lunes, 11 de junio de 2012

17ª COMPETICIÓN: XVII C.P. ÓRDENES: SIN CHIP

Domingo, 3/6/12, 10:50 h., Órdenes, XVII Carrera Popular.
Distancia: 9.5 km                Inscripción: 3 euros
Dificultad: Media - Baja (con cuestas pero llevaderas).
Tiempo: 37'40".   Puesto: 87º de 304.
Repetiría: SI.

8:30 h. de la mañana, el teléfono me avisa que esta mañana toca correr. Jurando en arameo por haber elegido este deporte, me levanto rápidamente para que mi desayuno no intervenga durante la carrera. En mi mente, los comentarios leídos en Internet de que es una carrera dura, rompepiernas. Por

otro, teniendo en cuenta los comentarios de mi entrenador Emilio, que me lo tomara como un entreno con ritmo, que tantas competiciones seguidas no son buenas. Así que tras el desayuno y ponerme mi nueva camiseta amarillo chillón (regalo de mi novia Patri para verme bien en las carreras y poder hacerme las fotos...) que la verdad no me queda mal del todo (no tengo abuela), salí con mi novia para la carrera, como siempre... tarde. Llegué con el tiempo justo de coger el dorsal y calentar 15 minutos. Así que cuando avisaron para colocarse en la salida, tuve el tiempo justo de ponerme el portadorsal... y olvidarme el chip. Sí, con las prisas me coloqué en la salida y me di cuenta de que no me había puesto el chip cuando sonó el disparo.
En ese momento pensé que el disparo me lo tenían que haber pegado a mi, porque ya era tarde para ir a por él, así que pasé por la alfombra como "el invisible" de la carrera, a tomar el tiempo por el cronómetro. Ya en la salida me encontré a Sergio, un compañero de mi equipo de fútbol que también le da a esto de correr, así que aprovechando que me lo tenía que tomar con calma... pues a darle a la lengua. La verdad es que aún no sé cómo pueden salir algunos tan rápido, sólo con verlos ya me canso. Tras colocarnos en mitad
de carrera, fuimos "de palique" hasta el km 2, en el que me encontré con Oscar, otro compañero de tri, que iba por delante y me acoplé a él, eso sí, siguiendo de charloteo hasta el km 3, que me encontré con Dani, un antiguo compañero de fútbol que va más o menos a mi ritmo bueno, y ahí me volví a unir, recordando viejos tiempos hasta el km 4. Ahí se me apareció el demonio en el hombro, justo tras una eterna subida tras la cual venía una recta larguísima y unos 200 corredores por delante. Eso mi cabeza competitiva no lo pudo asimilar, así que mis piernas se pusieron a correr lo que no habían corrido. Eso sí, la versión diesel, que tampoco iba a arreglar lo que no había hecho antes. Así que poco a poco empecé a subir las marchas con Dani de compañero, una subidita, otra bajadita y así hasta
el último km, en la que decidí "echar el resto" y apretar un poco más (aunque el resto hacen lo mismo...) y por eso llego con la cara que veis en la foto, aunque mi intención no era forzar nada. Al final, un buen puesto aunque discreto, pero contento con la progresión y sobre todo con mis piernas, que no se quejaron en ningún momento. La verdad, al llegar a meta pensé... ¿dónde está el rompepiernas del que hablaron? Porque vale, cuestas hay, pero comparado con un trail esto era un paseo, tampoco va a ser todo llano... Lo peor quizás que no tenían aguas para todos y no pude beber (hasta 20 minutos después que trajeron); eso sí, tocó manzana, plátano, "un sobre de colacao" y un pastelito (también había camiseta pero era de publicidad y ya no la cogí, no ponía nada de la carrera). Así que una carrerita más para el recuerdo y ya toca pensar en la siguiente prueba, que espero con ganas, el triatlón de Ferrol... ¡y aquí os la contaré!


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