domingo, 22 de mayo de 2016

115ª COMPETICIÓN: ULTRA TRAIL PICOS DE EUROPA: SENDERISMO EXTREMO

Sábado, 14 de Mayo de 2016, 7:00 h.
Ultra Trail Picos de Europa
Lugar: Benia de Onís (Asturias)
Distancia: 55 km (tb 33 y 17 km)
Dificultad: muy alta
Desnivel: 9000 metros
Inscripción: 66 euros
Tiempo: 9h 14' 51"
Tiempo del 1º: 6h 36' 45" (- 2h 38' 05")
Puesto: 90º de 500
Avituallamientos: agua, isotónico, sandwiches, barritas, pasta...
Nutrición en carrera: 3 barritas, 2 geles, 3 sandwiches, 1 plátano, agua e isotónico
Ropa utilizada: mallas piratas, calcetines y camiseta manga larga de hoko, cinta compressport, mochila salomon s-lab sense ultra set
Zapatillas utilizadas: La Sportiva Ultra Raptor
Trayecto desde Betanzos: 3h 30' - 355 km
Puntuación: 6/10
Repetiría: NO 
CLASIFICACIÓN / CLASIFICACIÓN KILÓMETRO VERTICAL
Hoy quiero empezar la crónica aclarando por qué le doy una puntuación tan baja a la prueba y por qué no repetiría (en un principio y, al menos, hasta que aprenda algo de técnica en la montaña). Llevo poco más de 1 año en el trail y, por suerte, ya unas cuántas carreras a las espaldas. A mí lo que más me gusta es correr, aunque haya tramos de andar y zonas técnicas. Pero lo que me encontré el sábado en los Picos fue una prueba hecha para gente con mucha técnica o montañeros que disfrutan andando. Creo que no llegué a correr ni 10 km de los 55 del recorrido. Ojo. Hice el Ultra del Castelo (66 km) hace 3 meses en peores condiciones climatológicas, pero había "zonas corribles". La organización, el recorrido, los voluntarios... todo fue de lujo, pero no es una prueba para gente que le guste correr y con poca técnica en montaña. Aclarado esto, vamos con la crónica.
La UTPE, además de la "distancia estrella" de 55 km con 9000 m. de desnivel y el famoso "kilómetro vertical" de la canal de Trea, cuenta con otras 2 distancias: TPE (33 km y 4700 m. desnivel) y CPE (18 km y 3200 m. desnivel). Todas tienen salida y meta en el centro de Benia de Onís, excepto la CPE que termina en los Lagos de Covadonga. Como todas las carreras, tiene sus pros y sus contras, que iré desgranando en mi visión particular de la prueba.
Sábado, 14 Mayo, 7:00 h. Saltando al lado de mi compañero Chinchilla, preparados para el rock and roll y empapados al máximo del espíritu "UTPE". El día anterior seguimos la hoja de ruta de todo buen ultrero: viaje a la zona 0 (Benia de Onís) con calma, hospedaje en unos apartamentos cerca de la salida (en Cangas de Onís, gestionados por mis compañeros del CAS), charla técnica con "la sorpresa del Cares" y la pena de no subir al "Jultayu", el pico más alto de la carrera (a casi 2000 metros) después de Trea porque las condiciones climatológicas son bastante adversas, otro año será; recogida de dorsal y bolsa del corredor (camiseta técnica incluída) con un gran ambiente y, por supuesto, la famosa "pasta party" antes de intentar conciliar el sueño para la batalla. Completado el ritual, madrugón, desayuno y, aún de noche, salida hacia Benia para hacer unas fotos, soltar nervios y colocarnos en la salida. Música a todo volumen, brazos arriba y... ¡acción! Por delante, un recorrido hecho para montañeros, con más de 9000 metros de desnivel, piedras, barro, nieve, zonas muy técnicas, la famosa "canal de Trea"... todos los

ingredientes para hacer un buen caldo. Por suerte las previsiones de lluvia no se cumplieron y el cielo aguantó sin aumentar la dureza de la prueba. Y ahí salimos con la mochila y todo el material obligatorio para la prueba larga: frontal, móvil, guantes, buff... Como siempre, mala colocación y apretón en la primera recta de unos 300 metros para ganar posiciones, giro a la izquierda y otros 300 metros de darle cera. Fin. Llegamos al monte, se estrecha el sendero y en fila india. Sin paños calientes. Barro y piedras para empezar. Camino junto a Chinchilla con los típicos maleducados pasándote por encima, que se deben pensar que tú no quieres ir más rápido. En fin... seguimos subiendo y se meten 2 corredores entre Chinchilla y yo, suficiente para ir perdiéndolo de vista poco a poco. No me preocupa, queda un mundo aunque "la fila india" empieza a incomodar. Algún pequeño tramo de llaneo donde adelanto alguna posición, pero voy muy atrasado.

Paso el 1º avituallamiento en "La Berruga" sin parar, casi no he bebido y llevo los bidones a tope. Sigue el desnivel positivo y las dificultades para llevar un ritmo estable. Llego a la pared de hormigón previa al avituallamiento en Camba (km 10) y me doy cuenta que soy casi el único sin bastones. Asignatura pendiente. Se empiezan a abrir huecos, tampoco paro en el avituallamiento y sigo la ascensión, con zonas de barro, piedras y, por suerte, muchos compañeros de viaje que siempre anima. Corono después de un cortafuegos interesante, en el que veo a mi compañero Chinchilla a unos 5 minutos. Eso me anima, hasta que llego a una pequeña bajada de 500 metros en donde me sacan las pegatinas y pregunto si es Culiembro. "No, aún queda un poco". Buff, lo que me espera. Efectivamente. Después de sortear unas 30 vacas inicio la "tortura de Culiembro", una bajada infernal de más de 2 km con un desnivel considerable, muy técnica y con mucha piedra suelta.
Sobra decir que me pasan como aviones. No arriesgo nada, pero la gente parece que va con armadura porque vaya locura. Intento seguir a alguno pero dependiendo de la cantidad de piedras pierdo la estela. Mis rodillas se quejan, saludo a las cabras y después de un tiempo interminable y un largo zigzagueo final, llego al avituallamiento de Culiembro, donde me paro a rellenar bidones. Y aquí se produce el momento surrealista de la prueba, pasamos de carrera a modalidad de marcha. Sí, sí, en la reunión preguntan si en el Cares se puede correr y los organizadores dicen que no. Primera noticia. Yo, igual que mis compañeros, ni idea. Menos mal que lo preguntaron. Parece ser que el tramo del Cares es obligatorio hacerlo andando, así que durante casi 2 km, hasta el inicio de la canal de Trea, me dedico a recrearme con las fantásticas vistas del Cares con un caminar ligero. Ahora bien. Me pasaron 2 o 3 practicando el estilo marcha que ni en los JJOO, y le tuve que explicar a un extranjero en inglés que no se
podía correr, al menos practiqué un poco el idioma que lo tengo bastante olvidado. No sé, creo que en este tramo la organización se equivocó, tanto en el aviso previo a la prueba como en la sanción a los que hicieron trampa, que me consta que fueron unos cuántos.
Y después de más de 15 minutos caminando, en donde aproveché para tomarme una barrita, 2 chicos muy amables me dan la entrada para asistir a la sesión central de la carrera, el "kilómetro vertical de la canal de Trea", 3 km en los que salvas 1300 metros de desnivel positivo; o lo que es lo mismo, un 40% de pendiente media. Primer metro, manos a los cuadriceps. Y así hasta el último metro. Más de 1h 30' de esfuerzo, sufrimiento y piel de gallina, adelantando a un montón de corredores, a excepción de una chica que me quitó las pegatinas (que forma de subir) y con la situación más peligrosa de toda la prueba; a mitad de la subida, escucho gritar "¡piedra!"; no le dí mucha importancia hasta que volvieron a insistir, así que me
paro y veo venir hacia mí una piedra del tamaño de mi cabeza a más de 100 km/h dando tumbos de 2 metros. Corazón a 3000 revoluciones, me paro, analizo situación y por suerte pasa a 3-4 metros. Echo la vista atrás y todos los corredores quietos viendo como la piedra baja a toda velocidad. Creo que no le dio a nadie, porque si no sería portada en muchos periódicos. Corono Trea (puesto 57 en el km vertical) y de aquí al refugio de Vega de Ario toca zona de alta montaña, cresteando, con bastante nieve, piedra por todos lados y un sube y baja continuo. Además, aumenta la niebla, baja la temperatura y mucha gente decide ponerse el cortavientos. Parece que aguanto con mi camiseta larga de hoko y me tomo otra barrita, porque el tramo hasta el refugio de Vega de Ario se hace interminable. Y después de chapotear un poco por el barro llego al "after hour" de Ario, con más de 30 corredores comiendo pasta, bebiendo, descansando... ¿dónde se pilla el número?
Allí me encuentro a Martín, el chico con el que coincide un buen rato en la Toxiza 2 semanas antes; acostumbrado a no parar en los avituallamientos, me tomo un plátano, un sandwich, relleno bidones y a seguir, sabiendo que, según mi plan aquí empezaba la carrera. Lo que no tenía previsto era la dificultad del trazado, casi no he podido correr y los siguientes kilómetros son de bajada con mucha piedra, en donde los "asfalteros" como yo sufrimos muchísimo y me van adelantando a cuentagotas un montón de corredores. Me distraigo hundiendo a ratos los pies en la nieve, pero la impotencia es grande. No hay más, no sé bajar y me resigno a mi ritmo pachanguero. Después de unos kilómetros interminables (eso sí, con vistas espectaculares) con las rodillas quejándose, llego a una zona conocida y me animo. Son los Lagos de Covadonga, vía libre para, al menos, correr 1 km, subiendo las famosas escaleras entre lagos con poca gente animando, una pena. Me recreo con las vistas y bajamos hacia el Lago Enol para rodearlo. En el
descenso, de nuevo con mucha piedra, km 35, me dan calambres en la pierna izquierda, en los cuadriceps, y tengo que parar a estirar. No me lo puedo creer. Troto y parece que aguanta, paso las piedras del Lago jugándome el tipo a punto de caer y llego a la subida a la Porra del Enol dudando si mis piernas aguantarán los casi 20 km que faltan. Inicio el ascenso, que también se las trae, y coincido con un chico que me dice que "mañana tengo otro trail de 30 km"... sin comentarios, no? Corono después de más de 15' de ascenso y toca bajar zigzagueando por una pista, para variar, con mucha piedra y hoja, aquí coincido con varios compis del CAS que están haciendo la de 33 km, van en grupo y aprovecho para presentarme, somos un montón y aún no los conozco; nos damos ánimos y sigo hacia el aparcamiento de Buferrera de nuevo en los Lagos; al pasar, me animan desde el coche Patri y Ani, así que decido pararme en el avituallamiento (km 40), meta de la prueba corta y con bastante ambiente, a comer algo (1 sandwich, medio plátano), rellenar bidones y pasar un control de
material no demasiado extricto (menos mal, si tengo que sacar todo no sé si sería capaz de volver a meterlo). Llevo 7 horas, más o menos lo que pensaba y en teoría queda la parte "más fácil". El del avituallamiento nos dice que nos quedará entre 1h30' y 2 horas. Me despido de las chicas e inicio la bajada pasando por el túnel del "Escalenu", casi me la pego e iniciando la "zona Spartan" sin saberlo. Bajada rápida en la que voy justito de fuerzas y me siguen adelantando y de nuevo una subida larga en la que mis piernas dicen "por favor, llega ya". Los siguientes kilómetros son muy fáciles de resumir: barro, barro y más barro. Imposible correr. Las zapas enterradas por encima de los tobillos continuamente, mucha piedra en la que patinabas constantemente, "senderismo extremo". ¡Y lo que queda! Paso el penúltimo 
avituallamiento en Entrepeñas sin parar y vuelvo a coger a Martín, que me adelanta siempre en las bajadas y al resto de grupeta (unos 6 o 7) que van con él, entre ellos la 4ª clasificada femenina. Pequeña subida y otra vez al barro, combinado con bajadas técnicas. Vamos, en mi salsa. Me vuelven a dejar atrás y llego a Demués, último avituallamiento, sin ganas de seguir. Pero sólo quedan 9 km y hay que terminar, se me está haciendo eterno. Sigo acumulando barro y en un pequeño tramo de pista veo a lo lejos al grupo de Martín y me vengo un poco arriba; me dejo el alma y los cazo al final de la última subida fuerte y, ya oliendo la meta, arriesgo en el primer tramo de bajada para no despegarme de ellos; lo consigo. Enlazamos los últimos 4 km con el tramo inicial de la carrera, es la zona de piedras y agua pero ahora en descenso. Con lo que me costó pillarlos para llegar ahora de último, ni de broma. Me pego a la chica, que baja como un avión y no me creo que esté yendo tan rápido. Dejamos al resto atrás excepto a Martín que nos sacará unos 200 metros. La chica sigue apretando y yo no me achico, tanto que la paso y casi chocamos porque no se esperaba que la adelantara. 2 km, seguimos pasando a gente, como si acabáramos de empezar, son las ganas de llegar. 1 km y veo el final de la bajada. También a Martín, que echa la vista atrás y me ve acercarme; sonríe, se frena y decidimos hacer una llegada "Galicia Calidade"; entramos en Benia a falta de 500 metros, la gente aplaude, piel de gallina, nos damos la mano y entramos en meta, puesto 90º, 9h 14' 51" y completamente fundido.
Por allí están Patri y Ani, que acaban de llegar y vienen a felicitarme. También están compis del CAS que hicieron las otras distancias y me dicen que quedé 2º del CAS en la larga, a 30' de Chinchilla (qué crack), así que toca ducharse, recuperar y animar a los que faltan. Como para ducharse hay que ir en un bus hasta un camping en "no sé donde" y las chicas quieren ir a ver a Juanjo a los Lagos, me acercan a los apartamentos en Cangas y me tomo de premio la ducha caliente (mejor que un trofeo) y como un poco de pasta. Me vienen a buscar y me voy para meta a ver llegar a todos los compañeros que faltan; lo consiguen todos excepto Bea, que ya vino medio tocada. Recogemos la mochila de la transición (que ni siquiera toqué, estaba en los Lagos) y vuelta a Cangas, al tercer tiempo: churrascada en los apartamentos entre todos los compañeros del CAS y familia, debíamos ser más de 40 personas... ¡así da gusto! Y después de unas cuántas batallitas, felicitaciones y risas a recuperar fuerzas con un sueño reparador. Otra muesca en el revólver para contar de mayor y muchas imágenes imborrables en el disco duro, además de un grado más de experiencia en este mundillo de las carreras de montaña. Y a pensar ya en la siguiente, dudando entre el el Trail (40 km) y la Ultra (80 km) del Courel. La respuesta la dictarán mis piernas la próxima semana... 

 - Recorrido de quitar el aliento, pena la GoPro.
- Aparcamiento cerca de salida / meta
- Recogida de dorsales sin demasiadas colas
- Camiseta técnica en la bolsa del corredor, puntazo
- Buena señalización, 55 km no debe ser nada fácil
- Avituallamientos completos y "after hour" Vega de Ario
- El ambiente en el pueblo increíble
- Voluntarios animando y muy atentos
- La "caminata del Cares", gente corriendo y yo me enteré de milagro
- Duchas lejos de la meta (había que ir en un bus hasta un camping...)
- Mochilas en meta con escasa vigilancia, cogí la mía sin que me pidieran nada (a mi compañero Chinchilla "le desapareció")
- Los resultados... tardaron días en sacarlos y ¡en excel!
- El seguimiento en vivo sin comentarios, supongo que en el monte será más complicado, pero no funcionaba
- Página web justita, dificultad para mirar lista de inscritos, resultados...
- Que en la reuníón técnica ponga 1,5 litros de agua y luz roja trasera y el organizador te diga que se olvidó de quitarlo del año pasado...


En resumen, una carrera espectacular, dura, con zonas increíbles, piedra, barro, nieve, desnivel... alta montaña en toda regla. Con sus fallos (como todas), pero que si se corrigen está claro que será un referente durante muchos años de las carreras de montaña en España. Para mí, que aún estoy muy verde en esto del trail, me ha quedado un poco grande por la dificultad técnica del recorrido, pero confío en que dentro de unos años la cosa cambie y pueda volver a disfrutarla como se merece... ¡hasta la próxima!

PD: unos cuántos vídeos de la prueba...

- ENLACE VÍDEO OFICIAL DE LA PRUEBA (TELEDEPORTE)







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