martes, 16 de octubre de 2012

30ª COMPETICIÓN: II CARRERA DEL AGUA UNICEF SADA: LA CARRERA DEL "PHOTOCALL"

 
Domingo, 14/10/12, 10:00 h., II Carrera del Agua, Sada                      
Distancia: 10 km
Tiempo: 43'53"                 Tiempo año anterior: 41'33"               Tiempo del 1º: 34'17" (-9'36")
Puesto: 116 de 448           
 Inscripción: 3 euros                             
Dificultad: Media - Baja
Avituallamiento: agua, manzana, braga polar, complejo vitamínico (+ camiseta Movistar)   
Trayecto desde Betanzos: 15 min - 20 km                      
 Repetiría: SI       

Y es que correr no corrí mucho. Pero fotos... para aburrir. Con amigos y con famosos. Pero empecemos por el principio. Segunda semana de entreno y segundo fin de semana con carrera. Al igual que en Coruña, mentalizado para disfrutar sin competir. Parte buena, al lado de casa. Parte mala, mal tiempo. Me levanto a las 8:00 h., desayuno y después de preparar todo salimos Patri, Laura y un servidor preparados para participar en la prueba (ellas en la andaina). Tras un corto trayecto de 15' rezando para que no lloviera, llegamos a la salida 30' antes.
Empiezo a calentar y mi estómago me dice que desayuné muy tarde (normal). Además, me encuentro a Carlos (en la foto) y a 5 o 6 conocidos más (normal, al lado de casa). Se repite lo de Coruña... otra vez sin calentar. Además, empieza a llover y no apetece ni correr. Por suerte, justo a la hora de la salida el cielo nos da una tregua y nos permite colocarnos en la salida con buen humor. Para animarme un poco, el "speaker" anuncia que los dorsales del 1 al 99 han sido premiados con un maillot del Movistar (en realidad era una camiseta, pero menos es nada). Volviendo a la carrera, en esta ocasión éramos cerca de 500, lo cual me permite localizar a varios conocidos en la salida con el objetivo de "no calentarme". Así que nada más salir me engancho a Jorge (compañero de fatigas en la Coruña 10) y a Chao, un antiguo compañero de batallas futbolísticas. El primer kilómetro es el peor. Colocado en el vagón de cola, con malas sensaciones (del desayuno) y la verdad, con pocas ganas de correr. Eso sí, la camiseta de manga larga fue un acierto.
.De todas formas, charlando con uno y con otro, pasamos el primer km en 4'30". Por suerte me conozco el recorrido: 3 km llanos, después constantes subidas hasta el km 6.3, bajada hasta el km 8.5 para acabar llaneando otra vez en el paseo. Así que con calma. Salimos del paseo marítimo y enfilamos hacia las afueras de Sada, dirección Mondego, todavía llaneando. El 2º km lo hacemos en 5' y empiezo a encontrar sensaciones. Las piernas despiertan y quieren más. Pero sigo con Jorge. Aguanto 2 km más.
En el km 4, después de un par de pequeñas subidas me despido de Jorge y aumento el ritmo. En plena subida alcanzo a Chao y ya va justito, así que sigo. Me encuentro bien. Voy adelantando sin muchos problemas y llego hasta el final de la subida, donde está el avituallamiento. Bebo un par de sorbos, lo justito para que no me de el flato y me encuentro a Carlos, que iba por delante. A diferencia de la semana pasada, va como un tiro y me habla sin problemas. Nos hacemos compañía durante unos 500 m. pasando a varios corredores, pero justo
al empezar la bajada decido poner la última marcha y Carlos me deja ir para apretar un poco más tarde (y llegar muy cerquita). La bajada, a diferencia de la subida, tiene una fuerte pendiente, pero me lanzo a tumba abierta. Sigo adelantando y llegamos otra vez a Sada a falta de 1.5 km. Las fuerzas empiezan a flaquear porque el ritmo ya está cerca de los 4'/km pero ya no se puede aflojar, así que aprieto hasta llegar al final, marcando 43'53", con un parcial de 20' los últimos 5 km. El tiempo es peor que el año pasado, pero mejor de lo esperado contando que venía a disfrutar. El puesto final, 116, no está mal para el tiempo realizado.
Ya en la meta, me re-encuentro con mis compañeros de fatiga y con otros amigos (en la foto, Jorge con el 158, Espiño a mi izquierda con el 530 y un amigo de Espiño de rojo). Justo después de recuperar fuerzas empieza a llover. Qué suerte. Me resguardo en la cafetería (pegada a la salida) y planifico con Patri el resto de la mañana. Ahora toca ver las carreras de los peques (en la que participa nuestro sobrino Carlitos de 6 meses y algunos alumnos de los 2). La lluvia vuelve a desaparecer y nos permite animarlos y disfrutarlos. Eso sí, calor no hace y antes de convertirme en un cubito invierto los 2 mejores euros del día en un colacao calentito y una magdalena gigante. Os podéis imaginar, manjar de dioses. Salgo muy animado para seguir viendo a los alevines, infantiles... aún encima separados por sexos. Por este motivo la andaina final se retrasa 30 minutos, quedando para la 1. Ya recuperado, decido acompañar a toda la tropa en la misma. Los esfuerzos de Patri han dado sus frutos a lo largo de la semana, ha conseguido juntar a gran parte de la familia y
amigos: padres, hermana, primos, compañeros de trabajo, alumnos... en la foto podéis ver parte de "la convocatoria". Vamos, que de líder de una secta no tiene precio... Así que aprovechando que sale un claro entre las nubes me apunto. El recorrido era poco más de 2 km por el puerto de Sada, así que se convirtió en un agradable paseo para recuperar las piernas y acabar de entrar en calor. La verdad, fue un poco descontrol: unos paraban antes de tiempo, los pequeños corrían, otros se saltaban la mediana... pero todos lo pasamos muy bien y el objetivo era recaudar fondos para Unicef, así que bienvenido sea.
Al final de todo, era la entrega de premios a la que yo quería asistir porque sorteaban un reloj Garmin 910xt. Vamos, el reloj que quiero yo para triatlón, valorado en 400 euros, así que la ocasión lo merecía. Las opciones eran escasas, pero las había. La entrega de premios se hizo eterna... y el reloj no tocó. Eso sí, se recaudaron 3900 euros para Unicef, me llevé la camiseta de Movistar y me hice fotos con algunos cracks del deporte gallego. En ésta podéis verme con Pedro Nimo, uno de los mejores fondistas españoles y un poco más abajo estamos Patri y yo con Andrés Díaz, olímpico de 1500 y con Sofía Toro, medalla de oro en vela en Londres 2012. Vamos, que a pesar de 5 horas largas de ambiente atlético, la mañana se aprovechó al máximo y valió 100% la pena. Para el año tocará repetir... Ahora, sin objetivos claros a la vista (quizás la Pedestre de Santiago a finales de mes), toca entrenar duro y planificar los objetivos de esta temporada (con ganas de hacer un medio ironman), cogiendo ya el ritmo para competir en condiciones en las próximas pruebas...¡un saludo y hasta la próxima carrera!

No hay comentarios:

Publicar un comentario