jueves, 15 de mayo de 2014

59ª COMPETICIÓN: I TRIATLÓN RÍAS BAIXAS: CON BUEN PIE

Sábado, 10/5/14, 8:00 h.
I Triatlón Rías Baixas (Sanxenxo)
Campeonato Gallego de Distancia Olímpica
Distancia: Olímpica (sin drafting): 1.5 + 40 + 10
Dificultad: baja (bici con repechos)
Inscripción: 30 euros
Tiempo: 2h 20' 47"
Tiempo del 1º: 2h 05' 44" (-15'03")
Puesto: 49º de 279
Avituallamiento: agua, isotónica, fruta, barrita
Trayecto desde Betanzos: 1h 15' - 130 km
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI
Un mes después del "tri-estreno" en Ovar, llegaba por fin una de las pruebas más esperadas de la temporada, distancia olímpica en una de las mejores zonas del verano gallego y con ese toque tan atractivo del "sin drafting", a la antigua usanza. Como el madrugón era considerable (a las 8:00 h. al agua patos) pues la mayoría optamos por hacer noche y levantarnos "con calma". Así, con los cerca de 15 flechas rojas de mi club presentes en el evento pintaba otra fiesta como en el Desafío Islas Cíes del año pasado. Pero un curso en Betanzos de Patri justo ese fin de semana truncó toda planificación y ni "briefing" ni recogida de dorsales y casi ni dormir. Así que cerca de las 10 de la noche del viernes, con un poco de pasta en el estómago y apurando, mochila y bici al coche y salida hacia Sanxenxo con noche cerrada. Casi 1h 30' después llegamos al hotel y gracias a
mi compi de equipo Nando, que me pilló el dorsal, pude colocar todo para no tener que andar aún más apurado por la mañana. Así que entre el desembarco, aparcar bien el coche (puesto que delante del hotel no se podía aparcar que pasaba el circuito de bici al día siguiente) y dejar todo "casi listo" pues casi la 1. No pasa nada, en Ovar dormí más o menos igual y me salió una buena carrera, así que a dormir. 
6:00 AM. 5 horas después, llegó el momento. Varios meses de entrenos con la vista puesta en este día (y en algunos otros), uno de los días grandes de la temporada. Desayuno fuerte, como siempre, revisar todo, hinchar la bici.... y a las 7 saliendo del hotel, con Patri aprovechando un rato más nuestra corta estancia en el hotel. Como estaba a unos 700 m. de la zona de boxes, aproveché para dar un paseíto con la
bici comprobando que todo estaba en orden y confirmando el estado del mar: plato total, como siempre. Así da gusto. Llego a boxes y buen ambiente, coches llegando y sin colas, buena organización. Empiezo a encontrarme a varios tricolegas y coloco todo entre risas y anécdotas con los compis de equipo. Al igual que en Ovar, vuelvo a dejar todo con tiempo suficiente para ir con calma hacia la playa, con las chanclas puestas porque la transición va a ser larga y no me fío aún de la planta del pie. Antes dejamos la mochila en el guardarropa (todo cerca, al igual que aparcar, pegado a boxes, un lujo) y a la arena, como los gladiadores. Llega el momento más difícil, probar el agua. Veraneo en Sanxenxo desde hace muchos años y soy incapaz de bañarme, siempre congelada. Pero no queda otra. Meto un pie y... perfecta. No me lo creo. Así que meto
el otro y... confirmado, está de 10. Qué guay, era lo que más miedo me daba. Así que caliento 5 minutos muy tranquilo y disfrutando el momento, junto a cientos de triatletas preparándose para la batalla. Salgo del agua "con el trabajo hecho" y veo a Patri y a Higinio (del "tri-esteiro", que no participa pero viene a animar a su compi Juan) animándome desde el paseo. En un ataque de valentía, decido darle las chanclas a Patri y arriesgarme a correr descalzo los cerca de 600 m. de transición confiando en que la planta del pie no se queje. Me despido y me coloco, como siempre, a la derecha del mogollón. Instantes previos a la salida. Tensión y ganas, uno de mis momentos favoritos. Por allí anda Hector, del club, lesionado de última hora que aún así ha venido para animarnos, un crack. Me destensa un poco y me preparo. Respiro hondo, huele a gran carrera, visualizo la salida y... ¡bocinazo! ¡a correr! Los jueces, antes de la salida, nos mandaron colocarnos entre las banderitas, pero unos cuantos seguimos la misma táctica... ¡al extremo! Así que los que evitamos el cuerpo a cuerpo corremos en diagonal en vez de hacia delante. Habrá que sumarle unos cuantos metros más al 1500, repartido en 2 vueltas con una corta carrerita por la playa entre vuelta y vuelta. No me agobio y entro al agua buscando mi sitio.
Tarda en cubrir, así que aún doy unas cuántas zancadas antes de tirarme al agua y empezar a bracear. Desde el principio ya voy cómodo, buena señal. Sin golpes, buscando referencias, todo bien. Al respirar hacia la izquierda marco las distancias e intento centrarme en la técnica y en aletear un poco. Me desvío un par de veces a la derecha pero vuelvo a marcar el rumbo correcto sin dificultad y llego al 1º escollo, la 1ª boya. Levanto la cabeza y veo a más de 100 tíos nadando a braza pegados, como un jacuzzi gigante en el que sólo se ven manos y cabezas. Paso, no es mi guerra. Así que tomo "el desvío de la derecha" y aún así me llevo algún regalito. Los 150 m. 
que separan las 2 boyas es el momento más difícil en el agua, gente por todos lados y alguno que se pasa de listo repartiendo más de la cuenta. La experiencia me permite no acelerarme y dejo que los toros bravos sigan su camino, confiado en devolvérsela en los 2 próximos sectores. Giro la 2ª boya un poco más tranquilo y de nuevo pongo mi ritmo de vuelta a la playa, teniendo que corregir de nuevo la posición hacia la izquierda para no comerme las rocas hacia las que iba. Salgo del agua tras la 1ª vuelta y tengo sensaciones de haberlo hecho bastante bien, así que me lanzo con ganas a por la 2ª. Ahora todo va más estirado y puedo nadar sin problemas, aunque tengo que levantar más la cabeza para buscar las referencias. Llegando a la boya casi me choco con Javi Ramos, uno de mis compis de entreno que también nada fatal, así que veo que lo estoy haciendo en mi línea. Me quedo con su gorro y sigo su estela. En el giro de la 2ª boya me vuelvo a desviar y lo pierdo. Da igual, queda el sprint final y acelero un poco, aún sabiendo que mi ritmo va a ser el mismo. Por sentirme pro un rato. Sin mayores complicaciones, salgo del agua y llegando a las escaleras de subida paso por delante de un crono que marca 29'56", en mi línea. Vamos bien. Segundo momento complicado: la T1.
O más bien, llegar a ella. Hay que cruzar la playa (corta), subir 10-12 escalones y correr cerca de 400 m. con cuesta incluida para coger la bici. Sólo pienso en mi planta del pie. En algunos momentos corro de "talón" para evitar males mayores y llego sin dificultad a los boxes, parando el crono en 31'07", parcial 158, más o menos por la mitad. Mucho que mejorar, pero nadando muy a gusto y en un marco increíble, galicia calidade por los 4 costados. Contento porque lo peor ya ha pasado, me quito el neopreno bastante rápido, me pongo el casco y salgo decidido a por el sector ciclista, 2 vueltas de 20 km en un circuito de ida y vuelta hasta la playa de A Lanzada. Aunque hay gente bastante friki que "necesita" ir a ver cómo es el circuito de bici para no llevarse sustos, yo soy de los que me gusta saber pero tampoco al pie de la letra, me gusta ir conociéndolo en la prueba y llevarme alguna sorpresa, por aquello de enfrentarme a los retos sin llevar el guión escrito. Vamos, globero total.
Así que me subo a mi bici disfrazada de "aero" con las ruedas nuevas de perfil (casi a estrenar, puesto que sólo las probé un par de días 30 km) y buscando frecuencia. Primera recta por el paseo aprovecho para beber un poco y buscar mi ritmo. Al terminar llegamos a la subida delante de mi hotel, primer repecho duro, empiezo a pasar gente. Bajadita hasta Portonovo y a partir de aquí repecho va, repecho viene. El circuito básicamente es una zona de llanos con un repecho por km, tanto a la ida como a la vuelta. Es decir, que para los cracks de la bici un buen circuito para rodar acoplado y forzar en los repechos y para los "humanos" como yo un auténtico rompepiernas si vas a darlo todo, como es el caso. Además, había que tener cuidado con el "no drafting", con varias motos vigilando. En los primeros km voy a lo mío, pasando a gente y algún mal nadador pasándome a mí. Sobre el km 5 encuentro mi sitio, junto a otros 6 o 7 corredores. En los repechos los paso pero en los llanos me pasan. Así que tengo que ir vigilando todo el tiempo la distancia, incluso un juez nos avisa un par de veces. Analizo las opciones, no puedo ir con esta tensión todo el sector ciclista. O aprieto y me voy por delante o me dejo ir y mantengo las distancias a lo lejos. Como a mí lo que me gusta es correr rápido 
escojo la 2ª opción para no cargar las piernas y me dejo ir por detrás. Poco después me doy cuenta de que he tomado una buena decisión puesto que los jueces sacan unas cuantas tarjetas amarillas (lo que significa 2 minutos en el penalty box del circuito ciclista). Sin la presión de acelerar o frenar, me encuentro más cómodo y empiezo a disfrutar de la carrera. Las vistas son espectaculares y hasta reconozco a algunos compis, con los que me cruzo. Por delante veo a César y a Jony muy juntitos, son los primeras espadas del club y están cumpliendo su papel. Llego al giro en A Lanzada y la vuelta se me hace bastante corta, sin la presión de los jueces y viendo alguna que otra sanción más. La gente se queja, alguna con razón y muchos otros con mucha jeta, sin darse cuenta que los únicos culpables de las sanciones somos los triatletas que no cumplimos las normas (yo sí, eh?). Muy complicado saber quiénes son los que van a rueda y los que no, depende del momento en que te pillen, la suerte también cuenta. Yo voy tranquilo y para mi sorpresa se gira en Portonovo para dar la 2ª vuelta, así que aún se me hace más corto. Como ahora ya sé lo que queda aprieto un poco y aprovecho una bajadita para comer media barrita, el ritmo no me permite masticar bien y me encuentro fuerte. Además, 
tras el giro en A Lanzada adelanto a Juan, del "tri esteiro", que el año pasado me ganaba y me sacaba tiempo en bici. Subidón y para delante, buscando nuevas referencias sin exprimirme. Tras llegar a Portonovo y ver a varios parados en el "penalty box", giro a la derecha de nuevo por delante del hotel y ya van algunos corriendo. Última recta a tope y subida hacia boxes. Llego a la T2 con un tiempo de 1h 11' 21" (parcial 55), a 33,6 km/h, se ve que las 2 pájaras de los últimos días han servido para darme un puntito más y completar un buen sector. Tras la experiencia de la carrera en Ovar, dejo la bici y me coloco bien los calcetines para correr sin preocupaciones. Pierdo algo de tiempo pero no me importa, quiero entrenar los próximos días sin ampollas ni heridas. Bien calzado, salgo a correr sin las gafas, puesto que durante el sector ciclista lloviznó un poquito y veo mejor sin ellas. El tiempo está gris, cubierto, pero perfecto para correr. Comienza mi carrera, ahora sí conozco el circuito de carrera y sé cuándo tengo que apretar. Tras la bajada inicial saliendo de boxes adelanto a varios del grupo ciclista que me precedía. Muy corto de entreno, con la incógnita de la planta del pie, no sé como voy a responder pero mi idea es dar el 100% hasta que reviente. Además, los ánimos de Patri, Héctor and company suben la moral y correr por el paseo viendo el mar es un lujazo. Decido no asfixiarme el primer km y buscar un buen ritmo. Son 2 
vueltas (ida y vuelta hasta Portonovo) de 5 km y se puede hacer muy largo. Metido en mis pensamientos llego al primer repecho, la cuesta delante del hotel y casi no me dan las piernas, bajo un poco el pistón y decido subir con calma. Me cruzo a los pros y a partir de aquí voy contando a los que llevo delante hasta el punto de giro, es una táctica que me entretiene y me hace olvidarme del sufrimiento en carrera. Llego a Portonovo y veo que la agonía aumenta hasta llegar al puerto, así que sigo a ritmo guardando un pelín, por si acaso. Me cruzo con Jony (va de 1º del club) y a César que lleva mala cara, raro. Llegando al giro también me cruzo a Jaime, de mi club, concentrado y con buen ritmo y justo delante veo otro tritraje del Triatlón Coruña. Ni idea de quién puede ser, hasta que lo adelanto. Es Pope, que va como un tiro y tiene fuerzas hasta para hablar conmigo. Como voy en modo "caza y captura" le hago un "ok" (no daba para más) y llego al giro. Me encuentro bien y dudo si tomarme el gel que llevo con cafeína por miedo al flato. Al final impera el sentido común y me lo tomo. Buena elección. Las fuerzas que empezaban a flaquear aparecen de nuevo y subo un puntito, pasando a Jaime justo al comenzar la 2ª vuelta. Faltan 5 km y ya es más complicado adelantar, los ritmos
son más parejos. Subo de nuevo el repecho con pasos cortitos y me lanzo hacia Portonovo. Me cruzo a César y va perdiendo tiempo, debe ir fundido. Giro y las piernas empiezan a fallar a falta de 2 km. Normal, llevo 3 semanas parado y 1 entrenando, bastante han aguantado. A pesar de todo, tiro de orgullo y aguanto el ritmo y la posición. Último repecho y aprieto el último km visualizando la meta pensando en terminar. Termina el paseo, subida de 100 m. hacia meta y en el último esfuerzo adelanto a otro corredor, llegando a meta en 2h 20' 47" (con un último sector de 38'18", parcial 22) en la posición 49. Aunque creo que mi posición real es sobre el 53, porque no aparecen los "eliminados por drafting" que llegaron antes, para mí es un resultado espectacular acabando con muy buenas sensaciones. No me paro ni a por la mochila. Busco a Patri y enfilamos camino al hotel, llegamos a tiempo para el desayuno buffet y es un hotel como para no perdérselo. De camino llega la peor noticia: veo a Jony, de mi equipo, tumbado con Héctor y los de la ambulancia, golpe de calor a falta de 100 m. para meta y al suelo. Qué bajón. Me quedo un rato con él y cuando veo que está mejor sigo camino para ver desde el hotel la llegada de los tricolegas que aún están corriendo
mientras me zampo una buena cantidad de donuts, napolitanas, bizcochos... con un par de colacaos. Está claro, soy de 3º tiempo. Pena no acabar todos los tris así, con estas vistas y este "recovery". Después de reponer fuerzas, duchita y vuelta con calma a "la zona 0" a saludar a los compis del club y a recoger la camiseta y la bici. Sin tiempo para mucho más, tras visitar unas cuantas tiendas con Patri, vuelta a casa porque la jefa seguía con el curso por la tarde. Eso sí, muy contento por haber participado y con ganas ya del siguiente, el próximo sábado en Coruña.
Opinión sobre la prueba: puntos negativos: horario (demasiado temprano), peajes del trayecto (una pasta). Puntos positivos: organización, recorrido, ambiente. Para el año, si puedo, repito... ¡nos vemos en Riazor!
PD: por cierto, a pesar del bajón de César (por culpa de una gastroenteritis) y el golpe de calor de Jony, 10º por equipos y con un montón de finishers con la elástica rojilla... ¡espectacular!

CLASIFICACIÓN I TRIATLÓN RÍAS BAIXAS

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