Hoy tenía pensado divagar un poco sobre la importancia de los "puntos de vista", pero el wasap del equipo tembló cuando uno nos avisó de la muerte repentina de un compañero de triatlón. Yo no lo conocía personalmente, pero alguno de mis compañeros sí. Fernando Abad, del Club Triatlón "O Treito" y presidente del "Tambrebike", perdió la vida hoy repentinamente mientras iba en bicicleta entrenando; así, sin más. Supuestamente, por un infarto o un ictus. 32 años. Toda la vida por delante. Buff, bajonazo. Y es que nos puede pasar a cualquiera. "Al menos quedará el consuelo" que se fue sin sufrir, haciendo una de las cosas que más le gusta. Triste consuelo. Desde aquí mi más sincero pésame a la familia y amigos. Y a los demás, ya sabemos, a aprovechar cada segundo, olvidarnos de todas las tonterías sin importancia y a vivir la vida lo más intensamente que se pueda, porque nunca se sabe lo que puede pasar. Ojalá que esto no se repita y que todos podamos disfrutar del triatlón durante muchos años. Descansa en paz, Fernando, y como dicen tus amigos, allá donde estés... Lume e fume negro!!
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