante casi 1 semana; esa ha sido la razón por la que he tenido "mi pequeño espacio" un poco abandonado. Pero todo ha vuelto a la normalidad y ya puedo contaros como fue ese reto conseguido de los 101 peregrinos. No quiero adelantar demasiado, aunque puedo decir que ha sido un poco decepcionante. Pero mejor esto en la crónica. Lo que sí puedo decir es que estos últimos 15 días he seguido el guión: la 1ª semana preparando los 101 y esta pasada recuperando pero con buenas sensaciones y buenas piernas, pensé que iba a terminar peor y más sobrecargado. Además, el viajecito a Ponferrada y otro a Asturias este finde con subida a los míticos Lagos incluida me han cargado las pilas y tengo la cabeza puesta ya en "El Soplao", aunque antes toca debutar en el tri esta temporada; será en Baiona, campeonato gallego distancia olímpica en una prueba que se presume espectacular. Así que esta semana toca de nuevo entrenar con cabeza intentando llegar al sábado lo mejor posible. Además, un infarto repentino de un compi de triatlón de mi edad y un accidente en bici de mi compi de equipo Berto (recupérate pronto, crack!) que lo tendrá lejos de las competiciones unas cuántas semanas me han hecho afianzar más aún mi idea de "mejor despacito y bien que rápido y mal", así que con calma, no voy a ganar nada y tengo ganas de hacer todo. Go!

TEMPORADA 4 (SEMANA 26): HOJA DE RUTA

Martes, 28/4/15: Carrera: 40' - 9 km (cambios de 1') + Natación: 50' - 2 km
Miércoles, 29/4/15: Ciclismo (BTT): 1h 30' - 35 km
Jueves, 30/4/15: Natación: 30' - 1.3 km + Carrera: 30' - 6 km
Sábado, 2/5/15: 101 PEREGRINOS (BTT): 8 h 24' 28"

Natación: 2 sesiones - 1h 20' - 3.3 km
Ciclismo: 2 sesiones - 10 h - 136 km (btt)
Carrera: 2 sesiones - 1h 10' - 15 km
TOTAL: 6 SESIONES - 12 h 30'

Aunque salen muchas horas, si quitamos la prueba ha sido una semana de descanso y preparación con el objetivo claro de disfrutar el sábado. Aunque no lo hice al 100% (y no quiero adelantar nada), el cuerpo respondió perfectamente y terminé muy contento de las sensaciones y el tiempo conseguido. Eso sí, la natación la tengo muy abandonada.

TEMPORADA 4 (SEMANA 27): HOJA DE RUTA

Martes, 5/5/15: Carrera (trail): 1h - 12.5 km
Miércoles, 6/5/15: Ciclismo (cabra): 1h 42' - 53 km + Natación: 55' - 2 km
Jueves, 7/5/15: Gym: 15' circuito + Carrera: 1h 30' - 16.5 km (series de 1 y 2 km)
Viernes, 8/5/15: Natación: 45' - 1.8 km
Sábado, 9/5/15: Ciclismo: 1h 35' - 50 km (+ Ruta del Carés: 3h - 21 km)
Domingo, 10/5/15: Ciclismo: 3h - 49 km (subida a Los Lagos) + Carrera: 25' - 6 km

Natación: 2 sesiones - 1h 40' - 3.8 km
Ciclismo: 3 sesiones - 6h 15' - 152 km
Carrera: 3 sesiones - 2h 55' - 35 km
Gym: 1 sesión - 15'
TOTAL: 8 SESIONES - 11 h 05' (14 horas si sumamos la ruta del Carés)

Teniendo en cuenta que era la "semana de recuperación" del 101 pues... no me puedo quejar, no? Como ya he dicho, las piernas respondieron a la perfección y a pesar del esfuerzo del sábado pasado no tuve más agujetas que en cualquier otra carrera normal. Así que pude entrenar casi con total normalidad teniendo en cuenta el esfuerzo que había hecho unos días atrás. Con la natación sigo sin ganas, porque lo de tirarme sólo a entrenar en una calle con 4 o 5 personas a distintos ritmos... pues como que no. En la bici estoy disfrutando mucho y preparando mis piernas para no sufrir demasiado en lo que viene y corriendo noto que he perdido un poco de ritmo, aunque creo que es normal teniendo en cuenta que llevo meses sin exprimirme corriendo trails y entrenando con más volumen y menos intensidad. De todas formas, las sensaciones no son malas y confío en que siga siendo mi mejor sector en los tris de este año. Y que os puedo decir de la subida a los Lagos... aunque fui sólo me lo pasé como un enano, con un día espectacular y sufriendo de lo lindo con mi 39x25. Pero coroné en 57' y pude probar la cámara a conciencia con vistas al Soplao, para el que ya no queda casi nada... ¡qué nervios!

TEMPORADA 4 (SEMANAS 26 y 27): ENTRENO INVISIBLE
Semana 26: Peso semana anterior: 65.3 kg / Peso semana actual: 65.8 kg / Diferencia: + 500 gr.
Semana 27: Peso semana anterior: 65.8 kg / Peso semana actual: 66.3 kg / Diferencia: + 500 gr.
Justo en el momento en el que no hay que cagarla... la cago. Sí, toda la temporada "cuidándome" un poquito para llegar "algo fino" a las pruebas y... es lo que tienen los viajes de fin de semana. Que si desayuno un pastelito, como un menú con 2 platos, una sangría a la cena, venga esa pizza... en fin, qué os voy a contar que vosotros no sepáis (y mi estómago tampoco). Así que esta semana toca perder, mínimo, ese kilo ganado en las 2 últimas. Eso si quiero correr decentemente en el tri de Baiona de este sábado. Sino, a arrastrarme hasta la meta. Confío en que sea lo 1º.
El gimnasio, al igual que la natación, también lo tengo un poco dejado, intentaré ir un par de días para no perder la "sana" costumbre de cuidar los músculos.
Y las horas de descanso tampoco han sido las adecuadas, con 2 fines de semana de viaje con lo que eso supone: salir de noche, madrugar para entrenar o competir, conducir muchos kilómetros... espero que esta semana sea la del reseteo y que todo vuelva a la rutina, será buena señal.

TEMPORADA 4: AVANCE SEMANA 28: ¡DEBUT DE LA TEMPORADA EN TRIATLÓN!
Este sábado llega una cita importante, el primer triatlón de la temporada. Y para empezar, plato fuerte. Campeonato gallego de Triatlón Olímpico (sin drafting) y nada menos que en Baiona, un lugar espectacular para una prueba de estas características. La verdad, no voy a mentir; aunque tengo muchas ganas de hacerla mi cabeza ya está pensando en El Soplao de la semana siguiente. De todas formas, estos días intentaré entrenar bien para hacerlo lo mejor posible en este Tri y ver por dónde me voy a mover este año, en qué he mejorado y en qué he empeorado. Espero que al menos se noten un poco los entrenos y haya subido un puntito... ¡buena semana, salud y kilómetros!
PD: aquí os dejo un par de momentos, de los 101 y de la subida a los Lagos, 2 días de esos que me recuerdan el por qué estoy metido en esto.