Es cierto, las princesas existen. En un mundo cada día más asfixiado por las nuevas tecnologías, el dinero y la envidia, aparecen personas, en la categoría de "especiales" que pueden hacer temblar el suelo y, por qué no, cambiar el mundo. Al menos el de su alrededor. Hoy os cuento la historia de una princesa llamada Sara, a la que nada más nacer le diagnosticaron una parálisis de los miembros inferiores. Su lucha (y por supuesto, la de sus padres, esos "Pepito Grillo" que nunca pueden faltar en las historias que emocionan) le ha servido, por ahora, para participar en varias carreras populares, de ciclismo... y en todo lo que se proponga. No tengo el placer de conocerla, pero su historia me ha emocionado. Ojalá que todos nos fijáramos en su fuerza, su energía, sus ganas, su lucha... seríamos mejores
personas. Porque las princesas de verdad no salen en los cuentos, están a nuestro alrededor, solamente hay que pararse a conocerlas, ver su historia, darle valor a lo que realmente lo tiene, animarlas, apoyarlas y conseguir entre todos que logren su sueño. Si lo conseguimos, estoy seguro que a partir de ese momento todos los cuentos tendrán un final feliz, porque la energía, ganas y constancia que tienen esos ojos tienen más fuerza que una bomba nuclear... ¡hasta mañana!
PD: aquí os dejo el enlace a la historia de Sara, y también el vídeo de "otra persona especial", Bailey Matthews, un niño con parálisis cerebral acabando un triatlón más feliz que el ganador de cualquier prueba, realmente para reflexionar...
- SARA, UNA PRINCESA QUE NUNCA SE RINDE
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