miércoles, 28 de enero de 2015

81ª COMPETICIÓN: II TRAIL DE CELA: COLECCIONANDO HOBBIES

Domingo, 18/1/15, 10:30 h.
II Trail de Cela (Pontevedra)
Distancia: 25 km
Desnivel acumulado: 1500 metros (700 +)
Dificultad: media (sube-baja por monte...)
Inscripción: 15 euros
Tiempo: 1h 59'
Tiempo del 1º: 1h 39' 39" (- 19' 20")
Puesto: 22º de 250
Avituallamiento: agua, fruta, aquarius, barrita
Trayecto desde Betanzos: 1h 30' - 142 km
Puntuación: 7/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN

En plena pretemporada y entrenando mejor que nunca me picó el gusanillo de competir en un trail. Nunca me había "llamado", pero las ganas de nuevos retos me llevó a buscar lo que estaba más a mano. Y después de informarme un poco con mi compañero del club Pablo, me lié la manta a la cabeza y me inscribí al Trail de Cela de 25 km... ¡nunca había competido más de 21 km! Es lo que tiene la ilusión, que no te deja pensar con claridad.
La parte buena, Pablo también se apuntó y sería mi "padrino" hasta el pistoletazo inicial. La mala, ni idea de cómo responderían mis piernas en una carrera de 25 km por montaña. Además, el tiempo se puso juguetón y "preparó" el terreno para el día de la prueba. Con un pequeño madrugón y un gran apuro porque no encontrábamos la zona de salida, llegamos 30 minutos antes de la prueba a Cela. Ya se respiraba ambiente de carrera a pesar del mal tiempo, aunque no llovía. Cogimos los dorsales, trotamos 3 minutos, le pedí un cortavientos a Pablo (mi "Pepito Grillo") y me coloqué en mitad de un pelotón de 250 valientes. Y allí estaba yo, un mes antes "animal de carretera" y en esos momentos, con ropa de trail a estrenar, zapas a estrenar, sistema de hidratación, cortavientos prestado...  y dispuesto a lanzarme al monte a llenarme de barro y a sufrir como un animal... ¡como cambió el cuento!
Sin más previas, suena el pistoletazo, le deseo suerte a Pablo y salgo a la aventura, buscando mi hueco. Tras una pequeña recta primera subida y primer tapón, esto no pasa en las de carretera. En el primer kilómetro, picando para arriba, la carretera es estrecha y es difícil adelantar. Aún así, voy haciendo zig-zags y gano posiciones. Pero una vez que entramos en el monte se vuelve a ralentizar el ritmo y en algunos tramos embarrados toca andar porque no hay más sitio. En una de estas "zonas divertidas" meto el pie en el medio del barro y... ¡se me queda la zapa clavada! Así que me paro y tengo que volver a ponerla. Pies embarrados hasta los tobillos. La cosa empieza bien. Pasado el kilómetro 2 ya se abren espacios y lo que importa ahora son las fuerzas de cada uno. Aún así, para adelantar tienes que meterte en la "zona sucia", como los adelantamientos de la Fórmula 1. En uno de ellos paso a "Lucas Escaneo", uno de los mejores triatletas gallegos y le doy saludos de mi compi César. Los siguientes kilómetros son un continuo sube y baja (sobre todo sube) y me doy cuenta que soy novato, no consigo levantar la cabeza por miedo a caerme y me voy
equivocando de caminos en los cruces, que gracias a los que vienen detrás consigo retroceder y seguir. Después de varios errores de novato decido ponerme a rueda y dejarme llevar por los que llevo cerca. De esta manera, formamos un grupo de 5 a los que paso en las subidas y me quitan las pegatinas bajando. Pero en los llanos consigo volver a cazarlos y así pasamos varios kilómetros. Sobre el km 9 le pregunto a uno si es todo el tiempo así, porque llevo las piernas quemando y a ese ritmo no aguanto ni de broma, se me está haciendo bastante duro, con subidas en las que es casi imposible subir corriendo. Pero me avisa que la 2ª parte de la prueba es más corrible y me animo. Pasamos el primer avituallamiento y bebo un mini-vaso de agua, me pareció un poco cutre. Pero las sensaciones no son malas y sigo a rueda de un chico alto que lleva buen ritmo y elige siempre las mejores opciones a la hora de pisar. Al paso del km 10 llevamos casi una hora...
¡qué diferencia con las pruebas de asfalto! A mitad de carrera, analizo la situación: buen ritmo (el de delante aumenta prestaciones y nos quedamos los 2 solos), las zapas van perfectas, la ropa nueva también y voy "disfrutando". Aunque en las bajadas tengo que arriesgar, no quiero perder la rueda buena y consigo mantener el tipo. Vamos pasando a gente (incluyendo excursionistas) y a pesar de que subimos alguna cuestecita de vez en cuando, me voy encontrando más cómodo y aprovecho el 2º avituallamiento para tomarme un gel con otro medio vaso de agua (también había plátano; repito, me parece cutre para ser una carrera de este tipo). Increíble, el de delante no paró en ninguno de los avituallamientos... ¡qué bestia! A ver si no le pasa factura... 
Cruzamos un pequeño río, más zonas de barro (ya me da igual meter los pies en el medio, lo único que me preocupa es mojarme demasiado los pies), un par de subidas más de esas que te dejan sin aliento y sobre el km 18, cuando veo que el crono me marca algo más de 1h 30', decido probar suerte y subo un puntito, dejando atrás a mi "guía" y rezando para que lo que queda no sea muy complicado. Por suerte, casi todo es "llano" y se puede ir a tope. Aunque de vez en cuando me emociono y en una de las bajadas casi me dejo el tobillo. Por suerte sólo fue un susto, menos mal que el tobillo ya iba calentito. Decido no jugármela bajando, pero en los llanos voy "a full", seguramente por debajo de 4'/km. A los que adelanto ni hacen el amago de seguirme. Esto me da ánimos y sigo apretando, buscando ya el gran objetivo que es bajar de 2 horas, impensable sobre el kilómetro 10.
A falta de unos 3 kilómetros los cuádriceps empiezan a pedir papas y noto una piedra en una zapa, pero ya no hay tiempo para rectificaciones, hay que llegar a meta como sea, "modo tri sprint". Salgo del monte y a falta de 1 km compruebo que voy a bajar de las 2 horas sin problemas. Pero en un cruce no veo marcas y tiro hacia lo más fácil, hacia abajo. 100 metros más adelante me paro porque sigo sin ver marcas y vuelvo a subir la cuesta de alrededor de un 15% de desnivel. Dudo y decido esperar unos 20 segundos (que se me hacen eternos) al que viene por detrás. Efectivamente, me había equivocado, era hacia arriba. Vuelvo a sacarle ventaja dejándome la reserva en el intento y ¡no puede ser!, me vuelve a pasar lo mismo en otro cruce y toca volver a esperar. Otra vez para arriba, "cuestecita" del 20%. Bastante mosqueado porque ya no sé si bajaré de las 2 horas y porque nos caza otro corredor, meto el turbo y consigo abrir hueco de nuevo, cruzando los dedos para que no hubiera más fallos de señalización. Esta vez sí, callejeo por el pueblo y enfilo la recta de meta con un último arreón y parando el crono en 1h y 59 minutos en el puesto 22º. Muy contento. Cansado. Embarrado. Pero muy contento, feliz por la experiencia y ya pensando en repetir mientras cojo el avituallamiento final (agua, aquarius, fruta y barrita) y recupero pulsaciones.
Mientras espero a Pablo (puesto que las duchas estaban en el 5º pino), decido estirar un poco (con mucho cuidado, porque las piernas van justitas) y animar a los que llegan tratando que no me coja el frío, aunque finalmente decido cambiarme la parte de arriba para no coger una pulmonía. Media hora más tarde entra Pablo con la misma cara de cansado que yo aunque igual de feliz. Cogemos el coche para ir a la ducha y llegamos al 3º mundo, un polideportivo con la gente dejando las cosas por el suelo, el agua de la ducha congelada (sólo fui capaz de quitarme el barro de las piernas, si me meto me quedo en modo iceberg) y haciendo malabarismos para secarme. Lo único positivo es que antes de entrar al pabellón te mandaban sacar las zapas y te las dejaban limpias de un manguerazo. Después de "entrar en calor" decidimos ir a la zona de meta para tomar unos pinchos y cuando llegamos no quedaba casi nada... qué guay, no? 
Como ya era tarde y teníamos que recuperar fuerzas, decidimos quedarnos a comer en un restaurante que había justo al lado de la meta e increíblemente estaba casi vacío. La verdad es que el "recovery" mereció la pena, tanto por la compañía (Pablo es otro de los muchos cracks que hay en mi club, aunque no lo conocía demasiado) como por la calidad de la comida (y la cantidad). Después de recuperar el peso habitual tocó viaje de vuelta, hablando ya sobre futuros trails que se presentan apasionantes. Esta carrera me ha animado a seguir compitiendo en trails y ya tengo muchas ganas de probar otro, a ver si lo disfruto tanto y me engancho definitivamente sumándolo a la lista de hobbies... ¡ojalá que sí!






- CIRCUITO CHULO, DURO PERO NO PELIGROSO
- SITIO PARA APARCAR CERCA DE LA "ZONA 0"
- BUEN AMBIENTE
- SIN COLAS PARA RECOGER LOS DORSALES
- LIMPIEZA DE ZAPAS "GRATIS" EN LA ZONA DE DUCHAS







- DUCHAS LEJOS DE LA "ZONA 0" (como a 1 km todo en cuesta, mejor en coche)
- AVITUALLAMIENTO CUTRE (sólo agua en pequeños vasos de plástico y medio plátano en el 2º para un trail de 25 km...)
- DUCHA HELADA Y SIN BANCOS (en mi caso, e igual es que soy demasiado fino, prefiero pagar más y darme una ducha caliente después de una prueba así)
- FALLO EN ALGUNOS CRUCES MAL SEÑALIZADOS (no fui el único que se equivocó)
- PINCHOS Y ENTREGA DE TROFEOS EN DISTINTO SITIO A LA SALIDA (ni nos enteramos dónde era y al llegar ya no quedaba casi nada)







A pesar de todos estos fallos (siempre como crítica constructiva), repito que fue una buena carrera y si puedo repetiré. Aquí os dejo un par de fotos del "recovery", otra de las razones para repetir. Próxima parada: Trail de San Alberte (Ribeira).
PD: ¡gracias Pablo por darme tantos y tan buenos consejos! (y por no llamarme pesado...).


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