viernes, 13 de septiembre de 2013

110ª SEMANA DE ENTRENO: EL PESO DEL DORSAL

Al igual que el huevo y la gallina, hay cosas en la vida que son inexplicables y, a la vez, inevitables. Una de ellas es "el peso del dorsal". Aún no sé la razón por la cual triatletas populares nos anotamos a una competición por el mero hecho de participar y nos presionamos con expectativas ilógicas en lugar de disfrutar de la prueba y de hacerlo lo mejor posible. Quizás el peso no sea tan exagerado, aunque tengo amigos que no compiten por ese miedo al fracaso que da la competición. Y si lo piensas, no tiene sentido. Una cosa es ser atleta de élite y disputar el triunfo en una prueba (lógica la presión y el peso) y otra muy distinta presionarte sin sentido en una prueba popular sin saber contra quién compites y el nivel que tienen. Además, en triatlón cada carrera es un mundo y hay un montón de factores que pueden cambiar la prueba en cada momento. A ver, es cierto que aunque seamos populares, muchos entrenamos casi como los "pros", dentro de nuestras capacidades. Pero los objetivos son bien distintos. Muchas veces, al terminar la carrera, nos fastidia haber quedado el 20º o no haber cogido el grupo bueno por unos segundos. Días después, cuando lo pienso, no le encuentro el sentido. En los entrenos, aunque sean grupales, esto no pasa, disfrutas o sudas sin mayor presión que la de hacer el 1000 a 3'40" o el 200 en piscina a 3'30". Pero como ya he dicho, el dorsal y las ganas de plasmar el esfuerzo de semanas en 1 o 2 horas nos llevan a que nos tiemblen las piernas al empezar y a que el 90% de las carreras acabemos con malas sensaciones echándole la culpa a algún factor, sin pensar que el dorsal, a no ser por una avería mecánica, te acaba poniendo en el sitio que te corresponde. Y aunque yo me lo he propuesto muchas veces, es difícil quitarte ese peso. Más aún cuando compites contra amigos o compañeros de club. Confío en que la experiencia me vaya aligerando la carga y aprenda a disfrutar de las carreras sin que me pese tanto el dorsal; al fin y al cabo, la carrera es la meta pero lo emocionante es el camino.
Ya metiéndonos en faena, creo que esta ha sido la semana del cambio. O así lo espero, porque no tenía más cartuchos. Tras volver de las vacaciones, las sensaciones de las 2 primeras semanas no fueron buenas y se confirmaron en las pruebas de Lugo y Coruña donde "fallé" en mi mejor sector, la carrera. Tampoco es que lo hiciera mal, pero no me encontré cómodo como pasaba hace unos meses. Sin tiempo para más, esta semana me propuse meterle al cuerpo todo lo que pudiera soportar sin que me dejara secuelas para el objetivo final de la temporada a la semana siguiente. Creo que las sensaciones han mejorado y que he subido al menos un puntito para llegar con mucha confianza a la que seguramente sea mi última prueba de la temporada y con la que llevo soñando varios meses. La semana fue así:

Lunes, 2/9/13: Gimnasio: 35' circuito + Natación: 30' - 1 km (técnica)
Martes, 3/9/13: Carrera: 1h 05' - 15 km (cambios de ritmo).
Miércoles, 4/9/13: Natación (mar): 51' - 2.9 km + Ciclismo: 2h 25' - 58 km
Jueves, 5/9/13: Carrera: 1h - 14 km (series de 1 km)
Viernes, 6/9/13: Natación: 45' - 1.5 km (técnica) + Ciclismo: 1h - 30 km (acoplado)
Sábado, 7/9/13: Ciclismo: 2h 05' - 63 km + Carrera: 30' - 7 km. Transición.
Domingo, 8/9/13: Ciclismo: 2h 30' - 71 km.

Natación: 3 sesiones - 2h 05' - 5.4 km
Ciclismo: 4 sesiones - 8 h - 222 km
Carrera: 3 sesiones - 2h 35' - 36 km
Gym: 1 sesión - 35'
TOTAL: 10 SESIONES - 13h 15'

Ahora que lo veo, los km en bici han sido una burrada, aunque no me lo parecieron. Ahora comprendo por qué no era capaz de seguir al grupo la última media hora del domingo... De todas formas, más que el volumen lo que más me anima son las sensaciones corriendo y nadando. La última sesión en el mar conseguí nadar en unos tiempos muy por encima de mi nivel y corriendo no me he notado tan asfixiado a ritmos altos como en semanas anteriores. Así que por lo menos estoy a un nivel aceptable para competir con plenas garantías y mucho más animado que en las pruebas anteriores. Como punto negativo, la tendinitis en la tibia por culpa de la natación ha aumentado y casi me impide dar pies en el agua, aunque para mí no es demasiado problema porque casi no uso las piernas. Espero que no se agrave y que sólo me duela al nadar. Así que ahora sólo queda descansar y dar los últimos coletazos de entreno para disfrutar de la "prueba reina de la temporada"... ¡buena semana!

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