jueves, 29 de mayo de 2014

61ª COMPETICIÓN: I "HÉRCULES XTRM": LA CARRERA DEL AÑO

Sábado, 24/5/14, 15:30 h.
I "HÉRCULES XTRM" (La Coruña)
Campeonato Gallego de Triatlón Media Distancia
Distancia: Media Distancia: 1.9 km + 82 km + 21 km
Dificultad: Media (bici urbana + carrera con cuestas)
Inscripción: 100 euros
Tiempo: 4h 37' 29"
Tiempo del 1º: 4h 03' 24" (- 34' 05")
Puesto: 26º de 250
Avituallamiento: agua, pasteles, fruta, pizza...
Trayecto desde Betanzos: 25' - 25 km
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI (seguro)
Ya está. Botón izquierdo "aceptar" y ya tengo el objetivo de la temporada meses antes del inicio, sin completar el calendario de competiciones. Pero es que siendo coruñés y de la zona de María Pita imposible rechazar "el reto de Hércules". Estaba seguro que iba a ser una carrera especial, espectacular y que iba a ser un antes y un después en la temporada. A pesar de que días antes la gente estaba nerviosa por la falta de información de circuitos, horarios... yo estaba seguro que todo el mundo saldría encantado y contaba los días para escuchar el bocinazo de salida. Después de los tris de Sanxenxo (Olímpico) y Riazor (Sprint) llegaba rodado para dar el 100% en mi casa y con todos los ingredientes para recordar esta prueba durante mucho tiempo: circuito urbano, recorriendo los emblemas de la ciudad, gran ambiente, muchos compañeros de club y una distancia realmente atractiva. Prohibido no disfrutar.
8:30 h. Suena el despertador. Huele a día grande y tras echar un vistazo por la ventana parece que la lluvia dará un respiro. Perfecto. Desayuno con calma y hago la mochila con los más de 50 puntos que aparecen, la repaso y la vuelvo a repasar. Hoy no puede fallar nada. A las 11:00 salgo con Patri y media hora después llego a Maria Pita. Subidón. Tantos años corriendo por esa plaza y verla ahora convertida en un "box" y presta para la batalla me pone la piel de gallina. Recojo el dorsal y entro en boxes a dejar la bici. No hay colas, perfecto. Me encuentro a varios tricolegas y aprovecho para comentar detalles de la prueba, el tiempo... Decido no dejar nada más por si acaso llueve y voy a la reunión técnica. Como alumno aplicado ya sabía todo lo que dijeron, así que nada más terminar salgo disparado buscando
 un italiano para llenarme de hidratos por 4º día consecutivo. Por suerte, al ser tan temprano somos los primeros y nos sirven rápido. Eso sí, con los nervios engullo a toda velocidad y se me forma un bollo en el estómago a menos de 2 horas de la prueba. No pasa nada, estamos a 20 minutos de la "zona 0" y con el paseíto ya voy algo mejor. Falta 1 hora para la prueba y ahora sí dejo todo colocado en boxes, cojo el neopreno y me voy con el resto de mis compañeros de club a pasar la tensión "en familia". A pesar de los chistes y las sonrisas mientras nos ponemos el neopreno se adivinan los nervios y la emoción del momento. Todos estamos con muchas ganas y el ambiente es muy bonito. A las 15:00 h, media hora antes del inicio, nos llaman a la línea de meta para rendirle un homenaje a un tricolega que por culpa de
un desgraciado accidente no puede participar. Esta prueba también va por él. Tras un minuto de silencio nos dirigimos todos juntos a la salida, 300 m. formando un rebaño con la familia y amigos en dirección al puerto, lugar de salida. Me despido de Patri para entrar en la zona destinada a triatletas y nos sorprenden con un "modificado el circuito de bici, serán 5 vueltas en vez de 4". ¡Toma ya! Regalito de Hércules para aumentar los nervios. Me dirijo a la zona de rapel, no puedo ponerle otro nombre al lugar por donde nos hacen lanzarnos al agua, las rocas en cuesta con divertidos huecos en los que si metías el pie ya ni empezabas la prueba, creo que un punto a mejorar. Mientras practico la "bajada de
cangrejo" escucho algunos gritos. "Sí, seguro que estará fresquita". El día aguanta pero tampoco sale el sol, estará como en Sanxenxo. Meto un pie y se confirma: gritaban con razón. Congelada. Mientras pienso en esperar un poco para meterme nos grita un juez que nos tiremos de una vez que ya están casi todos en la zona de salida. Así que no me queda más remedio y me lanzo con cuidado a las aguas del puerto coruñés. Tardo 10" en reaccionar y a pesar de que mi cara no responde consigo no convertirme en estalactita y braceo los 150 m. que me separan de la línea de salida para colocarme con mis compañeros. Para mí estos momentos son los más complicados, esperando al bocinazo, los nervios aumentan a cada segundo. Mientras busco pensamientos positivos, recordando que voy a participar en una prueba "en mi casa", en un buen momento de forma, con muchos amigos... y todas esas historias me coloco
en un extremo para salir tranquilo. No soy buen nadador y no me gustan los golpes en el agua. Así que como no me da tiempo a irme a la derecha del todo pues me coloco a la izquierda, cerca de "la grada". Tras unas cuantas patadas de braza y unas inspiraciones profundas, mirada a la derecha para quedarme con la instantánea de los 300 guerreros dispuestos a la batalla y... ¡¡accion!! Comienza el desafío. Primera prueba: 1900 metros en línea recta hasta el espectacular Castillo de San Antón, giro en las boyas, vuelta y últimos metros entre los barcos del pantalán del puerto para subir por la rampa de las embarcaciones. Primer objetivo conseguido, salgo sin problemas y sin ningún golpe. De la alegría se me ha pasado hasta el frío. Aprovecho para centrarme en la técnica y no me fijo en los que me pasan por al lado
delfines. Los patos sólo podemos centrarnos en avanzar con calma, así que de vez en cuando levanto el periscopio hacia la derecha para ver que no me desvío demasiado y sigo a lo mío. Al llegar a la 1ª boya amarilla empiezan los problemas, tengo que "unirme a la manada" y se reduce el espacio. Hasta la boya roja tengo que ir muy atento con no chocar, pero ya cerca del Castillo, en el giro, la situación pasa a "Defcon 2", 5 metros para 50 tíos, regalo seguro. Me empiezan a caer y me convierto en "Batman", abro codos y protejo mi espacio. Aún así, tengo que nadar a braza unos metros para minimizar los daños. En la 2ª boya de giro, más de lo mismo. Así que tomo la opción de hacer un largo en horizontal hacia la izquierda y seguir nadando en solitario. Gran acierto. Hago la recta de vuelta muy cómodo y paso por "la grada" llena de gente animando en el puerto, plus de energía para los últimos metros. Sólo queda la zona de los barcos pero aquí el extenso mar se 
convierte en "carril único" y a pesar de echarme a un lado uno me toma por tortuga y pretende convertirse en mi caparazón. A los 15" no aguanto más y tras poner el modo "karate kid" consigo soltarlo pero ya voy agobiado. Por suerte tras un par de giros a la derecha ya veo la rampa de salida a unos 100 m. Lo malo es que también veo a los que ya han salido del agua corriendo hacia la T1 y me entra el agobio. Aumento el ritmo (aunque la velocidad sea la misma) y decido hacer una "serie de 50 m." para salir del agua con buenas sensaciones. Toco tierra y hay un montón de gente animando, es sábado por la tarde y La Coruña está espectacular, gran acierto de los organizadores. Hasta el cielo nos regala un tiempo mejor del esperado. Llega uno de los momentos complicados. Después de 3 semanas lesionado y aún con dolores en la planta del pie, recuerdo mis clases de pequeño en baile gallego para correr con el famoso 
"punta-tacón" intentando apoyar lo menos posible la planta del pie izquierdo en los "complicados" 300 m. que me separan de los boxes. Hay unas cuantas piedrecitas y el suelo tampoco es llano, así que cualquier "cambio de perfil" me hace ver las estrellas y llego con dolor a la T1 aunque sin aumentar los daños. El crono marca 36'11", mejor de lo esperado aunque en el puesto 113, muy lejos de los pros. Toca remontada. Mientras corro por la larga recta de los boxes, puesto que mi bici está al final, decido ponerme todo para no perder tiempo en la T2. Así que me quito el neopreno, seco los pies, me pongo los calcetines, el casco, el dorsal... y cuando voy a ponerme el maillot no me abrocha. Vuelvo a intentarlo y nada. ¡Me cago en...! Veo como me van pasando corredores y después de 30" de intentos me lo quito y me arriesgo con el tritraje. Cojo la bici y salgo disparado por la plaza anotando en "asuntos pendientes" apuntarme a un cursillo de abrochar cremalleras... Escucho mi nombre y muchos ánimos, tengo un montón de familia y amigos entre el numeroso público y eso es mejor que tomarse un gel con cafeína. Sonrío y cruzo el arco de la plaza para poder subirme a la bici. Con los nervios la he cogido por el lado equivocado y no sé saltar desde aquí, así que me paro y subo con calma. Ahora sí, a por el 2º desafío: 5 vueltas (82 km) a un circuito urbano de algo más de 16 km desde María Pita pasando por los Cantones, el túnel moto GP que nos lleva al paseo
 marítimo, todo hasta la imperial Torre de Hércules, giro en la rotonda y vuelta hasta el mirador de San Pedro, rotonda y vuelta hasta la Plaza de Pontevedra, de nuevo el túnel para salir en los Cantones e ir hasta la zona del Corte Inglés y de aquí de nuevo a María Pita. En 2 palabras: "im - prezionante". Después de fotografiar en mi retina los primeros 100 m. del sector con cientos de personas a los lados animando al estilo etapa de montaña de La Vuelta a España, intento acoplarme en la larga recta pero los continuos baches me invitan a beber un poco de agua antes de buscar la aerodinámica. Ahora sí me acoplo hasta el giro cerrado a la derecha en Juana de Vega, me preparo para el túnel y sin quitar plato salgo al paseo en dirección Torre de Hércules adelantando a un par de corredores. Esta zona es un poco complicada porque a pesar de las impresionantes vistas pega un poco el viento y cuesta ir 
acoplado. Al llegar al giro en los campos de la Torre llega el tramo favorable y todo el paseo hasta el Estadio se hace a gran velocidad. Aquí empiezo a ver pasar a la cabeza de carrera y me distraigo mientras pedaleo por la otra zona de viento y con ligera pendiente hasta el Millenium. Aquí llega "la pared" de la vuelta, 300 m. que obligan a utilizar todo el desarrollo y a subir con calma, no quiero imaginarme cómo voy a subir en la 5ª vuelta. Arriba está el avituallamiento y aprovecho para tomarme uno de los geles que llevo. Tras un buen trago de agua hago "a full" el paseo hasta la Plaza de Pontevedra, giro con cuidado hacia el túnel y rezo por no comerme un bidón dentro del túnel porque no se ve nada y hay que intuir por dónde vas. Por suerte salgo sin problemas y me acoplo para volver a meter plato en dirección al Corte Inglés, giro en la rotonda y veo la zona del penalty box, hay varios corredores,
lo que me hace repetir en mi cabeza las 2 palabras mágicas: "No Drafting" (5 minutos de penalización). Sin soltar los acoples completo la 1ª vuelta y giro en Puerta Real entre los ánimos de todo el público, orgullo coruñés de ver mi ciudad y mi gente con este ambiente tri. Así que me pongo de pie y hago una arrancada "de cara a la galería" para luego volver a acoplarme y hacer otra vuelta bastante similar, subiendo con un poco más de dificultad el Millenium y comiendo media barrita de chocolate. Entre las increíbles vistas, los continuos giros y los saludos con mis compis de equipo no tengo tiempo a aburrirme. Llego a ese momento en las carreras de media y larga distancia en que "circulas" con la gente que va a tu misma velocidad. Es decir, te paso, me pasas, te vuelvo a pasar... y así hasta el final, dependiendo del momento. En algunos instantes es complicado porque se pegan mucho, así que yo me dejo caer rápido para que los jueces no me premien con una tarjeta. Completo otra vuelta, sólo faltan 2 y el ritmo no es malo, aunque las piernas empiezan a hincharse y no me aconsejan que apriete si luego quiero correr rápido. Así que pongo el "modo económico" y mantengo la frecuencia, haciendo lo mismo en cada vuelta y subiendo cada vez con más dificultad la cuesta del Millenium. Y por fin, tras 2h 26' 58" (parcial 54) llego a la línea de desmontaje tan rápido que no me da tiempo a quitarme una de las zapas y tengo que pararme en seco, quitarla y correr
con la bici en una mano y la zapa en la otra. Cruzo el arco de María Pita, por el que habré pasado unas 10000 veces y la imagen es para guardar en el disco duro: me siento Melendi en un concierto en la Plaza Mayor, imposible no sonreír. Entro en la T2 y la hago tan rápido que me olvido de quitar el casco y tengo que volver para dejarlo. Después de la novatada comienzo el 3º desafío: la media maratón final, 21 km repartidos en 2 vueltas desde la plaza de María Pita hasta la Torre de Hércules y con varias cuestas que quitan el hipo. Nada más salir de la plaza, animado por los gritos de la gente, tengo que poner el "modo relajación" para subir la 1º cuesta en la Ciudad Vieja. Miro hacia el suelo deseando que llegue el final y al llegar arriba ya voy calentito, lo que me queda. Según mis cálculos llevo a 3 compañeros del club por delante, 2 cracks de larga distancia y un pro de corta, fantástica posición teniendo en cuenta que íbamos 20. Paso por delante de la Hípica y veo al pro de mi club tumbado en el suelo, está con calambres y no sabe si podrá seguir, ya estoy en el top-3. Tras un giro delante de la Cruz Roja llego al paseo con otra cuesta interesante. En la larga recta hasta San Amaro me centro en marcar un buen ritmo e intento fijarme mini-objetivos, a la vez que me distraigo viendo a los favoritos que ya vienen de vuelta. Bajo la cuesta hacia Adormideras y un
compi del club que está de voluntario me avisa que llevo a los 2 tricolegas del equipo a pocos minutos, así que sólo pensar en luchar por quedar 1º de la elástica rojilla me da un plus para subir un puntito. Cruzo Adormideras (donde estudié COU) y tras el aviso del voluntario (chapeau para todos ellos, animando y ayudando durante toda la prueba, vaya cracks) con el ya famoso "cuidado tablón levantado a la derecha" inicio el tramo de tierra por la zona de los Menhires. Como me conozco cada metro de la zona, sé cuándo tengo que apretar y cuando relajarme, así que voy a un ritmo cómodo buscando referencias. Aquí llega el único "punto negro" de los voluntarios, hay 2 caminos a elegir y no hay nadie que te diga por dónde, así que elijo el largo (soy masoca) y acierto, veo más corredores adelante. Al llegar a unos pequeños toboganes en la zona del mirador cazo al 2º de mi club, Celso, que va muy justito, y nos animamos para lo que queda. Ya la veo. A lo lejos está la Torre de Hércules, desafiando desde la distancia y retándonos a que la subamos. Dicho y hecho. Quemándome las piernas y sin levantar demasiado la cabeza llego a la base del monumento con las piernas temblando mientras veo a Diego, el 1º de mi club, que inicia la bajada. Doy la vuelta a la Torre sin sentir las piernas y intentando borrar de mi cabeza que aún queda otra vuelta. Hago la bajada, doy la vuelta por el aparcamiento de la 
torre y camino de vuelta por la zona de los menhires. Confío en volver a marcar un buen ritmo ahora que pica hacia abajo pero un flato aparece para fastidiarme el crono; bajo el ritmo rezando para que desaparezca y aprovecho para tomarme un gel. Parece que funciona y en Adormideras puedo volver a poner el "modo rápido" hasta llegar a la cuesta hasta el paseo, en la que casi pido papas. Giro a la izquierda y no cambiaría la cuesta abajo por un jacuzzi. Dejo caer las piernas y ampliando la zancada vuelvo a coger velocidad, manteniéndola hasta el final del paseo. Subo por la hípica, giro a la derecha por delante del cuartel de Atocha y bajo hacia la plaza. Buff, otra imagen para el recuerdo, entrando en la plaza por la iglesia de San Jorge y viendo y escuchando el ambiente y a todo el mundo animando sin parar.
Sólo queda 1 vuelta y aún encima me dicen que llevo a Diego, 1º del club, a menos de 1 minuto. Ahora o nunca. Busco el interruptor de "modo caza y captura" y tras cruzar la plaza sintiéndome Indurain me echo una botella de agua por encima y agacho la cabeza para no ver cuánto me falta por subir de la cuesta de la Ciudad Vieja. Una menos. Aprieto en el llano y ya veo a Diego, lo cazo en la cuesta de inicio del paseo y se pone a mi par. Vamos así todo el tramo llano y ya pienso en jugarme "la honrilla del club" en un sprint, y eso que aún faltan 6 o 7 km, la cabeza no para. Vuelvo a echarme otra botella por encima y aumento el ritmo en la bajada, se queda. Así que cojo toda la pasta que me he metido en el cuerpo en los últimos días y la quemo a toda velocidad, abriendo hueco. Nunca me habría imaginado estar tan adelante en una prueba así. Paso por los menhires y hay oleaje, increíble como rompen las olas en esa zona. Hago los toboganes y vuelvo a desafiar a la torre, aunque casi me dan ganas de subir andando. Pero no puedo perder ahora todo lo que he ganado y con los ánimos de la gente veo la rosa de los vientos desde la cima para lanzarme a tumba abierta alejándome de la cabeza de Gerión y con muchas ganas de llegar. En la vuelta por detrás del campo de golf decido echar el resto y subo la frecuencia, justo en el momento que el isquio derecho me avisa que no me pase. Así que regulo y rezo para que una sobrecarga o una rotura no me 
arruine la carrera. Me tomo el último gel y sigo pasando gente. A pesar de las molestias y del cansancio sigo a buen ritmo y algunos ya van fundidos. Llego al último muro, la subida de Adormideras y sufro tanto como en la subida al Monte do Gozo en el duatlón de Santiago, pero consigo coronar la cima sin pararme. Inicio la bajada confiado en que queda lo más fácil y duchándome de nuevo con otra botella busco evadirme del sufrimiento saludando a la gente y chocándole la mano a los numerosos niños que hay por el paseo... ¡ojalá que se animen a hacer triatlón! Llego al final del paseo y queda menos de 1 km. Emoción, ganas, pensamientos, entrenos... mi cabeza no deja de procesar todo lo vivido en los últimos meses para llegar hasta este momento, los últimos metros de una carrera increíble que estoy saboreando de principio a fin. Aprovecho la zona de la Hípica y la recta del cuartel para adelantar a 2 o 3 corredores más y abrir hueco para no tener que esprintar al final, e inicio la bajada hacia la zona de meta.
Vuelvo a ver la plaza, ahora con una mezcla de emoción y alivio que casi no me permite ver a escasos metros a 2 de mis sobrinos de 5 y 6 años esperándome uno a cada lado en la plaza y ofreciéndome su mano para hacer los últimos 100 m. conmigo hasta la meta. Verdaderamente emocionado, les cojo la mano y recorro entre aplausos y los ánimos del speaker los 100 m. más emocionantes y emotivos de mis 3 años en el mundo del triatlón, 100 m. que quedarán en mi retina para siempre y que pusieron la guinda al pastel de una carrera para la historia. Cruzo la meta con mis sobrinos, ya soy finisher y entro en el puesto 26º parando el crono en 4h 37' 29" y 1º de mi club, un orgullo enorme. Además, completo el último sector en 1h 30' 12", 6º mejor parcial sólo por detrás de los 5 primeros clasificados. Mejor imposible. Mientras saludo a mis sobrinos y los cojo en brazos aprovecho para beber botellines de agua como chupitos y comerme todo lo que soy capaz de coger con las manos. El avituallamiento es abundante y hay barra libre. Cuando recupero el aliento veo llegar a los familiares y amigos a felicitarme. También van llegando los tricolegas, es el momento de soltar la tensión y de las felicitaciones. Pero el día tampoco está para demasiadas alegrías y empiezo a tiritar de lo lindo, tanto que tengo que ir a tomarme un colacao para no quedarme tieso. Media hora después recupero la temperatura corporal para ir a hacerme las últimas fotos con el resto del "Triatlón Coruña" que hicieron un carrerón (9º por equipos) y tras recoger la bici y saborear el sueño cumplido, giro la cabeza saludando a Hércules y retándole para que el próximo año sea aún mejor. Con el cuerpo extenuado, la retina llena de imágenes inolvidables, la medalla en el pecho y una sonrisa de oreja a oreja me voy alejando de María Pita pensando ya en cuando podré volver a pulsar el botón izquierdo y darle al botón de "aceptar" para inscribirme en la edición del año que viene...¡a por el II Hércules Xtrm!
La foto que resume mi carrera

LO MEJOR: Ambiente, recorridos, horario de la prueba, voluntarios, organización... ¡increíble!
LO PEOR: tardanza en publicar los circuitos y horarios, cambio de última hora del circuito ciclista.

CLASIFICACIÓN HÉRCULES XTRM

FOTOS E INFORMACIÓN HÉRCULES XTRM

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