I TRIATLÓN SOLIDARIO DE NEGREIRA
Lugar: Negreira (La Coruña)
Distancia: Sprint (750 m. + 20 km (3 v) + 5 km (3 v)
Dificultad: media - baja (sector bici con desnivel)
Inscripción: 12 euros (12 + por licencia de 1 día)
Tiempo: 1h 18' 22"
Tiempo del 1º: 59' 20" (- 19' 20")
Puesto: 68º de 155
Avituallamientos: agua, fruta, isotónico...
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN
11 meses. Casi un año desde la última vez que me enfundara un neopreno para competir en un triatlón. Pero la causa merecía la pena y la inscripción masiva de mis compañeros del Tri Coruña hicieron el resto. Tocaba recordar viejos tiempos y mi compañero Domin y los entrenos tras su rueda me recordaron que no iba a ser un camino de rosas. Pero el día llegó y esto fue lo que ocurrió...
16:00 h. Otra vez tarde. Salimos con tiempo, comemos en Negreira sin prisas, cogemos las bicis, vamos a la ambientada "Plaza de Colón" y entre saludos, prepararse y ubicarse... ¡que no llegamos! Y es que la separación de la T2 (en el campo da feira) y la T1 (a unos 800 metros, pegado al río Tambre) tuvo su miga y pensar en cómo hacer nos llevó un buen rato. Al final, apretón hasta la T1, esperar una cola más de 10' para entrar en boxes, ponerme el neopreno a toda velocidad y por suerte me dio tiempo a que Domin me cerrara el neopreno mientras la jueza decía prepararos para salir. Vaya estrés. Y eso que venía a divertirme. El objetivo no era otro que hacer la mayor parte de la prueba con mi compañero de entrenamientos Domin, aunque ya se vería porque en la bici me quita las pegatinas.
Entro al agua, fría pero aceptable, doy 3 o 4 brazadas para aclimatarme mínimamente, saludo a algunos conocidos, me equilibro en el barro de la orilla, me doy cuenta que me he olvidado de quitarme el reloj y trato de quitar todos los pensamientos de la cabeza y centrarme en lo que toca, nadar. Después de muchas conversaciones y estrategias, el momento ha llegado, las zapas en la T2, la bici en la T1 y yo junto al resto de la tropa rojilla (casi 30 compañeros) con el neopreno enfundado listos para completar lo más rápido posible el sector de natación de este triatlón solidario organizado por la FEGEREC (Federación Gallega de Enfermedades Raras y Crónicas) que, aunque comentaré al final, una organización de lujo para ser la 1ª edición en un sitio y con un ambiente increíble. Sin tiempo para más, 3-2-1... ¡acción!
SECTOR NATACIÓN (750 m - 15'41", parcial 98)
Ahí vamos, cerca de 200 triatletas buscando nuestro sitio en el agua para dar una vuelta "casi rectangular" y coger la bici. Mi colocación en el agua, por culpa de las prisas, ya no fue buena. Me quedé a la izquierda de todo, que es para el lado que respiro, así que no tendría referencias laterales. No me preocupaba, sabía que, en teoría, Domin nadaría algo peor y tenía ese pequeño margen. Con lo que no contaba era que nada más salir, el único "colega" que tenía detrás me pasara por encima... No me encendí por poco, hay que ser "poco avispado" para ponerse detrás de todo y "atropellar" en la salida justo al que tienes delante. En fin... hay gente para todo. Decido dejarle pasar y sin agobios comienzo mi natación, cómodo y recordando buenos tiempos.
Ya estoy en la pelea; me centro en buscar mi escasa técnica y gastar las menores fuerzas posibles, las iba a necesitar para el sector ciclista que anuncian que es de traca; el recorrido ayuda a que el grupo se estire y haya poco contacto, así que voy cómodo hasta el giro, donde decido abrirme y nadar unos metros a mayores para no tener más líos. Aun así, otro "simpático" me intenta pasar por encima y esta vez sí que me paro y le tuve que poner una cara bastante seria, porque me pidió perdón 10 veces hasta que le dije que no pasaba nada. Y es que los toques y buscar la posición lo entiendo, pero que te pasen por encima me toca las narices. Resuelto el lío, hago la vuelta esquivando algunas ramas que hay por el río, adelanto algunas posiciones, me voy animando y cuando veo la última boya me pongo a pensar en la bici, en si iré delante de Domin, lo que voy a sufrir... Giro a la derecha y últimos 50 metros.
Y llego, primera parte superada, no sin antes jugar un poco con el barro en la zona "Spartan Race" que tenían preparada al salir. Miro hacia atrás y aún quedan unos cuántos, no lo he hecho tan mal. Mientras corro por el área de transición veo a varios compañeros que nadaban algo mejor que yo el año pasado, así que perfecto, porque yo este año de natación poco. Me quito el reloj para poder bajarme el neopreno con más facilidad y, por fin, llego a la bici, que está situada al final de la T1; me pongo de nuevo el reloj, me quito el neopreno esquivando a los triatletas que salen con las bicis y cuando me voy a poner el casco... ¡si aún no me he quitado el gorro y las gafas! Guardo todo en la bolsa, pongo las zapas, las gafas, el dorsal... y salgo con mi compañero Marcos dispuesto a sufrir en el sector ciclista, pero con la emoción de estar otra vez en un triatlón...
Mientras corro por el pasillo de boxes con la bici en la mano me doy cuenta que llevo el portadorsal al revés. No me paro. La adrenalina está disparada y no quiero perder más tiempo. Llego a la línea de montaje, en cuesta, y veo las dificultades de los que me preceden; buena elección haber puesto las zapas antes. Me subo a la bici sin problemas, animo a Marcos y salgo a tope el primer repecho, enganchando a otros 3 chicos en la bajada hacia el centro. Por delante, 3 vueltas a un circuito rompepiernas, con varias cuestas duras, zonas ratoneras con giros, badenes... ¡fiestaaa! Al paso por el centro del pueblo a toda velocidad me vengo arriba con los ánimos de la gente, pero los giros y el cambio de asfalto me obligan a estar con los 5 sentidos.
Primera rampa dura, se quedan algunos y tiro. Callejeamos por Negreira, giro cerrado en una rotonda y subida larga y tendida, de las que te ponen en tu sitio. Aquí tengo un buen aliado con otro corredor que lleva mi ritmo y vamos tirando uno del otro, mientras Marcos aguanta como puede. Coronamos y recuperamos un poco en la bajada, giro y antes de meternos hacia el pueblo veo que viene Domin a unos 25-30"... ¡qué miedo! Acelero para sufrir lo menos posible, cuando me coja ya no hay marcha atrás, así que hago la última cuesta dura de la 1ª vuelta tirando y pasando corredores, con muy buenas sensaciones y esperando la llegada de Domin. La 2ª vuelta es prácticamente igual, pero en el giro no veo a Domin y me extraña, imposible que no me haya cogido, le ha pasado algo seguro. Intento centrarme, animo a Marcos para que aguante y seguimos pasando corredores. En la última vuelta, vuelvo a ver a Domin en el giro y me dice que se le salió la cadena.
Menos mal, porque sino me funde seguro. En la última cuesta cogemos a Berto y llegamos los 3 del Tri Coruña a la T2 haciendo un buen sector ciclista. Allí me despido de ellos y me relajo, esperando la llegada de mi compañero de entrenos. Me equivoco de pasillo pero no importa, voy andando tranquilamente a dejar la bici mientras bebo un poco de agua. Me pongo las zapatillas y animo a los compañeros que van llegando. La gente flipa y así pasa cerca de 1 minuto hasta que llega Domin bastante fastidiado por lo de la cadena. Lo animo, intento que se tranquilice y salimos a correr, toca tirar del carro y buscar remontar posiciones. Gracias a mi experiencia sé que ahora, además de las piernas, entra en juego la cabeza, así que vamos a arañar segundos al crono con sentidiño.
Por delante, 3 vueltas a un recorrido chulísimo, que partía de la Plaza de Colón con la subida por el empedrado de San Mauro, después llaneando por el centro del pueblo con muchísimo ambiente y de nuevo bajar la cuesta para iniciar otra vuelta o cruzar la meta. Obviamente, aquí las fuerzas no estaban igualadas, puesto que mi compañero se había exprimido en bici y yo estoy en mi mejor momento de forma en la carrera a pie. Además, yo estaba de subidón con la bici que había hecho y el muy enfadado. El día y la noche. Me pongo a ritmo subiendo la cuesta y veo que no va, así que aflojo un poco, le animo y aguanta. En el llano quiere apretar y le freno, le digo que regule y echa el resto, manteniendo el ritmo. Visualizamos objetivos, pasamos algunos y otros
son totalmente inalcanzables. En el giro para iniciar la 2ª vuelta por fin veo y escucho los ánimos de Patri, Nerea y de la familia de Domin, que nos han venido a acompañar a esta aventura; ahora sí estoy disfrutando al 100% y espero que mi compañero lo haga; no dejo de animarlo y mantengo la velocidad, cerca de 4'10"/km; en el callejeo veo como mis compañeros de bici Marcos y Berto ganan posiciones, pero la diferencia es grande y no es nuestra guerra; pasamos a Toni en la bajada y parece que Domin se viene un poco arriba... ¡última vuelta! Subida tranquila y en el llano le pido un último esfuerzo; como siempre, igual que en los entrenamientos, se deja todo para aguantar y ahora sí que vamos rápido, llegando al final de la cuesta muy contentos y antes de entrar en meta le pedimos a Patri y Nerea las camisetas que habíamos hecho los del club en homenaje a la FEGEREC; como no se lo habíamos dicho antes, no las tienen preparadas y nos pasa algún corredor, pero da igual. Domin se para a ponérsela y yo la extiendo por delante.
Y así entramos en meta, en los puestos 68º y 69º, con un tiempo de 1h 18' 22" y, al menos yo, más feliz que una perdiz. Aún encima, César (mi otro compañero de entrenos) quedó 4º y el club quedó primero por equipos... ¡carrerón! Llega el momento de reponer fuerzas, felicitarnos, fotos, hablar con la familia... ¡cuántos recuerdos! Ahora vuelvo a sentir lo que es el triatlón y por qué "me enamoré" de él, aunque ahora mi cabeza está centrada en otro deporte; sin duda, una tarde espectacular con una compañía inmejorable. Y yo, con la adrenalina por las nubes, pensando ya en competir al día siguiente en el Trail Sendas do Picón... pero eso ya es otra historia!
- RECORRIDO CHULÍSIMO, SOBRE TODO LA BICI
- AMBIENTE DE LUJO
- SOLIDARIO, SÓLO POR ESO YA VALE LA PENA
- APARCAMIENTO CERCA DE LA SALIDA/META
- SIN COLAS PARA RECOGER EL DORSAL
- LA SALIDA/META EN EL CENTRO SIEMPRE ES UN PLUS
Llevo 5 años haciendo triatlón. Ya he hecho muchos, de todos los colores, desde que empecé en el trideporte. Este año, por casualidades de la vida, solamente haré esta prueba, y no en mi distancia favorita; pero increíblemente, me ha llenado tanto como si hubiera hecho 10. Y eso ha sido, sin duda, gracias a la organización de la prueba (que sé de primera mano que se ha hecho por y para los triatletas), por una causa solidaria (que seguramente sea lo más importante) y, por supuesto, gracias a la compañía, tanto de Patri, como de mi compañero Domin (con el que conseguí el objetivo de llegar a meta juntos y con una sonrisa) y su familia y de todo el Triatlón Coruña que me han hecho volver a sentir parte de un gran equipo y de una pequeña familia. Sobra decir que en el Sada este año estoy muy contento, pero aquí están mis compañeros de batalla del día a día y eso se nota. Sin duda, este triatlón será una de esas pruebas obligatorias para cualquier triatleta en su calendario anual si quiere disfrutar de la esencia de este deporte en todos los aspectos... ¡hasta la próxima!
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